'Perfil falso' sentencia la nueva moda de Netflix y un actor venezolano lo demuestra

Netflix está marcando una tendencia de la que poco se habla. Y no me refiero a cambios en el consumo de los espectadores o el aluvión de series y películas que estrenan cada semana. Sino a una moda que se afianza con cada serie de tono romántico, erótico y sensual. Porque no sé si se dieron cuenta, pero la plataforma se está erigiendo como la cuna donde nacen los nuevos sex-symbols televisivos. Y el último en demostrarlo es el actor venezolano Rodolfo Salas, la estrella masculina del nuevo fenómeno latino de Netflix, Perfil falso.

Evidentemente existe un público hambriento por las telenovelas latinas en la plataforma. Porque en apenas seis días desde su estreno, Perfil falso se mantiene como la segunda serie más vista del servicio a nivel internacional. Por ejemplo, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Brasil, México, Uruguay o Venezuela se han rendido a esta historia con alta tensión erótica y una trama enrevesadamente imposible, siendo la serie líder en estos momentos. Mientras el público de EE.UU., Reino Unido, España, los Emiratos Árabes y muchos países más, también picaron el anzuelo. En líneas generales, se encuentra en el Top10 de lo más visto de Netflix en todo el mundo (Fuente: FlixPatrol).

Y si hay alguien que parece estar cosechando las semillas del éxito en pocos días, ese es Rodolfo Salas. Porque este actor venezolano se ha convertido en el punto de referencia a la hora de hablar de Perfil falso en redes sociales. Por ejemplo, si buscamos el título en Twitter, enseguida nos aparecen fotos, vídeos y comentarios que se centran exclusivamente en destacar su belleza, físico y secuencias que ensalzan sus atributos corporales. Mientras su perfil en Instagram no deja de sumar seguidores, pasando de unos 180 mil seguidores al estreno de la serie, a más de 237 mil en menos de una semana.

La telenovela de diez episodios gira en torno a Camila (Carolina Miranda), una bailarina de Las Vegas que conoce al hombre de sus sueños a través de Tinder, la popular aplicación para citas. Se llama Fernando (Rodolfo Salas), es cirujano plástico y se pasa los días bañándola de halagos mientras dan rienda a la pasión cada vez que se ven en persona. Pero entonces Camila decide sorprenderlo y visitarlo en Cartagena, solo para encontrarse con una gran mentira: su novio está casado, tiene hijos y es el yerno de un hombre poderoso.

Y así comienza una historia que juega entre la venganza y el erotismo para tejer una trama repleta de giros sin sentido. Pero en este caso no importa. Porque el propósito de Perfil falso no es ser la mejor serie dramática del año, sino saciar el apetito por las telenovelas erótico-sensuales. Y eso es precisamente lo que hace a golpe de secuencias que rozan lo explícito, cuerpos desnudos y un juego voyerista de escándalo. Y en este vaivén de físicos perfectos y besos apasionados surge Rodolfo Salas como nuevo sex-symbol de Netflix.

Pasó con Regé-Jean Page a raíz del éxito de Los Bridgerton, pasando de ser un completo desconocido para el público internacional, a nuevo sex-symbol del mundo de las series. Y sucedió a través de un personaje que jugaba entre el erotismo y el dramatismo romántico, conectando con la audiencia a través de una historia de amor con tendencias de telenovela. En su caso, el actor británico no quiso encasillarse bajo una etiqueta superficial y se marchó de la serie, aprovechando la fama conseguida para expandir su carrera en Hollywood. Y la decisión fue la más acertada, como demostró su trabajo en Calabozos y Dragones: Honor entre ladrones.

Luego sucedió de nuevo con su sucesor, Jonathan Bailey, que lejos de imitar el erotismo inicial de la serie consiguió el mismo estatus a través del impacto romántico y la sensualidad que emanaba su historia de amor. Él no quiso dejar la serie pero el reconocimiento conseguido con la serie le abrió las puertas a nuevas oportunidades, como la esperada adaptación de Wicked.

Otras series eróticas como Sexo/Vida impulsaron la carrera del australiano Adam Demos, después de interpretar un papel centrado en su faceta de amante pasional y su cuerpo musculado con planos dedicados a cada parte de su físico al desnudo. Al igual que la (terrible) trilogía erótica turca, 365 días, que hizo que Michele Morrone dejara de ser un desconocido para ser invitado en eventos de moda o por codearse con Khloé Kardashian. A través de series diferentes, pero con historias que reforzaban la imagen de galán erótico, cada uno se erigió como sex-symbol ante la mirada internacional, llamando la atención del público gracias a la plataforma.

Y ahora parece ser el turno de Rodolfo Salas. Porque si bien este venezolano, deportista y actor lleva moviéndose por el universo de las telenovelas desde 2017, no había disfrutado de tanta exposición internacional hasta ahora.

Nacido el 3 de mayo de 1983 en Maracaibo, Venezuela, expandió su carrera por el modelaje, como DJ, entrenador personal y fundador de un gimnasio. Y si bien comenzó a trabajar como actor a los 17 años, no tuvo fácil abrirse camino en la industria de la interpretación con proyectos esporádicos y enfocados en el mundo de las telenovelas.

Se mudó a EE. UU. en 2014, donde consiguió papeles en telenovelas como La mariposa enamorada, Milagros de Navidad o La familia perfecta. Pero se trataba de personajes pequeños, sin una exposición que le ayudara a abrir sus alas a lo grande. Su primera gran oportunidad llegó en 2019 cuando interpretó al mezquino Daniel en Betty en NY (uno de los muchos remakes de Yo soy Betty la fea), para luego conseguir otro papel protagónico en Médicos, línea de vida en México. Sin embargo, a pesar del éxito de ambas producciones, se trataba de proyectos locales sin repercusión internacional. Hasta que llegó Netflix.

Porque Perfil falso ha conseguido en pocos días romper con sus cadenas ancladas exclusivamente en el horizonte del público latino, abriendo sus alas como sex-symbol internacional a través de una serie que está arrasando a golpe de erotismo y de exprimir su belleza física. Desde planos tan ridículos como verlo haciendo ejercicio en vertical y exponiendo su físico contra un cristal, a secuencias eróticas bajo la ducha y primeros planos que exprimen su belleza. Y todo esto ha funcionado, como demuestran las reacciones acaloradas en redes sociales que celebran, aplauden y ensalzan su paso por la serie.

Perfil falso no será la telenovela más recomendable del momento y su trama tiene suficientes agujeros de guion como para ahogarse en la insensatez más irrisoria. En otras palabras, es el tipo de contenido que rellena el apetito por las historias erótico-sensuales, donde la profundidad narrativa brilla por su ausencia. Sin embargo, el público se quedó prendado del erotismo, la sensualidad y la belleza de su pareja protagonista, haciendo que Rodolfo Salas renazca profesionalmente como sex-symbol internacional de la noche a la mañana.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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