La niña emperatriz de 'La historia sin fin' se reconcilia con su amargo pasado

Cuarenta años después de emocionar a una generación completa de espectadores, La historia sin fin resucitará de nuevo. Según informa Variety, la entrañable novela de fantasía del escritor alemán Michael Ende, que fue adaptada en el clásico de 1984, volverá a las pantallas con una saga de "múltiples películas de acción real". Al parecer, los herederos del autor llevaban varios años recibiendo ofertas de la industria del cine y el streaming y se habrían decantado por See-Saw Films, la compañía detrás de éxitos como El poder del perro, Heartstopper y Slow Horses, que se hará cargo de las producciones junto a Michael Ende Productions.

Que La historia sin fin se adapte a nuevas generaciones de espectadores tiene sentido. Después de todo estamos ante una historia universal, tan aventurera como entrañable, que mantiene el mismo potencial para conquistar a niños y adultos como lo hizo en los '80. Una película que no solo marcó a los espectadores de la época con los vuelos de Falkor y la aventura de Bastián, sino también a sus estrellas. Como sería el caso de Tami Stronach.

Es probable que muchos espectadores no recuerden su nombre real, después de todo se alejó del mundo del cine poco después de su mayor éxito internacional. Pero su personaje es legendario: fue la niña que interpretó a la Emperatriz Infantil, la misma que con 10 años cautivó a diferentes generaciones con su desesperado intento de salvar el reino de Fantasía.

La fama tocó a su puerta con todas sus fuerzas trayendo nuevas oportunidades, pero también un lado oscuro que forzó su retirada casi inmediata. Sin embargo, a sus 51 años, encontró la forma de revivir el clásico a su manera.

La historia de Tami: cuando nació una estrella

Tami Stronach sabía que quería ser artista pero desconocía las ramificaciones de la fama. Como, por ejemplo, que el éxito despertaría el acoso de hombres adultos que acampaban afuera de su casa o le enviaban anillos de compromiso por correo, como confesó a Vice en 2021. Cuando era una niña de unos 12 años. Una verdadera locura.

Y es que la familia de Tami no tenía experiencia en el negocio del cine como para ayudarla a navegar la fama ni sus consecuencias buenas y malas. Sus padres eran arqueólogos y se habían conocido en Irán después de que su progenitor ganara la lotería y se mudara a Terán.

Tami Stronach nació en 1972 y la familia se mudó a California en busca de una tierra neutral donde echar raíces después de la revolución iraní de 1979. Y fue durante una de sus clases de teatro que llamó la atención de un agente de castings que casualmente pasaba por ahí para almorzar con su profesora. No tuvo el papel enseguida sino que tuvo que pasar por un proceso de audiciones, compitiendo con otras candidatas como Heather O’Rourke de Poltergeist. Pero lo consiguió.

Y si bien su personaje de la Emperatriz Infantil apenas aparecía en dos escenas, dado que los grandes protagonistas de la aventura eran Atreyu (Noah Hathaway) y Bastian (Barret Oliver), Tami pasó todo el verano en Alemania formando parte del rodaje que dirigía Wolfgang Petersen. Y es que había mucha preparación de por medio con pruebas de vestuario y maquillaje. Además, tuvo que pasar dos semanas yendo al dentista porque se le cayeron algunos dientes de leche y necesitaban crearle un set de dientes postizos para sus escenas, como reveló a The web show en 2020.

Tami contó que no tenía expectativas porque pensaba que "iba a ser una película europea pequeña que nadie vería". Pero se equivocaba: la fama comenzó a entrar en su vida prácticamente desde el principio.

Confieso que desconocía esta anécdota, pero como la novela de Michael Ende era tan popular en Alemania, los actores dieron varias entrevistas durante el rodaje para dar más notoriedad comercial al proyecto. Y durante una aparición televisiva, Tami dijo que no hablaba alemán pero conocía una canción. Y la cantó. Al día siguiente, como revela Vice en la entrevista a Tami, un productor musical le ofreció un contrato, escribiendo canciones para ella en una noche y grabando las canciones y un video musical de forma fugaz en menos de tres días. Fairy Queen fue uno de los temas que, como pueden ver en el video, comparte sonidos con La historia sin fin mientras Tami canta y convierte a una persona sin techo en millonario. Todo muy ochenteramente mágico.

