La apuesta romántica de Netflix para San Valentín no es lo que nos habían vendido

Con la llegada de San Valentín, las plataformas de streaming se suman a la tendencia de estrenar contenidos románticos con los que mantenernos pegados al sofá en estas fechas. Es el caso de Netflix, que en este 2023 trae series como Todas las veces que nos enamoramos, ficción protagonizada por el actor argentino Franco Masini y la estrella de Élite Georgina Amorós que, de primeras, se nos anticipa como una comedia romántica adolescente llena de todo el azúcar y diversión que buscamos en productos de estas características. Sin embargo, esto no es del todo así, porque lo que ofrece no es exactamente igual a que lo que nos han vendido en su campaña promocional.

Desde sus avances, el servicio de transmisión nos ha anticipado una historia sobre idas y venidas en una relación, la de una chica que sueña con convertirse en directora de cine junto a un joven que entra en su vida en su primer año como universitaria. No hay más que escuchar algunas de las frases que se cuelan en el tráiler, como “se van a enamorar muchas veces, porque se van a dejar muchas veces”, que junto a los puntos cómicos y escenas de fiesta apuntan a un producto ligero y sin muchas pretensiones más allá que la de emocionarnos con su romance y hacernos disfrutar. Pero, vistos sus primeros capítulos, os puedo asegurar que estos calificativos no le hacen para nada justicia, porque Todas las veces que nos enamoramos va un paso más allá con una idea que no se ve venir.

Sin entrar en spoilers, digamos que la relación de los dos protagonistas no es ningún cuento de hadas ni sus idas y venidas están marcadas por los sucesos superficiales a los que acostumbran las comedias románticas. Esta nueva serie de Netflix apuesta por huir de lugares comunes trayendo un trasfondo dramático fuerte y trágico que no solo se traduce en amores y desamores, también en reflexiones sobre la vida y el éxito que nos dejarán con el corazón encogido, con un regusto melancólico y con una gratificante sensación agridulce.

Lo mejor es que consigue cuadrarlo con el tono ligero que nos vende el tráiler, con esa sucesión de escenas cotidianas y despreocupadas que ayudan a que sintamos a sus personajes como nuestros compañeros de vida. Y esto, en cuanto su trama golpea con la tragedia, le hace sumar puntos extra.

En mi caso, que al igual que su protagonista también me trasladé de un pueblo pequeño a una gran capital para estudiar cine y he pasado por sus mismas experiencias (el soñar con convertirme en director, la emoción de asistir por primera vez a una premiere y rodearme de famosos, el congeniar con nuevas personas con mis mismos hobbies en un nuevo lugar, el desarrollar proyectos conjuntos…), se ha traducido en un fuerte torrente de emociones con todo lo que veía en pantalla. Y es que no estamos ante los personajes estereotipados que se podría esperar de cualquier historia romántica al uso, sino ante perfiles muy reales con los que muchos espectadores, especialmente los más jóvenes, se van a ver identificados.

Creo que el único error que encuentro en su pretensión más ligera y accesible es lo mucho que abusa de secuencias de fiesta o de sexo, casi al nivel de Élite, lo que es lógico teniendo en cuenta que su creador, Carlos Montero, es también una de las mentes al mando de esta otra serie adolescente de Netflix. No es algo que choque en exceso, pero valorando el trasfondo trágico que hay tras la narración a veces se sienten fuera de lugar. Y sin este abuso, creo que podría ser una serie a tomar mucho más en serio, porque no puedo negar que su vertiente más disfrutona llega a entorpecer de manera puntual el flujo de la acción dramática.

Me gustaría entrar a abordar todas las implicaciones que traen los sucesos de su trama, porque hay mucho que extraer de ellas, pero creo que es mejor que el público las descubra por su cuenta y se deje llevar por la corriente de emociones y sentimientos que hay tras Todas las veces que nos enamoramos. Les aseguro que las sorpresas, las emociones, el disfrute y los sentimientos románticos y melancólicos están asegurados.

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