Cinco obras de danza contemporánea y teatro físico para mover el cuerpo o ver como lo mueven otros
La cartelera del teatro alternativo porteño siempre da cuenta de su diversidad en todos los sentidos imaginables: en lo que hace días y horas de las funciones, en lo referido a la variedad de salas como en lo que hace a las múltiples propuestas escénicas. En lo que hace al mapa del arte del movimiento, actualmente conviven trabajos nacidos y criados en el territorio de la danza contemporánea como ciertas derivas vinculadas con el teatro físico, las artes circenses y el teatro/danza. Muestra de esa diversidad, en estos días se alterna cinco títulos a tener en cuenta. Hay propuestas que ya tienen un camino transitado como un colectivo que festeja sus 20 años de vida junto al estreno a cargo de jóvenes creadoras que viene pisando fuerte. Pasen y vean.
La acróbata que se cansó de ganar medallas
Desde los cuatro a los 19 años, Gabriela Parigi se la pasó en el gimnasio. En el Cenard, el lugar destinados a los deportistas de elite, fue construyendo su carrera de deportista olímpica representando al seleccionado local. Pero un día dijo basta. Empezó a estudiar circo contemporáneo acá y en Francia. Y todo fue cambiando. De hecho, sus referentes son grupos como los canadienses de Los 7 dedos de la mano, ligados al circo experimental, como el grupo de danza/teatro belga Peeping Tom, cocreado por la argentina Gabriela Carrizo. En estos momentos, la exatleta y actual perfomer está presentando un trabajo en el cual recorre esos pasos transitados en la alta competencia en propuesta de tono biodramático. Se llama Consagradas. Desde el momento de su estreno de hace dos temporadas, este montaje no ha parado de formar parte de diversos festivales como de obtener premios y nominaciones. Va los lunes, a las 21, en Timbre 4 (México 3554). Como yapa, la misma artista es parte del elenco de Un domingo, una excelente propuesta de circo contemporáneo que dirigió el francés Florent Bergal. Como no podía ser de otra forma, va los domingos, a las 19, en Caras y Caretas (Sarmiento 2037).
Las Corina Wilson atacan de nuevo
De Boedo a Paternal. Más exactamente a El Galpón de Guevara, la sala en la cual justamente dieron sus primeros pasos las dos obras mencionadas. Entre los escénicos seleccionados para la Bienal de Arte Joven 2019 estuvo el grupo Corina Wilson. En aquella oportunidad estrenaron Éxtasis y demonios, un potente trabajo a cargo este colectivo de bailarinas y actrices complejo de encasillar. Ahora es el turno de Bardo, una nueva obra que presentan de este modo: “Es una práctica escénica experimental donde el tono muscular compone ficciones, relaciones e imágenes que sopesan entre lo berreta y lo onírico”. Esta nueva obra de Brenda Lucía Carlini, Victoria Castelvetri, Ana Inés García, Virginia Leanza, Milva Leonardi y Quillen Mut va los miércoles, a las 21, en ese galpón que supo ser una playa de estacionamiento, ubicado en Guevara 326.
La mercancía de un power trío
Los viernes es cuestión de trasladarse hasta el barrio de Congreso. Allí, se repone un espectáculo rendidor a juzgar por su circulación en otras salas y los festivales internacionales que participó. Se trata de Vivir vende , una creación de Mayra Bonard, una de las fundadoras del ya mítico grupo El Descueve . En esta cuarta producción del grupo Selección natural, Mayra trabaja junto a Federico Fontán y Damián Malvacio. Como aseguran los integrantes de este power trío de bailarines y coreógafos, se ríen de todo: “De la moda, de la precariedad, de ser pobres, de ser lindos”. Como aliados tiene dos creadores de peso: el músico Diego Vainer y el iluminador Gonzalo Córdova. Esta propuesta en la que los tres intérpretes reflexionan e ironizan sobre el cuerpo en el mercado del arte se presenta los viernes, a las 21, en el teatro Área 623, de Pasco 623.
Un circo negro en Parque Centenario
En el centro geográfico de la ciudad, Parque Centenario, funciona El Club de Trapecistas Estrella del Centenario, una de las escuelas de artes del circo contemporáneo que está de festejo por sus 20 años de vida. Las dos décadas la están celebrando con una propuesta en la que combinan a la danza contemporánea con las artes circenses. La obra en cuestión se llama Ceremonia, circo negro, de Mariana Sánchez, una creadora que inició su trayectoria en 1990, se formó en trapecio, tela y acrobacia en zancos con en el campo de la danza y el contact. El espectáculo está protagonizado por mujeres trapecistas que abordan el tema del tiempo, el destino, la vida y la muerte. En el mismo lugar se pude ver una exposición de fotografías con la historia de este galpón de unos de 660 metros convertido en una usina de formación y creación artística ubicado en Ferrari 252. Las funciones son los sábados, a las 21; y los domingos, a las 20.
Ceremonia performática a la hora del té
En la Fundación Cazadores, cerca del Parque Los Andes, la bailarina y coreógrafa Marina Sarmiento también está de festejo a partir de un número redondo. A 10 años del estreno de su obra Lejos, la está presentando los domingos aprovechando la luz de la tarde que se cuela por los enormes ventanales de este otro galpón devenido en un lugar clave de la experimentación escénica. El trabajo en sí mismo se inició a partir de una investigación entre una actriz, la estupenda Florencia Bergallo; un músico, Ezequiel Abregu; y esta bailarina y coreógrafa cordobesa de una extensa trayectoria cuyos trabajos suelen hacer foco en el cruce de lenguajes. En Lejos, la respiración de Florencia Bergallo se convierte en un elemento clave de ese montaje que se presenta los domingos, a las 16, en Fundación Cazadores. Hay yapa: terminada la función, hay un desmontaje de esta obra por otras tres salas porteñas.