Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito: el reencuentro en los Oscar que solo una generación comprende

Los actores han removido sensaciones nostálgicas al presentarse juntos en la gran noche de Hollywood

Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito ponen nostalgia a los Oscar con un reencuentro de 'Gemelos'. (Foto de Kevin Winter/Getty Images)
Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito ponen nostalgia a los Oscar con un reencuentro de 'Gemelos'. (Foto de Kevin Winter/Getty Images)

Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito despertaron la magia nostálgica de los premios Oscar con un divertido reencuentro que tuvo a Batman como protagonista. O a Michael Keaton en este caso. Y es que las estrellas de Gemelos subieron al escenario de los premios de la Academia para cumplir el rol de presentadores, pero aprovecharon la ocasión para mencionar que, si algo tenían en común, es que ambos "intentaron matar a Batman".

El primero como el Sr. Frío en Batman y Robin y el segundo como Pingüino en Batman regresa. Todo esto mientras Keaton se sumaba a la broma con cara amenazante.

Sin embargo, por mucho que Arnie y Danny jugaran al despiste, la verdad es que cuando los vemos juntos solo se nos ocurre un referente: el clásico Gemelos. Una película que alberga una anécdota pocas veces vistas en Hollywood.

La hazaña de Schwarzenegger

Hace 35 años que Arnold Schwarzenegger tomó uno de los riesgos más emblemáticos de su carrera. Corrían los años ‘80s y era el héroe de acción de los músculos por excelencia, el fisicoculturista exitoso y estrella multimillonaria conocida por películas que repetían el mismo estereotipo que él solito había acuñado, el de tipo rudo, letal e indestructible. Su única y verdadera competencia era Sylvester Stallone, siendo los reyes indiscutibles del cine de acción de la época. Pero la ambición del austríaco nunca tuvo límites y justo cuando estaba acomodado en el trono del género, decidió debutar en la comedia protagonizando Gemelos junto a Danny DeVito.

El riesgo dio sus frutos siendo un éxito de taquilla mundial y una producción que dejaría huella en la memoria del mundo, sin embargo, todo fue gracias a una jugada de Schwarzenegger que terminó saliendo redonda.

Hace tiempo recordé esta anécdota después de ver que Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito optaron por cerrar el 2023 con un reencuentro celebrado pocos días después del 35 aniversario de Gemelos. El actor de Terminator publicó una imagen de la reunión en su perfil de Instagram abrazando a DeVito y la hija de su compañero, Lucy, tras haber asistido a la obra teatral que Danny se encuentra presentando en Broadway. “¡Mi hermano! Fue fantástico ver a Danny en I Need That en Broadway”, escribía Arnie junto a la fotografía. “Él y Lucy y todos los involucrados mantuvieron al público entretenido, riendo y amando cada minuto – una de las mejores obras que he visto, ¡un espectáculo verdadero con corazón! No veo la hora de trabajar juntos de nuevo.”

Dirigida por Ivan Reitman (Cazafantasmas), Gemelos se estrenó oficialmente el 9 de diciembre de 1988 y contaba la historia de dos hermanos diseñados genéticamente en un laboratorio. Habían sido consecuencia de un experimento que combinaba el ADN de seis padres para concebir al niño perfecto. Sin embargo, para sorpresa de los científicos, el embrión se separaba y nacían gemelos dispares reflejados en el contraste físico de los cuerpos de Schwarzenegger y DeVito.

Como los separaban al nacer recién descubrían la existencia de cada uno siendo adultos, lo que generaba una comedia de enredos centrada en esas diferencias físicas, pero también en los extremos sociales, familiares y de crianza que derivaban en una historia que elevaba la cara más entrañable de la relación por encima de los estereotipos o las burlas superficiales.

La película recaudó $216.6 millones en la taquilla mundial, siendo una producción extremadamente rentable por haber contado con un presupuesto inferior de $18 millones. Sin embargo, los que verdaderamente salieron ganando de estos resultados no fueron los inversores o el estudio como suele suceder en la mayoría de éxitos cinematográficos, sino que fueron sus protagonistas y el director gracias a una jugada de Arnold Schwarzenegger.

Arnold y el riesgo que tomó a contracorriente de Hollywood

Schwarzenegger ya había conquistado el mundo del fisicoculturismo con siete títulos Olympia y llegado a la cima del cine de acción con sus músculos de acero a través de éxitos como Conan, el bárbaro (1982), Terminator (1984), Comando (1985) o Depredador (1987) cuando decidió pasarse a la comedia. Es más, siempre tuvo sus metas muy claras, invirtiendo en bienes raíces cuando comenzó a ganar dinero en Estados Unidos haciéndose millonario a los 25 años (mucho antes de ganar terreno en Hollywood). Invirtió sus ganancias porque quería ser independiente, eligiendo los proyectos que le interesaban y no por necesidad. Y la estrategia funcionó.

