'La gran seducción', la película de Yalitza Aparicio que arrasa en Netflix y nos llega al corazón

Imagen de 'La gran seducción' con Yalitza Aparicio y Guillermo Villegas. (Juan Rosas, © 2023 Netflix, Inc.)
Imagen de 'La gran seducción' con Yalitza Aparicio y Guillermo Villegas. (Juan Rosas, © 2023 Netflix, Inc.)

El cine nunca deja de sorprendernos. Y no solo con fenómenos globales como Barbie, producciones sesudas como Oppenheimer o taquillazos pomposos que nos explotan en la cara a través de un arsenal de acción imposible. Sino también con historias que hacen nido en nuestro interior apelando a la sencillez como hilo conductor hacia el espectador. Y Netflix está dando la nota con una de ellas. Les hablo de La gran seducción, la producción mexicana con Yalitza Aparicio que lanza una daga al corazón latino con una verdad que nos toca a todos de cerca.

La gran seducción llegó y arrasó. No solo es la película más vista en México a la hora de escribir este artículo -y por encima del éxito internacional de Adam Sandler, ¡No estás invitada a mi bat mitzvah!-; sino que se coronó como el largometraje de habla no inglesa más visto de la plataforma en la última semana (Fuente: Netflix).

Dirigida por Celso R. García, se trata del tercer remake de una película canadiense de 2003 que, básicamente, cuenta la historia de un pueblo pesquero olvidado por el mundo que sobrevive a duras penas a través de ayudas gubernamentales. Sin embargo, cuando surge la posibilidad de asentar una fábrica de pescado que daría trabajo a todos los residentes y cuyo requisito esencial es tener un doctor en la comunidad, el pueblo se las ingenia para engañar a un joven médico haciéndole creer que llegó al lugar perfecto para él.

Es decir, a lo largo de 20 años se han producido cuatro largometrajes que cuentan la misma historia: el canadiense original en francés (2003), un remake en inglés (2013), otra versión francesa (2014) y, ahora, la mexicana. No obstante, aunque la base de la historia sea la misma, la producción de Netflix consigue dejar huella y gracias a un mensaje que nos toca a todos de cerca. Y no les hablo solamente del hermoso mensaje de ser capaz de observar la belleza que nos rodea desde la más absoluta simpleza (desde el atardecer a la familia o una vaca en un barco), sino del fuerte lazo familiar que perdura en medio de la inmigración forzada por necesidad.

Guillermo Villegas en 'La gran seducción' (Juan Rosas, © 2023 Netflix, Inc.)
Guillermo Villegas en 'La gran seducción' (Juan Rosas, © 2023 Netflix, Inc.)

Porque, ¿quién no tiene un familiar, amigo o ser querido inmigrante? Apuesto que una gran mayoría. Yo misma lo soy. Mi hermana también. Mis abuelos lo fueron y mi papá en consecuencia. Cada uno hizo su camino en otros territorios, lejos del hogar, la familia y nuestra propia cultura. Como muchos latinos que salimos a buscar oportunidades que no pudimos encontrar en casa, cada uno por sus motivos y necesidades personales. Y si algo consigue La gran seducción es representar esta cara de nuestra realidad social y cultural con un abrazo que traspasa la pantalla. Porque lo conocemos de sobra.

Es cierto que La gran seducción es de esas películas que prácticamente sabemos cómo va a terminar desde el principio. Las sorpresas no son su fuerte, como tampoco la innovación u originalidad narrativa. Sin embargo, al tratarse de una película del género costumbrista, lo que sobresale de la historia no es el argumento, la profundización de los personajes (casi inexistente en este caso) o los arcos dramáticos que transitan en la historia, sino el reflejo inconfundible de una comunidad, cultura o sociedad que reconocemos desde la más pura humanidad. Y, en este caso, un pueblo latinoamericano humilde, alejado de la modernidad y sumido en la pobreza, que la comunidad latina puede reconocer como eslabón consecuente de nuestra realidad económica, social y política.

Y es así, con este escenario como punto de partida, la película crea un puente conector con el espectador al representar la cara más simple, real y humana de la cultura mexicana -y latina en general- utilizando la ignorancia impuesta por la lejanía como escenario para momentos cómicos. Como hicieron infinidad de producciones del mismo género como la italiana Cinema Paradiso, la española Ocho apellidos vascos o la francesa Bienvenidos al país de la locura.

Y mientras Guillermo Villegas se roba el espectáculo con su derroche de carisma y Yalitza Aparicio nos obliga a preguntarle si volverá a sorprendernos algún día como actriz a cinco años de Roma (su actuación plana y carente de emoción no pasa desapercibida), La gran seducción consigue llegar a buen puerto construyendo un relato amable que alcanza su momento álgido hacia el final con el reencuentro entre familiares inmigrantes. Porque ese es el corazón más humano de la historia y uno que podemos reconocer desde cerca.

Fotograma de 'La gran seducción' (Juan Rosas, © 2023 Netflix, Inc.)
Fotograma de 'La gran seducción' (Juan Rosas, © 2023 Netflix, Inc.)

Desde el principio de la historia, Germán (Villegas) narra su experiencia como residente de Santa María. Un hombre enamorado de su pueblo pero alejado desde hace años de su hermano ante la inmigración forzada por la más absoluta necesidad. Incluso su esposa también lo abandona para ir en busca de trabajo. El pueblo entero ha visto a sus seres queridos partir. Y aunque existan espectadores que critiquen que la historia exprima la humildad y la pobreza como una realidad latina aquejada por la ignorancia y lejanía, no deja de ser real. Porque esos lugares existen. Lejos de todo y a merced de su propio destino mientras que la inmigración forzada por la necesidad sigue siendo una realidad paralela a través del continente, desde México a Venezuela, pasando por Ecuador hasta Argentina.

Sin embargo, cuando el pueblo se une y consigue su propósito para salir adelante, vemos el reencuentro familiar de aquellos que tuvieron que partir, fundiéndose en abrazos que representan ese lazo fraternal que nos representa a tantos. Aunque pasemos mucho tiempo sin vernos, nazcan sobrinos, nos perdamos casamientos o funerales en el camino, todo sigue igual adentro nuestro.

Y es en ese momento que La gran seducción hace magia, erigiéndose como una película sencilla que logra llegar al corazón desde algo tan reconocible como es la familia y las emociones que nos conectan por siempre. Incluso en la distancia.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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