Justin Baldoni sufre un duro revés, luego de acusar a Blake Lavely de intentar prohibirle asistir al estreno de Romper el círculo
En medio de la disputa mediática y judicial que los tiene como protagonistas, ahora Justin Baldoni asegura que su coprotagonista de Romper el círculo, Blake Lively, quiso prohibirle que asista en agosto al estreno de la película. La acusación es parte de la demanda por 250 millones de dólares que el cuestionado artista presentó esta semana contra el diario New York Times.
Según dio a conocer The Post, en aquellos documentos presentados ante la justicia de Los Ángeles, Baldoni acusa a Lively de negarse “inicialmente” a permitir su asistencia al evento para “socavar” su rol de director, productor ejecutivo y estrella del proyecto.“ Solo después de una presión significativa aceptó a regañadientes permitir que Baldoni y el equipo de la productora Wayfarer asistieran, pero en condiciones humillantes ”, se asegura en los documentos. “El equipo de Wayfarer y sus familias, incluidos Baldoni y [el productor Jamey] Heath, fueron segregados del elenco principal, se les prohibió asistir a la exclusiva fiesta posterior y se les obligó a organizar su propio evento con un costo adicional”, alega la demanda. Y agrega: “La participación de Baldoni en la alfombra roja se vio interrumpida, y su familia y amigos fueron confinados en un área de detención improvisada en el sótano antes de ser escoltados a un teatro separado después de la partida de Lively”, continúa relatando la demanda.
En su presentación, el director también se refiere al marido de Lively, Ryan Reynolds. “Baldoni y Wayfarer Studios estaban cada vez más temerosos de lo que Lively y Reynolds eran capaces de hacer, ya que sus acciones parecían encaminadas a destruir la carrera y la vida personal de Baldoni ”, asegura. Además, afirma que Reynolds lo reprendió en una confrontación “agresiva” por supuestamente “avergonzar a Lively por su peso” y lo acusa de persuadir al agente de Baldoni para que lo abandonara como cliente. Sin embargo, la antigua agencia de Baldoni, WME, que también representa a Lively y Reynolds, negó la acusación este miércoles .
“En la presentación de Baldoni se afirma que Reynolds presionó al agente de Baldoni en el estreno de ‘Deadpool & Wolverine’. Esto no es cierto”, afirmó la agencia. E indicó: “El exrepresentante de Baldoni no estuvo en el estreno de Deadpool & Wolverine ni hubo presión por parte de Reynolds o Lively en ningún momento para dejar de lado a Baldoni como cliente”.
La presentación legal afirma además: “ Lively no solo robó la película, sino que también le robó a Baldoni y a su equipo cualquier oportunidad genuina de celebrar su arduo trabajo ”. El realizador, asegura que el supuesto desaire fue una de varias acciones de Lively que “lo marginaron sistemáticamente de la comercialización de su propia película”.
La batalla comenzó cuando Lively presentó a mediados de diciembre una demanda por acoso sexual contra quien fuera su director en la película y, al mismo tiempo, coprotagonista. En ese momento, según había informado la revista People, en la presentación judicial la artista alegó que las conductas de Baldoni en el set le causaron una “grave angustia emocional”.
La demanda de la actriz detalla que existió una reunión previa en la que se dejaron asentadas las condiciones para que Lively trabajara en la película. Al encuentro asistieron varias figuras, incluido Reynolds. Entre las solicitudes de la artista se destacaban “no mostrar más videos desnudos o imágenes de mujeres a Lively, no mencionar más la supuesta ‘adicción a la pornografía’ previa de Baldoni, no hablar más sobre conquistas sexuales frente a Lively y otras personas, no mencionar más los genitales del elenco y el equipo, no preguntar más sobre el peso de Blake, no mencionar más al padre muerto de Blake, y no agregar más escenas de sexo, sexo oral o clímax frente a la cámara fuera del alcance del guion que Lively aprobó al firmar el proyecto”, fueron otros de los requisitos.
En el escrito se señala que Sony Pictures, que distribuyó la película, aprobó las peticiones de Lively. Sin embargo, la actriz acusó a Baldoni de participar en una campaña de “manipulación social” para “destruir” su reputación . La primera respuesta llegó de Bryan Freedman, abogado de Baldoni, quien aseguró que las acusaciones eran “falsas, escandalosas e intencionalmente lascivas con la intención de herir públicamente” a su representado.
Los cortocircuitos en el elenco ya eran más que rumores desde hacía meses, cuando para el estreno no hubo una intención colectiva de promoción del film. En campaña de lanzamiento, solo Baldoni se puso la película al hombro. Incluso, tanto Lively como otros de los que participaron (desde elenco hasta producción y equipo técnico) dejaron de seguirlo en sus redes sociales.
Mientras tanto, hubo quienes denunciaron una campaña de desprestigio que apuntaba a la actriz. En diálogo con The New York Times, Lively señaló: “Espero que mi acción legal ayude a correr el telón sobre estas siniestras tácticas de represalia que buscan dañar a las personas que denuncian una mala conducta y que ayude a proteger a otros”.
Por su parte, este importante medio norteamericano realizó una minuciosa investigación en la que aseguró que Lively acusó a Baldoni de añadir “escenas que no estaban en el guion” y de improvisar besos no pactados. Además, denunció que el actor entraba repetidamente a su tráiler sin permiso, incluso en momentos en los que ella estaba dándole el pecho a su hijo .
La demanda de Lively afirmó que Baldoni, la compañía de producción de la película Wayfarer Studios y otros participaron en “un plan de represalia cuidadosamente elaborado, coordinado y con recursos para silenciarla a ella y a otros, para que no hablen”. Baldoni habría contratado a un equipo de relaciones públicas conocido por manejar la estrategia mediática de Depp durante su juicio contra Amber Heard. La contratación de este equipo marcó un punto de inflexión en la disputa. En mensajes filtrados, supuestamente Baldoni expresó su intención de “enterrar” la imagen de Lively e instruyó campañas para desacreditarla en redes sociales y medios de comunicación. Según los reportes, el actor tomó como referencia estrategias utilizadas en redes contra otras figuras públicas.
Durante los últimos días de diciembre, casi entre gallos y medianoche, hubo una especie de carrera de demandas y contrademandas. Tras las presentaciones de la actriz, la parte acusada comenzó a gestar un plan de contraataque. Una de ellas fue la demanda contra el The New York Times. Baldoni se encuentra entre un grupo de 10 demandantes que también incluye a las periodistas y escritoras Melissa Nathan y Jennifer Abel, que están haciendo presentaciones en contra del medio por difamación e invasión de la privacidad, en base a un artículo publicado el 21 de diciembre pasado, titulado “‘Podemos enterrar a cualquiera’: dentro de una máquina de difamación de Hollywood”. Las partes, que también incluyen a los productores del film, Jamey Heath y Steve Sarowitz, afirman que el Times se basó en “comunicaciones seleccionadas’ y alteradas, despojadas del contexto necesario y empalmadas deliberadamente para engañar”.
Estrenada en la Argentina el 15 de agosto, Romper el círculo se convirtió en un gran éxito durante su primer fin de semana de exhibición. La película protagonizada por Lively y coprotagonizada y dirigida por Justin Baldoni, cuenta la historia de una joven florista que mantiene un idílico noviazgo con un neurocirujano, que pronto se convierte en una pesadilla.