Arnold Schwarzenegger en 'Al rojo vivo', una de las películas de acción donde puso sus músculos al servicio de la pantalla en el mismo año de 'Gemelos'. (Foto de Rolf Konow/Sygma/Sygma with Getty Images)
Arnold Schwarzenegger en 'Al rojo vivo', una de las películas de acción donde puso sus músculos al servicio de la pantalla en el mismo año de 'Gemelos'. (Foto de Rolf Konow/Sygma/Sygma with Getty Images)

Por eso, cuando llegó el momento de su nuevo desafío probando suerte en la comedia, siguió apostando por él mismo. Quería demostrar que sus clases de actuación habían sacado al actor que llevaba dentro. Que no era intérprete de un único género. Sin embargo, sabía que no iba a ser fácil. Hollywood estaba satisfecho con su etiqueta de héroe de acción y pocos estudios estarían interesados en apostar millones de dólares en una película solo para satisfacer la curiosidad y ambición de Arnold sin tener ninguna certeza de que el riesgo tendría sus beneficios.

“No había ningún interés en cambiar”, dijo a Nerdist en 2014. “Cuando dije que quería hacer una comedia, me dijeron: ‘Arnold, ¿porqué quieres perder el tiempo?’”

Pero entonces tuvo una idea.

Había conocido a Ivan Reitman en Aspen, un director emblemático por sus comedias, y como nadie estaba a favor de darle una oportunidad, decidió tomar cartas en el asunto y sugerirle hacer una película juntos. “Tres días después vino y me dijo ‘tienes un lado que nadie ha visto en la pantalla, eres muy gracioso’”, y le prometió que, al volver a Los Angeles, empezaría a trabajar en algunos proyectos. Terminó creando cinco ideas pero la que más le gustó a Arnold era una que se llamaba El experimento… que luego pasaría a ser Gemelos.

La idea avanzó rápidamente, llamaron a Danny DeVito para que fuera su partenaire artístico y cerraron el acuerdo firmándolo en una servilleta de restaurante. Pero entonces, cuando llegó el momento de hacerlo oficial y le preguntaron cuánto esperaba cobrar, Arnold dijo “nada”.

En cambio, ofreció que él, Danny y el director fueran dueños del 40% de los resultados de la película y sin cobrar ni un dólar de salario. Solo tendrían beneficios si la película era rentable. “Hicieron la película por 18 millones y fue un éxito en todo el mundo. Creo que todos hicimos más dinero con esa película que con ninguna otra, incluso cuando yo tuve salarios de 30 millones en algunas películas”, recordaba en la mencionada entrevista.

Una fortuna inesperada

Los beneficios fueron estratosféricos. Porque no solo se repartieron el 40% de las ganancias de taquilla de todo el mundo, sino que ese porcentaje también incluía los derechos de cable, televisión, merchandising, etc.

“Hicimos una fortuna”, dijo Arnie. “Pensé que por qué alguien iba a tener que pagarnos si no sabían si iba a funcionar, así que opté por tomar el riesgo. Todos lo tomamos, el estudio también con sus 18 millones”.

Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito llevan varios años queriendo trabajar juntos de nuevo. (Foto de Jesse Grant/WireImage)
Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito llevan varios años queriendo trabajar juntos de nuevo. (Foto de Jesse Grant/WireImage)

Y la jugada funcionó. No solo pudo cumplir su meta de hacer una comedia, sino que demostró que valía para el género, abriendo un nuevo camino en su carrera que se saldó con más éxitos como Un detective en el kínder (1990, que lo reunió con Ivan Reitman en la silla de director), Mentiras verdaderas (1994), Junior (1994: con Dany e Ivan de nuevo) y El regalo prometido (1996). Trabajó gratis, apostó por su meta y, en el camino, se hizo más millonario todavía.

Para Arnold, esta historia sirve como ejemplo para demostrar que “cuando no estás hambriento de dinero, las cosas funcionan mucho mejor porque la pasión por el proyecto crea una relación diferente con el estudio y con tus compañeros porque nadie estaba interesado en cuánto dinero hacía el otro. Todos estaban de buen humor”.

Gemelos fue un punto de inflexión importante en la carrera de Schwarzenegger. Y si bien hubo planes para desarrollar una secuela que iba a contar con Eddie Murphy como el trillizo perdido de la historia, el proyecto terminó siendo cancelado tras la muerte de Ivan Reitman. Según Arnold, el hijo del director, Jason Reitman, “lo detuvo”. “Su padre quería hacerla. Yo quería hacerla. Danny DeVito quería. Teníamos la financiación. Cuando su padre falleció, Jason dijo: ‘Nunca me gustó la idea’ y lo puso en pausa”, dijo a The Hollywood Reporter en 2023. La buena noticia es que estarían trabajando en otra idea que podría reunir a Schwarzenegger y DeVito de nuevo décadas más tarde... aunque seguramente esta vez ya sea cobrando por adelantado.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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