¿Es migraña mi dolor de cabeza? Este test te ayudará a saberlo
Acostumbramos a llamar migraña a cualquier dolor de cabeza. Sin embargo, no todos los dolores de cabeza son migraña y esta es mucho más que una cefalea. Se trata de una enfermedad neurológica puede ser incapacitante. Las personas que la sufren pueden rechazar trabajos por miedo a que su condición no les permita estar a la altura. Hay madres que se pueden llegar a perder el día a día de sus hijos, su graduación… Esto es lo que le pasó a Inmaculada Martín, secretaria de la junta directiva de la Asociación Española de Migraña y Cefalea. Como nos contó durante el I Seminario Lundbeck Migraña, durante muchos años su vida se vio interrumpida.
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"Me perdí la graduación de mi hija por la migraña"
Inmaculada no tenía un episodio o dos de dolor de cabeza al mes, sino que lo sufría todos los días. Los dolores aparecieron tras el parto de su hija y la han acompañado durante 20 años. "Al principio, pensaba que era un tumor cerebral. Yo le decía al médico que había tenido dolores de cabeza, pero aquello que sufrí tras el nacimiento de mi hija no se parecía en nada. Era un dolor pulsátil, sentía como si los ojos se fueran a salir de las órbitas. No podía oler a colonia, no podía hacer nada más que tumbarme y esperar a que pasaran las crisis". Como insiste, los dolores eran diarios. Las crisis podían aparecer dos días a la semana y duraban entre 48 y 72 horas. Todo ello la obligó a dejar el trabajo. "Sentía que éticamente tenía que hacerlo, ya que no podía obligar a mis compañeros a que se hicieran cargo de mis tareas". Además, añade, buscaba excusas para no tener que decir que no acudía al trabajo por su dolor de cabeza. "Me daba vergüenza, así que me inventaba que había tenido un percance con el coche o cualquier otro pretexto". Se perdió incluso la graduación de su hija, en Alemania. "Pude coger el vuelo, pero tuve que quedarme en el hotel".
Tardó unos siete años en recibir el diagnóstico y 18 en lograr que un tratamiento le devolviera la sonrisa y la vida. "Probé diferentes tipos de tratamientos, tanto para las crisis, como preventivos. Pero ninguno ha sido tan efectivo como el que estoy tomando ahora, un anticuerpo monoclonal que recibo una vez al mes y que se adquiere en la farmacia hospitalaria".
Como afirma Inmaculada, ha vuelto a vivir. También ha vuelto al trabajo y, aunque sigue sufriendo alguna crisis, sabe que tienen una duración limitada y que el resto del tiempo estará bien.
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Es migraña lo que sufro
Como decíamos, no todos los dolores de cabeza responden a una migraña. Pero es importante saber si se trata de esta enfermedad para recibir el tratamiento más adecuado. Puedes responder a estas preguntas que, aunque no son una herramienta de diagnóstico, sí pueden orientarte a la hora de poner nombre a tu dolor.
Como nos explica el Dr. Jesús Porta-Etessam, jefe de Sección de Neurología en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, "existen tres factores que pueden inducirnos a pensar que se trata de migraña: esta empeora con la actividad física, es decir, te duele más al agacharte o al mover la cabeza; por otro lado, en una crisis de migraña puedes tener fotofobia, es decir, te molestan las luces o, incluso, los olores -osmofobia-, por último, el dolor en migraña suele ser pulsátil, como si notaras el corazón dentro".
La migraña insiste este especialista, es mucho más que un dolor de cabeza. “La cefalea es uno de los síntomas, pero se pueden presentar náuseas y vómitos, molestias ante toda actividad y estímulos como la luz y el ruido. Además, las personas con migraña pueden padecer cuadros de vértigo con más frecuencia que el resto de la población y presentan mayor riesgo de tener otras enfermedades, por ejemplo, ictus. Podemos decir que tienen un cerebro distinto, un cerebro migrañoso”, indica.
¿Qué causa la migraña?
Aunque existen factores que pueden desencadenar una crisis de migraña, y cada persona tiene los suyos, no son la causa de esta enfermedad. Aun así, es frecuente que aparezca al relajarse tras un periodo de estrés, por los cambios de tiempo o cambios hormonales.
Lo importante, subraya el Dr. Porta-Etessam es tratar de llevar una vida lo más ordenada posible para reducir y aliviar estas crisis. Una alimentación adecuada, hacer ejercicio, dormir bien y evitar la automedicación son medidas esenciales para hacer frente a la migraña. Además, hay que evitar la automedicación y pedir cita para que un médico haga un correcto diagnóstico y, junto al paciente, encuentre la medicación para reducir el dolor en las crisis o preventiva para disminuir el número de episodios.
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Avances en el tratamiento de la migraña
Las personas que padecen migraña se enfrentan un prolongado proceso hasta obtener un diagnóstico definitivo, que, en la mayoría de los casos, se demora en más de seis años. Este retraso en el diagnóstico tiene varios motivos. Como apunta la Dra. Patricia Pozo-Rosich, Jefa de Sección de Neurología y responsable de la Unidad de Cefalea del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, "los pacientes no siempre consultan y, cuando lo hacen, los médicos no siempre les hacen caso, por lo que se sienten poco atendidos y tratados. Entre los neurólogos existe también falta de interés sobre esta patología y escasez de profesionales, lo que se traduce en una falta de priorización del sistema". Sin embargo, un tratamiento adecuado de la migraña mejora significativamente la calidad de vida. Como destaca el Dr. Porta-Etessam "mejorar a un paciente con migraña es mejorar a una persona, a una familia y a una sociedad".
En la actualidad, se han desarrollado anticuerpos monoclonales anti-CGRP para el tratamiento de la migraña que ha marcado un cambio de paradigma en el tratamiento de esta enfermedad. Según explica la Dra. Pozo-Rosich, "los anticuerpos monoclonales anti-CGRP son tratamientos diseñados específicamente para la migraña, teniendo en cuenta su fisiopatología. Son rápidos, eficaces y bien tolerados, lo que garantiza la adherencia al tratamiento".
En España, los anticuerpos monoclonales anti-CGRP están indicados para la prevención de la migraña en adultos que experimentan al menos cuatro días de migraña al mes. Sin embargo, su financiación está restringida a personas que sufren ocho o más días de migraña al mes y han tenido al menos tres fracasos en tratamientos previos, durante un período mínimo de tres meses.
A diferencia de los tratamientos preventivos orales, la respuesta terapéutica a los anticuerpos monoclonales anti-CGRP comienza de manera temprana, incluso en la primera semana, y en algunos casos, desde el primer día.