El té embotellado no es tan saludable como imaginas: esto es lo que realmente contiene
La única razón por la cual dejé de tomar té industrial con limón es que el ácido estaba afectando mi esmalte dental. Me lo dijo mi odontólogo. "¿Tomas algo ácido como té de botella frecuentemente?", y confesé que sí, que mi favorito era el de sabor a limón, pero podía cambiarme al de durazno sin problema. La respuesta fue negativa y la recomendación fue que redujera el consumo y que siempre me enjuagara la boca después de tomarlo.
No me imaginé el favor que me hacía, porque además del ácido cítrico que afectaba mis dientes, estaba consumiendo una gran cantidad de azúcar.
Una investigación publicada en American Chemical Society arrojó que el té comercial embotellado tiene grandes cantidades de azúcar, además de otras sustancias, pero lo más destacable es que no cuenta con la cantidad de antioxidantes que se supone debería tener siendo té.
"Las primeras mediciones de niveles saludables de antioxidantes en bebidas comerciales de té embotelladas han concluido que los consumidores conscientes de la salud pueden no estar obteniendo lo que pagan: dosis saludables de esos antioxidantes, o ‘polifenoles’, que pueden prevenir una variedad de enfermedades", dice el artículo científico donde se cita a Shiming Li, Ph.D., Ph.D.
"Los consumidores entienden muy bien el concepto de los beneficios para la salud de beber té o consumir otros productos de té. Sin embargo, existe una gran brecha entre la percepción de que el consumo de té es saludable y la cantidad real de nutrientes saludables (polifenoles) que se encuentran en las bebidas de té embotelladas. Nuestro análisis de las bebidas de té encontró que el contenido de polifenoles es extremadamente bajo".
Para la investigación, los especialistas compararon seis marcas que pueden adquirirse en supermercados para medir la cantidad de antioxidantes, los cuales se encargan de batallar con los radicales libres relacionados con enfermedades como cáncer y diabetes. Los resultados fueron tan bajos en la mitad de los productos que los calificaron como prácticamente ausentes.
Mientras una taza de té verde o negro contiene entre 50 y 150 miligramos de polifenoles; las seis marcas industriales analizadas en botellas de casi 500 mililitros, tuvieron 81, 43, 40, 13, 4 y 3.
Rossana De Jongh, médico nutriólogo, especialista en dietética psicocomportamental, explica que, por lo general, en este tipo de bebidas el azúcar es el segundo ingrediente más importante después del agua. Otros pueden contener sirope de glucosa, de fructosa o miel, para un total de 4 a 7 gramos de azúcar por cada 100 mililitros, de manera que si una lata tiene 330 mililitros y una botella individual 500 mililitros, estaremos consumiendo entre 12 y 35 gramos de azúcar en una bebida.
Adicionalmente, la especialista menciona que no bastaría con tomar una versión cero azúcar, porque también se les agregan edulcorantes artificiales como aspartame, acesulfame K, o sucralosa. Muy pocos tienen stevia. El té debe saber a hierbas y los polifenoles suelen ser un poco amargos y astringentes, sabores que comercialmente no parecen tan atractivos, por lo cual se tapan o eliminan con sabores dulces.
Por otra parte, los orgánicos tampoco son una alternativa para disfrutar a diario, porque siguen teniendo azúcar… orgánica, pero azúcar al fin; y si elegimos estas bebidas por aprovechar las ventajas de lo natural, hay que tener en cuenta que muchas veces tienen conservantes, colorantes y correctores de acidez.
Por supuesto que tiene menos ingredientes químicos que un refresco, pero la alternativa realmente saludable es el té natural. La experta recomienda preparar infusiones o té naturales, para variar puede aromatizarse con frutas, cáscaras de naranja o limón, hierbas frescas como menta, endulzarlo moderadamente y agregarle hielo. El resultado será refrescante y se podrán aprovechar sus ingredientes naturales.
Otras alternativas a las bebidas industriales como té, jugos y refresco son el agua con gas, y la soda, revisando los valores de sodio. Agua saborizada con frutas frescas, agua de coco, los zumos naturales de frutas y vegetales sin azúcar ni aditivos. Las bebidas isotónicas y energéticas tienen un objetivo y están diseñadas para atletas, de manera que no son adecuadas para sustituir refrescos y bebidas cotidianas porque, además, por lo general contienen azúcar.