Marcela Tauro y sus “encontronazos” en TV: desde Jorge Rial y Luis Ventura hasta Flavio Azzaro
La televisión actual se nutre de panelistas: periodistas, exmodelos, actores y hasta abogados que participan de diferentes programas para debatir el tema del día, que puede ir desde la situación sentimental del presidente Javier Milei a la epidemia del dengue. Ciclos de espectáculos, interés general y hasta políticos llenan horas y horas con discusiones que no llevan a nada. Es la televisión barata y precarizada que imponen estos años de crisis económica.
Actualmente, más de 120 panelistas transitan 100 horas de TV semanales en las que no sólo se tratan tópicos de actualidad, muchas veces ellos son protagonistas de peleas o de la misma noticia. Lo cierto es que para ser buen panelista hay que ser picante, poder hablar de todos los temas y estar dispuesto a inmolarse si el minuto a minuto de rating lo requiere.
Si alguien puede dar cátedra de cómo ser panelista y no morir en el intento es Marcela Tauro. La histórica integrante de Intrusos dedicó su vida al periodismo y cuenta con esa dosis justa de maldad, ironía y sagacidad que todo aspirante a quedar en la pantalla chica tiene que tener. “La Tauro”, como se la conoce en el ambiente, tiene una trayectoria de más de 35 años en los medios. De la vieja escuela, arrancó cubriendo la temporada de verano, en los 80, para la revista Gente. Seguramente esos años de guardias eternas y recorridas nocturnas la foguearon para ser la profesional que es hoy.
Tauro trabajó con todos: debutó en televisión de la mano de Lucho Avilés, en Indiscreciones, propuesta laboral que la obligó a renunciar al grupo Atlántida para desembarcar en el Canal 9 de Alejandro Romay. ”Cuando Lucho me llamó íbamos a empezar en Telefe, entonces no había conflicto de intereses, pero ese año él decide irse a la competencia y yo tuve que optar por terminar mi relación laboral con Atlántida”, recordó hace poco.
Después de su paso por Telepasillo, programa de espectáculos que condujo Guillermo Andino en las tardes de Canal 13 entre 1999 y 2001, volvió a trabajar con Lucho Avilés en Indomables en la pantalla de América. Pero su consagración como panelista llegó en 2003, en su primera etapa en Intrusos con Jorge Rial y Luis Ventura. Siendo parte del ciclo que durante años lideró la audiencia de los programas de espectáculos, Tauro supo tener sus enfrentamientos históricos porque según ella es “de la escuela de Marcelo Polino”: “Nos hacemos respetar y cuando algo no me gusta, salto”.
Su primera etapa en Intrusos duró 17 años, ciclo por donde pasaron todos los escándalos, polémicas y debates del mundo del espectáculo, en tiempos donde no existía la corrección política ni la cancelación y en donde cuanta más sangre hubiera en pantalla, mejor. En ese período, fue protagonista de varios encontronazos que quedaron en la historia de la televisión.
Un día abandonó el panel de Intrusos, en medio de insultos a Ventura, cuando el periodista le pidió que cortara una pelea con Vanesa Carbone, quien la chicaneó con quedarse con su silla. El episodio es hoy uno de los virales de la red social TikTok. Otro encontronazo muy recordado fue en Polémica en el bar, donde se enfrentó con varios varones, cuando Flavio Azzaro la llamó “sicaria” , por el rol de los periodistas de espectáculo. “Eso me dolió, laburamos juntos. Que vos me digas sicaria, a ver... eso es alguien que cobra por matar y yo estoy lejos de eso”, le reprochó al periodista deportivo, dejándolo sin palabras.
También supo ponerle los puntos a Jorge Rial en el aire, al admitir que muchas veces la pasó mal y se sintió incómoda dentro del programa por sus actitudes. Su personalidad es motivo de encontronazos con varios de sus compañeros cuando algo no le gusta o no coincide, aunque admite que “son puteadas de tránsito”. No dejarse pasar por encima, la llevó, en 2020, a renunciar a Intrusos en medio de un escándalo. Después de una diferencia por el caso del doctor Mühlberger, el conductor le pidió la fuente de una información que ella trajo al programa y eso provocó que se fuera del ciclo.
“Me enojo mal (...), igual se me pasa enseguida, pero al otro le digo tantas barbaridades que no se le puede pasar de golpe”, reconoció en LAM al hablar sobre su carácter. Pero esa misma personalidad la trajo a donde está hoy. En estos días, estuvo en el ojo de la tormenta porque frente a un comentario poco feliz de Lizy Tagliani en Intrusos, decidió contar que la conductora de La peña de morfi le envió mensajes a su expareja, a pocas horas de que su madre había muerto. “Me molesta que se muestren al público como algo que no son”, sentenció sobre la figura de Telefe.
“La Tauro” es mucho más que una panelista de TV, sabe cómo generar polémica y cuándo bajar un cambio. Sus años de experiencia en el medio, le permitieron pasar por Bailando y Patinando por un sueño y no morir en el intento. América le debe un programa propio que en algún momento debería conducir. Con un estilo inconfundible, marca la diferencia en una televisión que se repite a sí misma constantemente. No es poco.