Marta Sánchez revela el gran pesar que le quedó tras la muerte de su melliza en 2004
Marta Sánchez se ha emocionado al recordar uno de los episodios más duros de su vida: la muerte de su hermana Paz hace 20 años. "Nos llamaban las gemelas, pero en realidad éramos melllizas", ha comenzado diciendo en el podcats de Vicky Martín Berrocal, una de sus mejores amigas. "Éramos muy diferentes. Ella era más callada, más seria, con un sentido del humor increíble que te partías de risa. Yo era más loca, más soñadora, más pizpireta... y yo no quería ser así, yo quería ser un poco como ella. Admiraba mucho su elegancia, su saber estar", ha añadido.
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La cantante, de 57 años, ha lamentado la "mala suerte" que tuvo su hermana con la salud. "Cogió una hepatitis muy gorda siendo muy niña y a partir de ahí su salud no era de hierro. Tuvo depresión posparto, que también fue durísima, y luego empezó con el cáncer de mama, que no se lo operaron bien, y tuvo metástasis". A pesar de todo, Paz siempre se mantuvo serena, según ha contado la artista. "Fueron tres años de lucha en los que yo nunca jamás la vi quejarse. Solamente lo hizo con el autotrasplante de médula, que yo no pude ayudarla porque no era compatible. Cuando abrí la puerta, no la reconocí. Pesaba menos kilos, tenía la piel morena por el tratamiento, sin pestañas... ahí fue la única vez que se me cayó en los brazos", ha relatado.
Marta sintió tanto dolor al perder a su hermana que nada le consolaba. "Era mi única hermana. Era una persona tan especial que una enfermera me dijo en el hospital que se la llevaban de aquí porque hacía falta en otro sitio. Y yo solo pensaba: 'Pues que se busquen a otra, ¿no?'".
Lo que más lamenta es no haber pasado más tiempo con su hermana antes de que falleciera. "Mi carrera te exige tanto que yo me he perdido décadas de mi hermana y cuando siento su falta me pregunto por qué no he viajado más a La Coruña, que era donde ella vivía, cómo no me di cuenta de comprarle más regalos todavía, de mimarla, de llamarla todas las noches.... Eso no es fácil de perdonarse a uno mismo", ha explicado con tristeza.
Afortunadamente, a lo largo de su vida ambas se dijeron mil veces lo mucho que se querían. "Nos escribíamos muchas cartas, todavía existía el romanticismo del correo, y era precioso abrir sus cartas. Escribía muy bien, me decía cosas preciosísimas. La carta más fuerte que me escribió fue para agradecerme todos los cuidados que tuve con ella durante su enfermedad. Esa carta la tengo plastificada, es apabullante", ha manifestado al borde las lágrimas.
La intérprete de éxitos como Soldados del amor o Desesperada también ha contado que a su hermana le encantaban los niños. "A mí nunca me han gustado los niños, pero a mi hermana sí. Donde había un niño, ahí estaba Paz, era una cosa de locos. A mí me gustaban las muñecas, más que a ella, pero ella tenía otra pasión más maternal que yo no desarrollé hasta pasados los 30", ha explicado.
El 1 de agosto de 2004 dio a luz a su hija Paula, nacida durante su matrimonio con Jesús Cabanas. "Ya tiene 20 años y hemos tenido etapas. Educar es muy difícil. Ella tiene mucho caracter, como su padre y como su madre, y yo no tengo paciencia, no sé enseñar, no se me da bien, lo hago fatal", ha dicho. "Paula es muy lista, es una esponja de los buenos consejos, no solo míos, también de su padre y de mi actual pareja, Federico", ha añadido.