Novedades sobre el tratamiento contra el cáncer que padece Carlos III
Desde que reapareció tras su retirada de la vida pública para someterse a un tratamiento contra el cáncer, el rey Carlos III se muestra vitalista y con un evidente optimismo en cada una de sus apariciones. Su equipo médico tomó el control de su agenda y, desde la jefatura del Estado, priorizaron aquellos asuntos que no se podían postergar, como su presencia como jefe de la Commonwealth en la cumbre de octubre pasado en Samoa, y suprimiendo los desplazamientos o actividades que pueden esperar o quedarse en manos de otros miembros de la Casa Real británica. Su regreso, aunque fuera a medio gas, sirvió para que en un tiempo récord se recuperara la sensación de normalidad que se había perdido a comienzos del año. No obstante, una fuente del Palacio de Buckingham ha querido deslizar un mensaje de cautela y dejar claro que este proceso no ha terminado: el soberano británico seguirá recibiendo tratamiento durante el 2025.
"Su tratamiento ha evolucionado de forma positiva; es una enfermedad controlada y el ciclo de tratamiento continuará durante el nuevo año", dijo la fuente del Palacio a Daily Mail justo un día después de que los Windsor se reunieran en la residencia oficial de la monarquía británica en Londres, Buckingham, para el tradicional almuerzo previo a las fiestas de la próxima semana en Sandringham. Una cita a la que faltaron los príncipes de Gales y sus hijos en un gesto que, lejos de ser un desaire, se puede interpretar en que para Kate Middleton también es la primera Navidad después del cáncer y que ha priorizado el tiempo con sus hijos.
La conclusión es que su evolución es positiva, como refleja una agenda que cada vez incorpora más compromisos, institucionales y familiares, pero su salud sigue necesitando ser controlada. En cualquier caso, son buenas noticias, sobre todo para un país y un hombre que el pasado febrero se enfrentó al shock de un diagnóstico de cáncer.
La intención, de cara al 2025, es volver a un programa completo de funciones públicas, que incluiría recepciones de Estado y giras al extranjero. Todavía no se han confirmado los destinos, que serán coordinados con el Ministerio de Asuntos Exteriores y en función de las necesidades del Gobierno británico, pero serán realizados en primavera y otoño, los periodos en los que habitualmente la monarquía británica atiende este tipo de compromisos. Lo que sí se sabe es que, llegado el momento, el itinerario y la agenda serán consultados de nuevo con el equipo médico.