Puntos rubí: por qué salen y cuándo quitar esas bolitas de sangre que salpican la piel
Hay cantidad de personas en el mundo preocupadas por esos extraños lunares rojos en la piel que, generalmente, salen de repente. Aunque la aparición de esos esos puntos rojos no responde a una afección rara de la piel, hay que vigilarlos si nos producen algún tipo de molestia y acudir al dermatólogo
Coloquialmente los conocemos como lunares rojos (nevus rufus) o ‘de sangre’, pero en realidad esos puntos rojos son alteraciones de la dermis que normalmente suelen aparecen a edad avanzada.
Más en concreto, los puntos rubí son lesiones muy significativas debido a su peculiar color rojo, un rojo vivo. Se trata de pequeñas dilataciones capilares benignas que suelen aparecer en nuestras extremidades o tronco (aunque también pueden producirse en la cara) con unas dimensiones que varían de 1 a 4 milímetros.
No son lunares
Es muy sencillo identificar los puntos rubí o puntos rojos. También reciben otros nombres como angiomas senil, angioma capilar, angiomas en cereza (del inglés, cherry angioma) o puntos de Campbell-De Morgan (que fue el primer dermatólogo que los describió).
"Son tumores cutáneo benignos de origen vascular, generalmente asintomáticos; aunque en ocasiones pueden sangrar si se traumatizan", explica Ana Rodríguez Villa, médico especialista en Dermatología y residente de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, Madrid.
“Esto quiere decir que si manipulamos esos puntos rojos o nos damos un pequeño golpe, puede producirse sangre, añade. "Pero no dejan de ser pequeños vasitos de sangre en la superficie de la piel".
Deben diferenciarse de algunos tipos de lunares, otros tipos de angiomas (tumores no cancerígenos compuestos de pequeños vasos sanguíneos) o petequias; pero en general con una exploración clínica es suficiente y es muy raro que el dermatólogo necesite realizar alguna técnica especial para diagnosticarlos.
Suelen transmitirse de padres a hijos
Hay varios factores que provocan la aparición de los puntos rubí, que surgen al dilatarse los capilares sanguíneos, debido a una alteración vascular.
Aunque el origen de los punto rubí es desconocido, se ha comprobado que existen algunos factores genéticos en su aparición. Por lo que es frecuente que varias personas de la misma familia presenten este tipo de ‘marcas’ como algo característico de su piel. En este tipo de personas, con un alto componente hereditario, los puntos rubí pueden salir antes (entre los 20 y los 30 años) para ir proliferando cada vez más con el paso del tiempo.
También se ha asociado la aparición de los puntos rubí como una manifestación propia del proceso de envejecimiento cutáneo. De manera que una elevada exposición al sol puede incrementar los casos de puntos rubí, al acelerar la vejez prematura de nuestro cutis. Asimismo, el fototipo de piel puede ser un desencadenante de los puntos rubí. Las personas con pieles muy claras con una tonalidad ‘blanco lechoso’ generalmente presentan lunares o pecas.
Los factores hormonales también influyen en su desarrollo. De ahí que estén relacionados con el proceso de embarazo en las mujeres.
No pican ni causan síntoma alguno
La aparición de estas lesiones benignas no suele ser síntoma de un problema de salud ni son contagiosas. Por tanto no es una lesión que haya que tratar. Sin embargo, en algunas ocasiones en las que su tamaño sea considerablemente grande, es recomendable su eliminación de la superficie de la piel.
Mucha gente se las quita porque causan un malestar estético. “Al paciente no le gusta verlos ni tenerlos”, apuntan desde Academia Española de Dermatología y Venearología (AEDV) . “No obstante, sí se recomienda destruirla o extraerla cuando existan dudas en el diagnóstico, si sangran con frecuencia o si el paciente está incómodo con su apariencia estética”.
Es decir, aunque por regla general los puntos rubí sean benignos, si pican, sangran o crecen lo conveniente es descartar cualquier tipo de malignidad por parte del dermatólogo.
Por otro lado, si aparecen muchos de forma repentina podrían indicar un exceso de toxinas. En este caso habría que ir al médico aunque en principio no reflejen ninguna enfermedad subyacente.
Aunque no hay un tratamiento o rutina específica para prevenir la aparición de los puntos rojos, se recomiendan una serie de consejos para evitar que florezcan estas marcas cutáneas:
Hay que intentar mantener nuestro cuerpo en forma y conservar la piel saludable, llevando una vida equilibrada y sana para evitar el fotoenvejecimiento.
Tener una alimentación saludable, bebiendo zumos y agua o tomando verduras frescas. Una infusión caliente con zumo de limón por las mañanas es muy saludable.
Mantener la piel limpia de forma diaria será clave para conservarla sana.
Utilizar un filtro de protección solar adecuado a tu tipo de piel para preservar la juventud y la salud de la misma.
También se recomiendan aceites omega 3 y omega 6 y aceite de oliva, y evitar aquellos productos que ‘afean’ tu piel.
sí puede eliminarse mediante cirugía convencional, láser o luz pulsada. Aunque los expertos destacan los láseres vasculares (PDL o KTP) o la electrocoagulación entre los tratamientos disponibles más aconsejables para suprimir los puntos rojos de la piel porque “son métodos rápidos y sencillos que permiten la incorporación de forma inmediata a la rutina diaria”.
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