El resultado después del encierro: regresa la minifalda como rebeldía (y para economizar)
Twiggy, la famosa modelo de finales de los 60 que impuso la minifalda como una pieza fundamental de la moda convirtiéndola en icono de una época, no imaginó jamás que el mundo se detendría por una pandemia que marcó no solo el ámbito científico, sino la manera de asumir aspectos cotidianos como la vestimenta.
De hecho la minifalda ya estaba en un rincón casi olvidado tanto de las preferencias del consumidor como de la creatividad de los diseñadores. No era tendencia, ni estaba de moda, ni nadie la recordaba. Sin embargo, de manera sorprendente, ha comenzado su resurgimiento siendo una elección que va en aumento en las compras en línea. Como todo en esta industria, si hay demanda, hay oferta.
Según datos de Lyst, plataforma que reúne miles de tiendas de todo el mundo y desarrolla investigaciones sobre moda y su consumo a través del comportamiento de sus usuarios, el interés por esta pieza ha aumentado 29%, mientras que las búsquedas de minivestidos han crecido más de 44%, e incluso casi se llega a 50% de crecimiento en términos como “minifalda vaquera”.
Indagamos sobre este fenómeno de la moda que indica que la minifalda regresa con todo, y ya puede verse tanto en grandes almacenes, como en desfiles de marcas exclusivas como Chanel y Hermès.
Gianfranco Berardinelli, editor de moda y periodista especializado, opina que el hecho de haber estado encerrados durante el verano pasado ha influido en las decisiones de compra para disfrutar estos meses. “Definitivamente que hayamos estado un verano encerrados, sin poder exhibirnos en el mejor sentido, sin ir a la playa, a la piscina, a tantos lugares para disfrutar del aire libre hace que la gente retome piezas que si bien no eran una gran tendencia funcionan para expresarnos, y es cuando se conviertan en best sellers”.
Para el experto, la minifalda es uno de los ítems que va más allá de las tendencias y de las propuestas de moda, pues en este caso se traduce en un escape.
Por su parte, Daniela Kammoun, directora de Project Glam y consultora de imagen opina que “no solo es una respuesta de la gente, creo que también es una respuesta a la crisis de la industria. Hacer minifaldas es mucho más económico que hacer prendas más elaboradas y además puede aprovecharse mucho más el material. Sabemos que la industria de la moda fue de las más afectadas por la pandemia, con lo cual esto resulta una propuesta inteligente por parte de la industria, imponer la minifalda como tendencia”.
Cómo sumarme a la tendencia
Es inevitable caer en la tentación de sumarse a las tendencias, más cuando representan algo más que simplemente un look, pero que sea tendencia no quiere decir que simplemente se compra la que esté de moda y ya nos quedará de perlas. No, no es tan simple.
La estética y la moda siguen teniendo algunos parámetros básicos y aunque el principal es usar lo que nos haga sentir cómodos y bien, también es conveniente tener algunas claves de estilo para marcar la diferencia.
Para Berardinelli las recomendaciones básicas para usar la minifalda perfecta es que sea de corte alto, en la cintura y la elección correcta del calzado. “Si se usan con snickers, es ideal que sean los llamados de caña media o mid rise, para darle proporción y elegancia al look. Si la preferencia es usarla con sandalias, son ideales las gladiadoras, que llegaron para quedarse; y si se usa con tacones, preferiblemente de tacón grueso y no muy altos”.
“Para lograr equilibrio, recomendaría usar mucho más holgado como top”, afirma Berardinelli, con lo cual coincide Kammoun que agrega que si el foco de atención con este look son las piernas, tratemos de usar en la parte de arriba algo menos llamativo.
Pero más allá de las combinaciones, Kammoun advierte que, lo más importante para seleccionar una minifalda favorecedora es conocer cómo son nuestras piernas. “Si tienes piernas delgadas podrás experimentar con distintos modelos de minifalda, inclusive ajustadas o de corte amplio en A. Si más bien tienes las piernas gruesas, es conveniente usar faldas rectas, no demasiado ajustadas. Si las piernas son cortas, se verán mucho mejor las faldas a la cintura, mientras que si son largas, puedes llevarlas a la cadera”.
Finalmente, con relación al límite de edad, la experta confiesa que estos suelen ser planteamientos muy polémicos porque son relativos. “Las reglas establecidas de estilo señalan que después de cierta edad, la minifalda no es una prenda recomendable. Sin embargo, tres centímetros por encima de la rodilla se considera una falda corta y podría adaptarse al estilo de cualquier mujer. Otro punto importante es la ocasión del vestir. Si voy a reunirme con una amiga la falda corta irá muy bien, pero si voy a un compromiso social que requiere mayor formalidad, una minifalda no será la opción más adecuada si queremos lucir acordes y elegantes”.
Estampados divertidos, minifaldas escocesas, y las tradicionales de jean son las alternativas para sumarse al look en tendencia del verano más esperado.
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