El triste precio de la fama

El rodaje terminó y Tami volvió a su vida normal, refugiada en el hogar familiar, el colegio y en una era sin Internet que la mantenía alejada de cualquier tipo de exposición mediática. No obstante, hombres adultos lograron ubicar su dirección, acampando afuera de su casa con el deseo de verla en persona. Un hombre alemán incluso le envió un anillo de compromiso mientras productores de cine aparecían en su casa ofreciéndole una película donde aparecería desnuda. “Vinieron a nuestra casa y presentaron la idea, y yo dije, no voy a hacer una película de desnudos. No soy una Lolita”, contó Stronach a Vice.

Entre el acoso y la falta de experiencia de sus padres navegando por la industria del entretenimiento, decidieron que lo mejor sería que abandonara sus deseos de ser actriz profesional. Y cerraron la puerta. A Hollywood, el cine y la actuación en general. “La conclusión es que mis padres simplemente no estaban equipados para ser managers. No estábamos en esto por el dinero, y ciertamente no estábamos en esto por la fama”, dijo Stronach. “Creo que si me hubiera mudado a Los Ángeles y hubieran decidido ayudarme a buscar proyectos, podríamos haberlos encontrado. Pero ese no era un paso que nosotros como familia íbamos a dar”.

Tami habló varias veces de la decisión de darle la espalda a la interpretación cuando tenía las puertas de Hollywood abiertas de par en par. "Siendo una niña de 11 años no sabía cómo lidiar con toda la atención", dijo en el podcast de BRWC en 2017. "Quería ser normal, encajar, que nadie pensara que era diferente [...] para mí esa elección fue la correcta en ese momento de mi vida [...] Mis padres y yo lo hablamos y decidimos que me enfocara en el baile". Mientras que en 2020 añadió en The Web Show que "hacer la película fue increíble y una experiencia realmente positiva, pero navegar las consecuencias y lo que significa ser famoso por un período corto de tiempo, Hollywood, agentes y directores, fue una maquinaria que me pareció muy abrumadora".

El tiempo pasó y Tami optó por dejar su paso por La historia sin fin en el pasado, sin hablar del tema casi nunca en la adolescencia. Incluso cuando decidió mudarse a Nueva York para convertirse en bailarina profesional, no quiso incluir la película en su currículo. Y así abrió sus alas en el mundo del baile sin dejar que el clásico de fantasía influyera en su carrera de ninguna manera. Dedicó las dos décadas siguientes a bailar en teatros de Nueva York, fundó su propia compañía de baile y otra dedicada a la educación de niños en teatro y cine, The Paper Canoe Company.

Pero entonces La historia sin fin tocó a su puerta de nuevo. Porque entre el homenaje que Stranger Things le hizo en la tercera temporada y las primeras apariciones de Tami en convenciones de fans, descubrió que el cariño hacia el filme y las historias de fantasías seguían vigentes. Y se sintió inspirada a crear su propia película, Man & Witch.

Se trata de un proyecto que rinde homenaje al cine de fantasía artesanal que Tami protagoniza y coreografía, mientras su marido -Greg Steinbruner- firma el guion y la acompaña en el reparto junto a un grupo destacado de estrellas como Christopher Lloyd, Sean Astin y Jennifer Saunders. No solo eso, la compañía encargada de las marionetas de Jim Henson colaboró con el proyecto. Y a juzgar por las redes sociales del filme, el rodaje se completó en 2021 pero todavía no parecen haber anunciado fecha de estreno.

De todos modos, Tami encontró otra manera de reconducir su vida hacia el legado de La historia sin fin. Lejos de la vulnerabilidad de la infancia y el acoso sufrido, la artista celebra la película en convenciones donde se encuentra con otras figuras de la fantasía cinematográfica, como Elijah Wood o David Harbour.

La invitaron a ComicCon hace unos años y se quedó sorprendida al descubrir el cariño de muchas personas. "Me di cuenta que estaba en una posición especial de tener algo que compartir con la gente", dijo a BRWC.

Pero también comparte el cariño del mundo hacia su personaje y el clásico de 1984 a través de sus redes sociales, a través de fotos e historias, mientras promociona y vende autógrafos sobre imágenes de su personaje.

De esta manera, Tami Stronach pasó de forzar el olvido durante su adolescencia y adultez, encaminando su pasión artística por una industria diferente a encontrar una vía para celebrar su pasado. Y en lugar de hacer que los malos recuerdos empañen su memoria, ahora abraza la nostalgia como parte de su presente.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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