Murió el director David Lynch, a los 78 años

Murió el director David Lynch, a los 78 años
Murió el director David Lynch, a los 78 años - Créditos: @Dean Hurley

El director estadounidense David Lynch murió este jueves, a los 78 años. Así lo confirmaron desde su cuenta de Facebook, con un breve mensaje que tomó por sorpresa a sus seguidores.

“Con profundo pesar, nosotros, su familia, anunciamos el fallecimiento del hombre y artista David Lynch. Agradeceríamos un poco de privacidad en este momento. Hay un gran vacío en el mundo ahora que ya no está con nosotros. Pero, como él decía: ‘Mantén la vista en la rosquilla y no en el agujero’. ... Es un hermoso día con sol dorado y cielos azules a lo largo de todo el camino”, reza el texto.

El año pasado, el artista había revelado que sufría un enfisema pulmonar a causa del cigarrillo
El año pasado, el artista había revelado que sufría un enfisema pulmonar a causa del cigarrillo - Créditos: @The New York Times

En agosto pasado, el realizador contó que había sido diagnosticado con un enfisema pulmonar, y que por ese motivo se había tenido que mantener alejado de los sets durante la pandemia. “ He tenido enfisema por fumar durante tanto tiempo y, por lo tanto, estoy confinado en casa, me guste o no. Sería muy malo para mí enfermarme, incluso con un resfriado ”, reveló. Para graficar su estado, dio más detalles de sus limitaciones: contó que solo podía “caminar una distancia corta antes de quedarse sin oxígeno ”. También habló del futuro de su carrera: aunque aclaró que cree que es poco probable que volviera a dirigir y que si lo hacía no podría ser en persona, pero que sí trabajaría de forma remota si fuera necesario.

El legendario cineasta, director de grandes obras de culto como Eraserhead, El camino de los sueños y la serie televisiva Twin Peaks, reveló en una entrevista que cuando le diagnosticaron enfisema pulmonar cambió la dinámica de su vida. Poco después de que trascendiera la noticia y abrumado por el revuelo que causó la información, hizo uso de su cuenta de X para hacer una férrea defensa del cigarrillo, la causa de su enfermedad, y explicar que la idea del retiro estaba lejos de su mente. “Estoy lleno de felicidad y nunca me jubilaré” , sentenció.

“Damas y caballeros. Sí, tengo enfisema debido a mis muchos años de fumar”, confirmó, y de inmediato, hizo una defensa del cigarrillo. “Debo decir que disfruté mucho de fumar y me encanta el tabaco: su olor, encender cigarrillos, fumarlos, pero este placer tiene un precio, y para mí el precio es el enfisema”, aclaró.

Debido a su enfermedad, el director tuvo que abandonar el hábito. “Hace más de dos años que dejé de fumar. Recientemente me hice muchos exámenes y la buena noticia es que estoy en excelente forma, a excepción del enfisema. Estoy lleno de felicidad y nunca me jubilaré. Quiero que todos sepan que realmente aprecio su preocupación. Con cariño, David”, se despidió.

Últimos proyectos

En otra parte de la entrevista que le concedió a Sight and Sound, Lynch explicó que todavía mantenía la esperanza de que su guion de 2010 Antelope Don’t Run No More desembarcara en la pantalla grande. “No sabemos qué nos deparará el futuro”, dijo. También habló de Snootworld, la película animada en que trabajó hace dos décadas con Caroline Thompson. “Hace poco, pensé que alguien podría estar interesado en respaldar esto, así que se lo presenté a Netflix en los últimos meses, pero lo rechazaron”, repasó. “Los cuentos de hadas pasados de moda se consideran gruñones: aparentemente, la gente no quiere verlos. Ahora es un mundo diferente y es más fácil decir no que decir sí”, analizó.

Lynch, cuyo último largometraje fue Imperio (2006), causó furor en el 2017 con el regreso de la serie de culto Twin Peaks. El show tuvo tan buena recepción que los directivos de Showtime dijeron un año después que estarían encantados de hacer otra temporada y confirmaron más episodios para cuando Lynch estuviera listo.

Una vida signada por el arte

Originario de Missoula, Montana, Lynch atravesó su infancia muy conectado con su don artístico. Cuando era niño dibujaba y pintaba todo el tiempo y, como tuvo que mudarse frecuentemente con su familia, el arte fue su refugio. “ Cuando no pertenecemos, lo podemos sentir, y eso nos afecta. Todos los chicos lo sienten. Pero, si estamos en un lugar y no logramos que nos acepten, está bueno mudarse y volver a intentarlo”, señaló el cineasta en el libro Lynch por Lynch.

“Algo que le agradezco a mi madre es que se negara a darme libros para colorear, porque son limitadores. Y mi padre, que trabajaba para el gobierno, traía resmas de papel a la casa. Más que nada, dibujaba artillerías, pistolas y aviones, porque la guerra acababa de finalizar y supongo que era algo que todavía se respiraba en el ambiente. Tenía mi propio casco, un cinturón del ejército y una cantimplora, y esos rifles de madera. Los dibujaba porque formaban parte de mi mundo. Casi siempre dibujaba subfusiles automáticos Browning enfriados por agua. Eran mis favoritos”, revela el libro del británico Chris Rodley, que reúne once entrevistas con el director.

Con un notable talento para las artes visuales, Lynch se inscribió en la Academia de Bellas Artes de Pensilvania y allí comenzó un aprendizaje de diez años como realizador de cortometrajes. En el libro de 2018 Room for Dreams, de Lynch y Christine McKenna, se cita a un amigo de la infancia de Lynch destacando detalles de su personalidad: “ David siempre tuvo un carácter alegre, pero siempre se sintió atraído por las cosas oscuras. Éste es uno de los secretos de David ”.

David Lynch:
David Lynch: "“Todos tenemos adentro fantasmas, pensamientos negativos" - Créditos: @Ricardo Moraes

En 2017, Lynch explicó en una charla por streaming su método de trabajo: “Todos tenemos adentro fantasmas, pensamientos negativos. Uno tiene miedo a esos momentos, e intenta escaparse de ellos. Pero lo que el artista, y otra cualquier persona, debe hacer con ellos es profundizar, ir más allá. Detrás de esos miedos y de esos fantasmas hay algo puro y profundamente personal”. Lynch apuntaba a encontrar aquellas imágenes a través de la meditación, otra de las pasiones que lo movían.

Desde que en 1990 Lynch llevó Twin Peaks a la televisión, su toque mágico logró cautivar al mundo con aquella historia policial que, en muchos sentidos, cambió la forma de hacer ficción en pantalla chica. El cineasta se encargó de destacar que los misterios son lo que son, precisamente, porque no se explican. Incluso, contó muchas veces su frustración por haber tenido que dar una explicación al final de la primera temporada de la serie.

Lynch no tenía reparos a la hora de afirmar que “no hay reglas” a la hora de atraer al público. “Hay clases de guion que lo reducen todo a reglas. Pero no hay fórmulas, no debería haber ninguna regla. Hay cosas que supongo que tradicionalmente funcionan. Pero siempre digo que las ideas dictan todo. Las ideas son como regalos. Sigue las ideas y no te preocupes de la forma. Sigue las ideas de las que te has enamorado y sé fiel a ellas. Y ellas te lo dicen todo, así es como se hace”. A lo largo de su trayectoria, el legendario cineasta logró lo que pocos: despertar la sensibilidad del público y la de los críticos.