Jessica Lange se traga sus palabras para derrochar elegancia en los Oscar

La actriz de 74 años renegó de los premios de la Academia hace solo unos meses

Jessica Lange añade elegancia y glamur a la noche de los Oscar. (Foto de Kevin Winter/Getty Images)
Jessica Lange añade elegancia y glamur a la noche de los Oscar. (Foto de Kevin Winter/Getty Images)

Si nos hubieran dicho hace unos meses que Jessica Lange sería una de las presentadoras invitadas a los Oscar, no lo hubiéramos creído. Pero ahí estuvo formando parte del selecto elenco de actrices encargadas de presentar el premio a Mejor actriz, el mismo que ella ganó en 1983 por Tootsie y 1995 por Las cosas que nunca mueren. Y que, en esta ocasión, se lo llevó Emma Stone por su trabajo en Pobres criaturas.

Y es que sus fuertes declaraciones renegando de estos premios y de la industria cinematográfica, no hacían presagiar su aparición en estos premios tan universales. Sin embargo, su retorno ha sido apoteósico y nos hizo entender el por qué. La actriz de 74 años entró por la puerta grande en el Teatro Dolby de Los Ángeles, no solo impactando con su elegancia y eterna belleza, sino también con su fuerza y mensaje.

Lange, ganadora de dos estatuillas doradas, cinco Globos de Oro, tres Emmys y un SAG Award, tiene esa edad en la que ya uno puede decir lo que apetezca sin que le importe mucho el qué dirán. "No creo que haga esto por mucho más tiempo", dijo al The Telegraph hace unos meses sobre su profesión. “La creatividad ahora va después de los intereses. No hay énfasis en el arte, el artista o la narrativa. Todo consiste en satisfacer a los accionistas”, añadió con cierta decepción.

Y no solo eso, también se atrevió a criticar los premios a los que acaba de acudir como presentadora invitada. "Los Oscar se han convertido en algo que no tiene sentido, no tienen nada que ver con el cine. Antes era diferente. Lo hacías lo mejor que podías. A veces te llamaban y te ofrecían un vestido… Pero en los últimos 10 años, la Academia ha llegado a extremos de delirio", confesó a el diario El País.

Jessica Lange criticó los premios Oscar meses antes de volver a la ceremonia. (Foto de Frederic J. Brown / AFP via Getty Images)
Jessica Lange criticó los premios Oscar meses antes de volver a la ceremonia. (Foto de Frederic J. Brown / AFP via Getty Images)

Pero atención, que dijo más. "¿Cuál es el sentido de llevar joyas que no son tuyas: Joyas que, como valen millones, te obligan a pasar la noche con un guardaespaldas. Lo encuentro ridículo e indecente. Me niego a ser la publicidad de nadie, que es de lo que va todo en estos momentos", acotó.

Con unas declaraciones así, ¿por qué acudir a estos premios tan propios de esta industria que tanto critica? Porque así es Jessica, clara y directa, y porque, después de todo, sigue formando parte de este negocio. Su estatus de movie star, con esa imagen glamurosa que nos recuerda a las estrellas de la época dorada de Hollywood, es una constante en su carrera y a sus 74 años se mantiene activa en la industria que tanto criticó.

Jessica Lange en la alfombra roja. (Photo by Gilbert Flores/Variety via Getty Images)
Jessica Lange en la alfombra roja. (Photo by Gilbert Flores/Variety via Getty Images)

Sin ir más lejos, este mismo año apareció en dos episodios de la segunda temporada de Feud, la serie antológica de Ryan Murphy. Ese exitoso creativo que la convirtió en su musa durante cinco temporadas de American Horror Story y en protagonista de la primera temporada de Feud interpretando a Joan Crawford. En esta ocasión lo hizo como estrella invitada con un personaje pequeño, dando vida a la madre de Truman Capote (Tom Hollander) en el relato de su ascenso, traición y experiencia entre las mujeres de la alta sociedad neoyorkina.

Pero, además, tiene dos largometrajes recién terminados: Places, Please, un drama donde es la protagonista absoluta interpretando a una estrella de Broadway, y Long Day's Journey Into Night, sobre una madre adicta a la morfina que ella misma interpreta. En otras palabras, tiene dos largometrajes que promocionar y llevar al mundo en 2024. Asistir a los premios de la Academia, rendir homenaje a esas estatuillas que ella misma ganó para ceder el testigo a otra actriz, forma parte de ese circo de notoriedad llamado Hollywood. Lo critique o no.

