La película que agravó la depresión de Nicole Kidman luego de divorciarse de Tom Cruise

Nicole Kidman interpretó a la escritora Virginia Woolf en la película Las Horas, estrenada en 2002
VALERIE MACON

Su interpretación le valió un premio Oscar a mejor actriz, pero para Nicole Kidman dar vida a Virginia Woolf en Las horas la sumió en un estado depresivo. La actriz, de 54 años, acababa de divorciarse entonces de quien fuera su marido durante 11 años, Tom Cruise, y ponerse en la piel de la escritora hizo que en aquel momento que se sintiera en un estado “depresivo”.

“No estaba en mi propio cuerpo”, expresó la intérprete durante una entrevista en el espacio This Cultural Life de Radio 4, perteneciente a la BBC. En la misma conversación, la actriz hizo referencia a algunos de los momentos más significativos del rodaje, en los que se dejó llevar completamente por el espíritu del personaje. Por ejemplo, en la escena final, la cual refleja el suicidio de Woolf en el río Ouse, muy cerca de su casa de Susex. “No sé si alguna vez pensé en el peligro. Estaba tan metida en el personaje... Quiero decir, me puse las piedras en los bolsillos y me metí en el río. Una y otra vez. Probablemente no tuve suficiente cuenta del peligro”, confesó la estrella en referencia a dicho momento.

“Virginia fluyó a través de mí. Yo era un recipiente prácticamente abierto para que esto sucediera. Y creo que Stephen [Daldry, el director de la película] tuvo mucha delicadeza para conmigo, porque lo sabía”, añadió. Una receptividad hacia el personaje a la que ella se sentía predispuesta y que cree que es “probablemente la belleza de la vida del actor”.

Nicole Kidman como Virginia Woolf, en Las horas
Nicole Kidman como Virginia Woolf, en Las horas


Nicole Kidman como Virginia Woolf, en Las horas

Además de hablar sobre su experiencia concreta interpretando a Woolf, Kidman aprovechó la ocasión para referirse a los episodios que atravesó en relación a la salud mental, asegurando que a lo largo de su vida ha “profundizado y pasado por muchos paisajes diferentes de salud mental, de pérdida, de alegría...” y dijo que ahora es mucho más “consciente” del tiempo y de que está cerca “de algunas de las mentes más grandes del mundo”. “He crecido con ellos, me han enseñado, me han formado y me han visto, y ese es un hermoso viaje para emprender. Espero que todavía continúe, pero lo valoro. Definitivamente no quiero cerrarme a medida que envejezco. Quiero ser más abierta, estar más disponible y ser más libre”, recalcó.

Sobre el fin de su matrimonio con Tom Cruise, con quien tiene dos hijos adoptados, Bella y Connor, ya se pronunció en una entrevista en 2012 en la revista Who, en la que admitió que tuvo que encontrar su camino “a través de la depresión” y que aquella experiencia fue parte de su “crecimiento”. También entonces explicaba que parte de ese estado se debió a que pensó que nunca podría tener un hijo biológico después de que fallase el tratamiento de fertilidad y sufrir varios abortos espontáneos y un embarazo ectópico. Sin embargo, en 2008, la actriz, ya unida a su actual pareja, el cantante Keith Urban, dio a luz a su hija Sunday Rose. En 2010, ambos se convirtieron en padres de otra niña, Faith Margaret, nacida a través de un vientre de alquiler.