Cómo evitar las manchas oscuras en las axilas (y qué hacer para aclararlas)
En el mercado abundan productos dedicados a su cuidado, desodorantes blanqueadores; cremas, lociones y jabones, pero por más y mejores cosméticos que utilicemos, si no conocemos la causa por la cual nuestras axilas se han oscurecido, seguirán manchándose y, peor aún, pueden concentrar infecciones y mal olor.
Desde Guadalajara, México, la doctora Ana Paula Sedano Pérez-Lete, comenta que tanto para cuidarlas cotidianamente como para tratarlas en caso de cualquier condición es fundamental entender el por qué de los cambios que pueden presentar.
En este sentido, la afección más frecuente, por la cual la mayoría de los pacientes recurre a la consulta es la hiperpigmentación, pues se considera un problema estético. “Las causas más populares de que se pigmenten las axilas son la fricción, los problemas relacionados con el azúcar en el organismo; problemas hormonales o infecciones que puede responder a bacterias o virus”.
Según dijo a Natura de Brasil la dermatóloga Flavia Ravelli la depilación también podría favorecer un canal de infección que cause la aparición de manchas -pues la piel con esta agresión genera más melanina- y forúnculos y coincide con que, en todo caso, esta no es la única razón por la cual esta zona de la piel puede verse afectada, pues los cambios hormonales y las alteraciones en el índice glucémico también pueden generar oscurecimiento de las axilas y otras áreas de pliegue en nuestro cuerpo.
Asimismo, en un artículo verificado por la doctora Karla Henríquez en Mejor con Salud, las manchas y afecciones en esta zona de la piel pueden aparecer por el uso ineficaz de la rasuradora, la acumulación de células muertas e incluso, el envejecimiento.
De esta manera, la ruta para tomar acciones no es tan complicada. La doctora Sedano asegura que sí existen tratamientos para despigmentarlas y cuidarlas. “Aparatología láser, luz intensa pulsada (IPL) y radiofrecuencia son ideales y, además, estos tratamientos ayudan también a controlar sudoración y mal olor”.
Adicionalmente, la especialista agrega que también hay cuidados alternativos que pueden ser muy eficaces. “El clásico tratamiento de limón con bicarbonato; también pueden usarse aceites esenciales con limón; aceite de copaiba y el de árbol de té también funcionan. Asimismo, las cremas, lociones y jabones con perejil, cúrcuma y tomate rojo son productos que ayudan de forma segura”.
Sin embargo, es necesario destacar que abordar los tratamientos naturales amerita igualmente una consulta previa con el médico, para poder descartar condiciones que puedan estar comprometiendo nuestra salud. Recordemos que natural, no necesariamente quiere decir inocuo.
Una buena idea es hacer una prueba de alergia en una pequeña extensión de la piel y así evitamos irritaciones, enrojecimiento, o comezón.
La magia del remedio casero
Una de las causas más frecuentes del cambio en la piel de las axilas es la acumulación de células muertas, así como de residuos de productos como desodorantes, de manera que incluir esta zona en la exfoliación cotidiana del cuerpo arrojará excelentes resultados.
Esta es la razón por la cual se ha utilizado durante muchos años el bicarbonato -un clásico de la belleza casera- para esta zona, muchas veces mezclado con limón o con aceites naturales para lograr una textura cremosa, pero es necesario ser muy cuidadosos porque el bicarbonato es un producto que puede ser irritante.
Entre los aceites que se recomiendan para esta zona, la doctora Sedano menciona el aceite de copaiba, el cual suele ser incluido en distintos productos de índole comercial como cremas y pomadas pues a algunos de sus componentes -como beta-cariofileno y beta-bisaboleno- se le adjudican propiedades cicatrizantes, antisépticas, antibacterianas, antiinflamatorias, según explican en el sitio especializado Tua Saúde.
Por otra parte, el aceite de coco es también recomendado para suavizar y unificar el color de las axilas. Su aporte en vitamina C, así como de varios componentes menores biológicamente activos, contribuyen a la mejoría de la condición de la piel, según un artículo publicado en Skin Pharmacology and Physiology
Se aplica directamente con un algodón sobre la piel y se hacen masajes circulares durante unos 15 minutos, con el fin de estimular y eliminar las células muertas. Al terminar, se enjuaga con agua tibia y listo, ¡manos arriba!
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