El look de Irina Shayk para celebrar su 39 cumpleaños con el que se corona como reina del estilo 'gothic chic'
Hace exactamente dos décadas, la vida deIrina Shayk estaba a punto de dar un giro radical. Por aquel entonces la rusa acababa de ganar el concurso de belleza de la ciudad en la que nació, Yemanzhelinsk, una región minera de apenas 30.000 habitantes, donde había sufrido bullying en el instituto debido a su aspecto de tez morena, heredado de su padre, de origen tártaro.
Aquella inesperada victoria le hizo dejar los estudios de Marketing que tan aburridos le parecían para probar suerte como modelo. Se mudó a París con muy poco dinero, sin hablar francés ni inglés, y en 2007, al fin, firmó con su primera agencia. Fue el inicio de una meteórica carrera que en la actualidad ha llegado a situarla como una de las modelos mejor pagadas del mundo.
Ahora la rusa reside en Nueva York junto a su hija Lea, fruto de su relación con el actor Bradly Cooper. Es precisamente en la Gran Manzana donde el lunes 6 de enero celebraba su 39 cumpleaños, un día muy especial que comenzaba por la mañana con una sorpresa. Y es que alguien le había enviado un enorme cesto repleto de rosas que recibió con una gran sonrisa al salir de su apartamento, enfundada en un vestido largo drapeado de tirantes asimétricos y en color negro, un color que ha convertido en su favorito.
Por la noche reunía a sus amigas más cercanas en un restaurante de la ciudad para cenar todas juntas, brindar con champán e inmortalizar el momento con varias fotografías. Una reunión en la que, en lugar de soplar las velas sobre una tarta, lo hizo juntando sus platos preferidos en una original estructura que contenía arenques con patatas, pepinillos o semillas.
La modelo compartía algunas instantáneas de esta velada, incluyendo el conjunto que eligió, donde una vez más fue el tono más oscuro de la paleta el protagonista. La estrella de las pasarelas se decantaba por un vestido midi ajustado de anchos tirantes con bordados en hilo blanco. Un diseño que combinaba con medias semitupidas y unas sandalias de tacón.
Optó por la sencillez en cuanto a su look beauty, sin apenas maquillaje en rostro a excepción de unos labios en rojo intenso. Resulta curioso cómo Irina Shayk ha hecho del color negro un sello distintivo en sus estilismos. Durante los últimos años se ha apoderado de la mayor parte de sus elecciones, tanto dentro como fuera de la pasarela.
En la tarima es habitual verla lucir prendas en este tono, como comprobábamos durante la última edición de Milan Fashion Week Primavera/Verano 2025, en desfiles como el de Sportmax, Dolce & Gabbana, Michael Kors e incluso en el mediático Victoria's Secret Fashion Show, donde incluso la lencería con la que caminaba estaba bañada por este color.
Poco a poco ha ido haciendo suya la estética gothic chic, aquella que fusiona prendas oscuras y de aires grunge, con delicados y elegantes detalles. Se han convertido en habituales dentro de sus looks piezas como las gabardinas largas tipo Matrix, las botas de caña alta con plataforma, los vestidos de encaje o las faldas de cuero.
"La comodidad es mi prioridad. Siempre estoy de un lado para otro, por eso me inclino por ropa práctica que pueda combinar de manera forma o informal", admitía a la edición estadounidense de InStyle. Explica que le gusta mezclar sudaderas con capucha o pantalones deportivos, con abrigos sofisticados o americanas. Una fusión que a menudo apreciamos en los eventos a los que asiste, donde mezcla vestidos cortos con pantalones e incluso ha llegado a llevar chándal con taconespara en citas como la after party de la MET Gala.