Anuncios

Lucila Mariscal: maltratada, golpeada y hasta corrida por su propio nieto

MEXICO CITY, MEXICO - APRIL 17: The mexican actress Lucila Mariscal poses during the presentation of the tv serie “Adictos 3” at the Cinepolis Carso on April 17, 2012 in Mexico City, Mexico. (Photo by Alejandro Godinez/Clasos.com/LatinContent via Getty Images)
Foto: Alejandro Godinez/Clasos.com/LatinContent via Getty Images

Los comediantes viven de hacer reír a través de sus ocurrencias y personajes. Pero cuando baja el telón, para algunos de ellos, la realidad es otra. Es el caso de la actriz Lucila Mariscal, quien sufrió el secuestro y la desaparición de un hijo, así como el maltrato de Andrei Hernández, uno de sus nietos.

Recientemente, se dio a conocer que el joven de 25 años maltrató nuevamente a su abuela y hasta la echó de la casa que ambos compartían. “Andrei le pidió a su abuela que se fueran a vivir a la casa de una amiga de él, donde Lucila tendría una recámara. Ella aceptó para darle gusto. Pero luego él le decía: ‘Lárgate de aquí’, ‘Ya no te soporto’”, comentó Elías Cañete, representante artístico de Lucila.

Y agregó: “Su nieto le decía que ella siempre iba a ser ‘Lencha’, pero de ese personaje, que es un ícono para todos nosotros, es de donde él ha obtenido todo lo que tiene”.

Cañete comentó que los problemas entre ambos se fueron agudizando con el tiempo, hasta que fue insostenible y ella tuvo que llamar a una patrulla. “Ya casi no se hablaban, solo cuando había discusiones. La policía llega porque la señora Mariscal le presta una cabecera, un librero y unos muebles. Y cuando ella decidió irse de esa casa y le dijo: ‘Me tengo que llevar esas cosas’, él le contestó: ‘Tú no vas a sacar nada de mi recámara’. La acompañé a levantar un acta”.

Malos tratos, abusos y una pérdida

La actriz ha vivido momentos difíciles a nivel profesional y personal. Las ofertas de trabajo que recibía ya no eran las de antes. De hecho, en 2016, optó por autoemplearse al hacer su propia obra de teatro, ‘TerceraEdad.com’, en donde se burlaba de sí misma al hablar de los actores que llegan a la adultez mayor sin oportunidades de trabajo.

La vida personal de la actriz ha sufrido varios momentos difíciles. Uno ocurrió cuando era apenas una bebé de ocho meses, cuando su padre abandonó a la familia para iniciar una nueva vida con otra mujer, y después fue víctima de una agresión sexual siendo apenas una niña.

Y en 2009, uno de sus hijos fue secuestrado y desapareció, algo que él ya le había comentado que podría pasar, pues acababa de ser ascendido a subdirector de la Policía de Linares, en Nuevo León.

También te puede interesar: 'La carabina de Ambrosio': los que aún están y los que no

“Estábamos en casa jugando y de pronto le llamaron. Entonces dijo, no recuerdo bien, ‘¿Está bien mi comandante? Voy para allá’. Le cambió la cara, se demacró. Y me dijo: ‘Ahorita vengo, madre. Ahí te encargo a mi mujer y a mis hijos”… Y ya no volvió a saber de él.

Mariscal aseguró que pidió la intervención de las autoridades para localizar a su hijo. Sin embargo, no fue como lo esperaba. “El que estaba en ese momento de jefe de policía me dijo: ‘Mejor ni le muevas’. Me desplomó, es una impotencia horrible. Luego me puse a investigar y me fue como en feria, casi me matan, me amenazaron”, relató.

Desde entonces, la familia de su hijo vive con la actriz. Pero poco a poco, Andrei y también su hermana comenzaron a abusar de su abuela y a maltratarla, algo que Lucila siempre justificó.

También te puede interesar: Lucero y la imagen rosa que le juega en contra para volver a la TV

“Fue, yo creo, sin querer; o ha sido sin querer, porque no creo que lo hagan a propósito. Son buenos muchachos los dos. Son la herencia que me dejó mi hijo, al que se llevaron. Para ellos, perder a un papá de esa forma no es fácil. Tienen un carácter muy especial. Ya comprendí que esa es su forma de ser y yo no soy quién para cambiársela”, declaró alguna vez en una entrevista.

A decir del manager de la actriz, ella siempre apoyó a su nieto Andrei, pero después él la maltrataba. De hecho, se sabe que la actriz vendió una casa que tenía en Monterrey para pagarle al joven la carrera de piloto aviador, formación que dejó a la mitad. Luego ayudó a llevar las redes sociales de Mariscal, pero también dejó de hacerlo. “Andrei era el nieto consentido. Desde niño, Lucila lo complacía con los juguetes que él quería; y ya más grande, con el celular que él quería. Pero pues de repente, uno da de más”, declaró.

@braham_MV