Una película esconde un desafío enorme pero importante para los Oscar

Recorte del póster de 'Ella dijo' (Crédito: Universal Studios)
Recorte del póster de 'Ella dijo' (Crédito: Universal Studios)

Dicen que en la variedad está la diversión y este 2023 la Academia no puede quejarse. La actual temporada de premios tiene candidatas de todo tipo, desde producciones de corte más independiente a blockbusteres, pasando por el drama, el existencialismo, lo biográfico y psicodélico, poniendo sobre la mesa de los académicos el desafío de elegir lo mejor del último año. Sin embargo, más allá de los títulos más sonados entre las quinielas de los Oscar (hay varios, ya se los cuento más abajo), existe una película que debería estar entre las candidatas. Y solo por el desafío enoosrme y necesario que propone al obligar a todo Hollywood a reflexionar y mirarse el ombligo. Esa película es Ella dijo.

La película, que llegó a los cines de Hispanoamérica el 5 de enero, relata la investigación de dos periodistas del New York Times, Jodi Kantor (Zoe Kazan) y Megan Twohey (Carey Mulligan), que expusieron los abusos de Harvey Weinstein en un artículo histórico publicado en octubre de 2017 donde destapaban las tres décadas de acoso sexual y ocho acuerdos económicos cerrados con actrices y empleadas de Miramax y The Weinstein Company. Pero no vayan a creer que se trata de un resumen de una historia que, a estas alturas y con el ex productor encarcelado, ya conocemos de sobra. Porque Ella dijo no solo se centra en exponer los trapos sucios de este depredador sexual sentenciado, y que tuvo tanto poder en la meca del cine, sino de observar y señalar sin tapujos a la misma industria que miró hacia otro lado durante tanto tiempo.

Dirigida por Maria Schrader (Poco ortodoxa), Ella dijo pone su foco en la historia de las dos periodistas que hicieron su trabajo con entrega personal y profesional, pero también en el sistema que protegió a Harvey Weinstein de las consecuencias al hacer la vista a un lado, permitiendo que los rincones de Hollywood fueran el patio de recreo de sus abusos.

A través del relato, la investigación lleva a las dos periodistas a verse de frente con una sucia realidad. Hablo del secretismo en torno a los abusos de Weinstein. Pero de todo tipo, desde aquellos que optaron por seguir trabajando a su lado a pesar de las historias de pasillo; a los medios de comunicación que no se atrevieron a investigar a fondo. La película, en resumen, nos habla del secretismo de una maquinaria subyugada bajo la seducción del éxito y el miedo al poder ante un ser que podía arruinar o elevar la carrera de quien quisiera.

Y por eso Ella dijo es la película más desafiante, importante y difícil para los académicos este año. Porque se atreve a ponerlos de frente con su propia historia, esa en donde nominaron a las películas de Miramax y The Weinstein Company y las votaron como ganadoras (desde el Oscar a mejor película a El paciente inglés, Shakespeare enamorado, Chicago, El discurso del rey, El artista a premios a cintas que exitosas como Mi pie izquierdo, El piano, Tiempos violentos, Mente indomable, Regreso a Cold Mountain, El aviador, etc). Porque más allá de las buenas producciones que Harvey Weinstein llevó a los Oscar y que merecían las estatuillas por derecho propio, más de un votante probablemente se vea forzado a reflexionar sobre su lugar en esta historia que elevó al mogol a lo más alto de la industria. Cuando, sobre todo, los Oscar simbolizaron los escalones que encumbraron su poder como personaje influyente.

Carey Mulligan y Zoe Kazan se entregan en una travesía exquisita junto a un reparto de secundarios extraordinario, que eleva la mirada femenina a través de una película con aires de thriller que no olvida, en ningún momento, que esta es una historia de mujeres hurgando en la cruda realidad para derrocar a ese verdugo que representaba la misoginia y abuso sobre el género. Sin embargo, si nos preguntamos si Ella dijo podrá entrar entre las nominadas a los Oscar, creo que lo tiene difícil pero no imposible. Porque este año existen candidatas adoradas por los críticos y la industria (Todo en todas partes al mismo tiempo, Los espíritus de la isla), además de blockbusteres apetitosos que podrían darle un empujón al rating televisivo (Top Gun: Maverick, Avatar: El camino del agua), así como cintas de corte nostálgico que nos hablan del amor al cine que tango gustan a la Academia (Los Fabelman). Y Ella dijo no entra en ninguna de estas categorías.

Y por eso me parece el desafío más necesario para los académicos que el próximo 24 de enero nos dirán cuáles son las nominadas de este año. Porque los pone de frente con su pasado más doloroso, crudo y reciente; con la sugerente culpabilidad de aquel que mira hacia otro lado o prefiere observar los brillos del éxito por encima de las huellas oscuras que se van creando en el camino. Porque si algo consigue Ella dijo es conseguir que Hollywood se mire el ombligo como el escenario donde Weinstein cometió sus crímenes mientras lo aplaudían y habilitaban a seguir creciendo. Ella dijo no estará entre las típicas películas que glorifican la historia de Hollywood y que la Academia suele nominar, pero es la propuesta que más verdad pondría en la ceremonia del 12 de marzo como reconocimiento definitivo hacia las víctimas, la responsabilidad de la industria en general como habilitadora de poder cuando hay éxito de por medio y, sobre todo, de este capítulo tan oscuro de su historia. A ver si se atreven…

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