El beso con Kate Beckinsale que llevó a Colin Farrell a vivir uno de los rodajes más incómodos de su carrera

Rodar una escena pasional en 'El vengador del futuro' no fue nada agradable para Colin Farrell

Colin Farrell y Kate Beckinsale protagonizaron el remake de 'El vengador del futuro' en 2012.  (Foto: Dave M. Benett/WireImage)
Colin Farrell y Kate Beckinsale protagonizaron el remake de 'El vengador del futuro' en 2012. (Foto: Dave M. Benett/WireImage)

Rodar escenas románticas no siempre es una experiencia agradable, incluso cuando tienes una buena relación con la persona que ejerce como tu pareja en pantalla. La presión de las cámaras y tener a un equipo observando no juega a favor, y mucho menos si entre el personal de la producción hay alguien que por una trama personal puede incomodarte, como le ocurrió a Colin Farrell en 2011 mientras grababa el remake de El vengador del futuro.

El actor de Los espíritus de la isla o The Batman ocupó el puesto de Arnold Schwarzenegger en esta readaptación del clásico de 1990, que nos traía una propuesta de ciencia-ficción sobre una corporación capaz de convertir los sueños en recuerdos reales. La cinta también contó con estrellas como Bryan Cranston, Bill Nighy, Jessica Biel o Kate Beckinsale, quien replicó el papel de Sharon Stone como heroína de acción e interés romántico del protagonista.

Fue en esta trama amorosa con Beckinsale donde surgió el problema de Farrell con esta película, puesto que la vida sentimental de la protagonista de Underworld, Van Helsing o Pearl Harbor hizo que rodar los gestos de cariño en El vengador del futuro fuera una situación de lo más incómoda para el actor. De hecho, llegó a calificar el rodaje de un beso con la actriz como una experiencia “escalofriante”, aunque el suceso tiene una explicación más que razonable.

Después de salir con Michael Sheen entre 1995 y 2003, la vida de Kate Beckinsale dio un giro cuando fue fichada para Inframundo (Underworld). Pese a que en esta saga de vampiros y licántropos trabajó con el actor de Froxx contra Nixon o Good Omens, conocer al director Len Wiseman hizo que sus sentimientos cambiaran por completo. La actriz se enamoró de este cineasta, a quien también debemos películas como La jungla 4.0 con Bruce Willis o Ballerina con Ana de Armas, y decidió romper con Sheen en plena producción de la primera entrega de la franquicia.

Wiseman y Beckinsale se casaron un año más tarde del estreno de Underworld y se mantuvieron juntos hasta 2016, cuando decidieron seguir caminos separados e iniciaron el proceso de divorcio, que no se formalizó hasta 2019. En toda esta etapa estuvieron también unidos en lo profesional, ya que Kate siguió protagonizando varias de las películas de su esposo, como las secuelas de Underworld o el remake de El vengador del futuro, el caso que aquí nos atañe.

La tensión de grabar con su esposo delante

Sin duda, rodar con tu pareja dirigiendo ayuda a una mayor cercanía y entendimiento, pero también puede despertar incomodidad entre el equipo si un actor tiene que rodar una escena pasional con la actriz mientras su esposo mira detenidamente, que es justo lo que le ocurrió a Colin Farrell al tener que besar a Kate Beckinsale.

Lo contó el actor durante la promoción del filme en Late Night with Conan O'Brien, donde admitió que incluso pidió a Len Wiseman que abandonara el rodaje mientras grababa este instante pasional con la actriz. Obviamente, el director, que debe controlar la escena, lo último que podía hacer es dejar la película a su suerte y salir de la sala, por lo que a Farrell no le quedó más remedio que besar a Beckinsale delante de su esposo.

“Fue un poco incómodo… Besarla fue un poco fastidioso porque el director, su esposo, no tuvo la amabilidad de salir de la habitación. Como director tenía que observar la escena. Fue un poco escalofriante”, declaraba Farrell, quien bromeaba junto al presentador sobre lo atento que estuvo Len Wiseman por sus obligaciones tras las cámaras. “Lo único que no dijo fue 'Colin, creo que deberías darle más'".

Al final son gajes del oficio, y un actor, cuya labor consiste interpretar un papel y abandonar la realidad para meterse en su personaje, debe poder lidiar con una situación como esta. Como es lógico, eso no quita la incomodidad, y Farrell, en otras entrevistas con medios como On Demand Entertainment, se atrevió a calificar el beso con su compañera como "una de las cosas más incómodas que he hecho en los últimos 12 o 15 años de mi carrera cinematográfica". Aunque, como bien se ve con la actitud bromista del actor durante su intervención con Conan O'Brien, la tensión de aquel momento quedó en una mera anécdota de la que seguramente Kate Beckinsale y Len Wiseman también acabaron riéndose.

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