Jessica Lange, Emma Stone, Jennifer Lawrence, Sally Field, Charlize Theron y Michelle Yeoh reunidas en los Oscar tras entregarle el premio a Mejor Actriz a Stone. (Photo by Richard Harbaugh/A.M.P.A.S. via Getty Images)
Jessica Lange, Emma Stone, Jennifer Lawrence, Sally Field, Charlize Theron y Michelle Yeoh reunidas en los Oscar tras entregarle el premio a Mejor Actriz a Stone. (Photo by Richard Harbaugh/A.M.P.A.S. via Getty Images)

Los oscuros demonios de Jessica Lange

Quizás pocos lo sepan pero detrás del glamur, elegancia y éxito, se esconde una historia de lucha constante y un gran dolor. Ella misma reconoció que padecer de depresión por muchos años la hizo vivir en una constante montaña rusa de sentimientos. "He sufrido episodios de depresión durante toda mi vida. Van y vienen. Me es muy difícil separar la tristeza y la depresión de mi apabullante sentimiento de soledad", contó a Financial Times en 2022.

NEW YORK, NEW YORK - MARCH 02: Jessica Lange poses at the 2020 Roundabout Theater Gala honoring Alan Cumming, Michael Kors & Lance LePere at The Ziegfeld Ballroom on March 2, 2020 in New York City. (Photo by Bruce Glikas/WireImage)
NEW YORK, NEW YORK - MARCH 02: Jessica Lange poses at the 2020 Roundabout Theater Gala honoring Alan Cumming, Michael Kors & Lance LePere at The Ziegfeld Ballroom on March 2, 2020 in New York City. (Photo by Bruce Glikas/WireImage)

La soledad ha sido, en gran parte, el precio que ha tenido que pagar por su talento y eso que llaman gloria. Un pesar que ha tratado de equilibrar con la búsqueda de consuelo en cosas que la llenen y saquen de ese lugar. Por ejemplo, en 2023 no se lo pensó dos veces y publicó Derivé, un libro de fotografías donde aborda el tema de la soledad con imágenes de ella misma paseando por Nueva York durante el encierro por la pandemia. Unos paseos enriquecedores donde también vio la cara de las personas sin hogar y tantos otros en búsqueda de su camino. Lo describió como “un intercambio humano que no habría sido posible si las calles hubieran estado llenas de gente. Estábamos desesperados por hablar con alguien”, confesó al mencionado medio.

Hoy, esta madre de tres hijos es una mujer capaz de reinventarse y explorar nuevos campos, y ha regresado a los Oscar demostrando que sigue activa sin que nada la frene. Ni siquiera sus propias críticas.

Jessica ocupa un lugar privilegiado en la meca el cine que le permite decir lo que siente sin miedo a ser señalada, boicoteada o rechazada para un papel. Pero no siempre fue así. Tal y como ella ha contado, lo suyo con esta profesión fue un puro accidente. Un giro del destino absolutamente inesperado que dio un giro de 180 grados a su vida, sin buscarlo.

Cómo olvidar a Dwan, la bella mujer de quien King Kong se enamora en la versión de 1976. Una joya de papel que le llegó de la nada y por pura casualidad. Prácticamente sin un centavo en el bolsillo, sin entrenamiento actoral ni conexiones en ese mundo, la suerte llamó a su puerta y ella se la abrió de par en par. “Estaba arruinada, completamente arruinada, y me ofrecieron la mejor salida. De repente terminé yendo a esta audición, me miraron y no mostraron nada de interés. No era lo que estaban buscando, acababa de llegar de París y estaba muy delgada. Estuvieron a punto de mandarme a casa, pero supongo que después llamaron a la agencia y le dijeron: ‘Si la han volado hasta allí, póngala en esa película’”, recordó para Vulture.

El resto es historia y muchas películas. Algunas de las más destacadas, El cartero siempre llama dos veces, Tootsie o El cabo del miedo. Su vida es un claro ejemplo de lo que significa atreverse. Una palabra y una acción que la representan en toda regla. Los hechos así lo demuestran. Nunca se conformó. En una era donde el feminismo ocupa un lugar predominante, ella ya llevó su bandera sin ponerle nombre. Cuando su carrera iba viento en popa y era una de las actrices mejor pagadas y cotizadas, rompió con todo y decidió adentrarse en una nueva y apasionante aventura: Broadway. Con el musical Un tranvía llamado deseo junto a Alec Baldwin exploró otro campo donde sería reconocida y al que se sumarían más títulos como El zoo de cristal o Largo viaje hacia la noche.

En definitiva, una actriz todoterreno que aquello que toca lo convierte en oro, como su impresionante puesta en escena en los Oscar.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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