Laguna rosa da presencia a quien vive con discapacidad

CIUDAD DE MÉXICO, abril 4 (EL UNIVERSAL).- Fue la tormenta perfecta para hacer una película desde el interior de la "comunidad disca": Mónica Arce, con síndrome de Down, soñaba con ser actriz, mientras que su hermano Juan deseaba hacer cine.

Eso fue hace ocho años. Y los dos comenzaron a trabajar en una historia que les permitiera cumplir con sus deseos, en un país en el que, de acuerdo con cifras oficiales, apenas registra 2% de producciones alusivas a una discapacidad.

Y nació "La laguna rosa", que estrena este fin de semana inicialmente en salas de la Ciudad de México, para luego irse extendiendo al resto del país.

"En la historia tenemos a Mariana (Mónica), una mujer con síndrome de Down que tiene la posibilidad de ir a un festival de ballet en Mérida y le pide ayuda a su hermano (Gerardo Oñate) que está alejado.

"Tras convencerlo se van a ese viaje en el que mientras ella va encontrando su individualidad a través de la danza, demostrando lo orgullosa de quien es, el hermano se va cuestionando las decisiones que ha tomado en su vida y reconectando con ella", cuenta Juan, correalizador junto con Francisco Gallo.

En México, de acuerdo con datos del INEGI, hay más de 7 millones de personas con alguna discapacidad y/o algún problema o condición mental.

Se considera discapacidad no sólo quienes presentan cosas visibles (sillas de ruedas, deficiencia visual o síndrome de Down), sino también las que no (sordera, ansiedad, bipolaridad y depresión), modificando no sólo la vida de quienes lo padecen, sino de gente alrededor.

"La laguna rosa" ha tenido previamente un recorrido festivalero, donde al menos una docena de premios, entre ellos de la India y Singapur, se ha llevado Mónica.