Por qué deberías pensar en vacunarte del sarampión si tienes entre 40 y 50 años

Debido al avance ‘preocupante y continuo’ de esta enfermedad vírica, Sanidad recomienda vacunarse contra el sarampión a todos los nacidos desde 1970

Se recomienda la vacuna del sarampión a los nacidos a partir de 1970 que no hayan pasado la enfermedad e estén previamente vacunado. (Foto: Getty)
Se recomienda la vacuna del sarampión a los nacidos a partir de 1970 que no hayan pasado la enfermedad e estén previamente vacunado. (Foto: Getty)

Este llamamiento se basa en que los últimos brotes de sarampión en nuestro país muestran un mayor número de casos en las personas nacidas en España entre 1970 y 2000, la mayoría de ellos sin documentación de haber sido vacunados.

No necesitan la vacuna aquellos que ya contrajeron la enfermedad en algún momento, pues ya están inmunizados.

No obstante, España ha conseguido verificar el estado de eliminación de sarampión y rubeola, lo que significa que nuestro país está libre de transmisión endémica de estos virus.

De manera que los 233 casos de sarampión confirmados en nuestro país entre el 1 de enero y el 21 de julio de 2019 son casos importados o secundarios a éstos y la transmisión se ha interrumpido con facilidad. En relación con la rubéola no se ha detectado ningún caso.

Así lo refrenda la OMS en una carta enviada al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social por la Comisión de Verificación para la eliminación de sarampión y rubéola en Europa, el ente que evalúa anualmente la situación de cada país y monitoriza los progresos hacia la eliminación.

Se considera que no hay transmisión endémica cuando la transmisión del virus persiste menos de 12 meses, o lo que es lo mismo, cuando la transmisión del virus se interrumpe antes de un año.

Récord mundial

Por el contrario, en un informe publicado el 12 de agosto, la OMS constató que el aumento de casos de sarampión en Europa, que comenzó en 2018, ha continuado este año con aproximadamente 90.000 casos notificados durante la primera mitad. Esta cifra ya es superior a la registrada para el conjunto de 2018 (84.462).

Desde enero, 182 países han informado de 364.808 casos de sarampión, casi tres veces los contabilizados en el mismo periodo del año pasado. Además, la OMS subraya que este número es una subestimación; se calcula que apenas recoge uno de cada 10 casos reales.

Además, cuatro de los 53 países que componen el área europea de la OMS han perdido el estatus de haber erradicado la enfermedad (Reino Unido, Albania, República Checa y Grecia). Y de los países no miembros de la UE, Israel, Ucrania y Rusia destacan por sus elevados índices de prevalencia.

“La salud del mundo está en riesgo siempre que en alguna parte del planeta exista la posibilidad de epidemia o de mantenimiento del virus”, advierte en El País el epidemiólogo Antoni Trilla, del Hospital Clínic de Barcelona.

El peligro persiste por los casos importados de otros países

El sarampión es una enfermedad grave y altamente contagiosa. Pasado un periodo de incubación del virus de hasta 12 días —durante el cual ya es contagioso—, produce fiebre alta y erupciones en la piel.

El virus presente en el aire o sobre superficies infectadas sigue siendo activo y contagioso durante periodos de hasta 2 horas, y puede ser transmitido por un individuo infectado desde 4 días antes hasta 4 días después

Además, puede causar complicaciones debilitantes o fatales, como encefalitis, diarrea y deshidratación severas, neumonía, infecciones de oído y pérdida permanente de la visión. Los bebés y niños pequeños con desnutrición y sistemas inmunológicos débiles son particularmente vulnerables a las complicaciones y la muerte.

En el peor de los casos

Los brotes de sarampión pueden ser peligrosos en menores de 5 años y adultos de más de 30 años. Las complicaciones más graves son la ceguera, la encefalitis (infección acompañada de edema cerebral), la diarrea grave (que puede provocar deshidratación), las infecciones del oído y las infecciones respiratorias graves, como la neumonía. Pero se pueden tornar mortales en niños pequeños malnutridos, y sobre todo en los que no reciben aportes suficientes de vitamina A o cuyo sistema inmunitario se encuentra debilitado por el VIH/SIDA u otras enfermedades.

La enfermedad se puede prevenir con dos dosis de una vacuna segura y eficaz. Sin embargo, durante varios años la cobertura global con la primera dosis de la vacuna contra el sarampión se ha estancado en un 85 por ciento, lejos del 95 por ciento necesario para prevenir los brotes. La cobertura de la segunda dosis es del 67 por ciento.

En nuestro país hemos conseguido altas coberturas de vacunación gracias a “la existencia de un Calendario Común de Vacunación a lo largo de toda la vida y la confianza de la población española respecto a los beneficios de las vacunas”, apunta la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo.

Al margen de las recomendaciones individualizadas, en función de la edad o el historial médico y características de cada persona, el doctor José María Bayas, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, recuerda que un adulto sano debería recibir una serie de ‘vacunas de repesca’ que en su momento no recibió porque no estaban disponibles. “Es el caso de la vacuna frente a la hepatitis B que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para toda la población; o la vacuna frente al virus del papiloma humano (VPH)”. A éstas habría que añadir además “la vacuna antigripal anual, la vacuna antineumocócica, la vacuna del herpes zóster, la vacuna frente al sarampión y la varicela (en ausencia de vacunación anterior o padecimiento de la enfermedad) y las dosis necesarias de recuerdo para la protección antitetánica así como la de la tosferina y la de la gripe en embarazadas”.

Por tanto, si eres un adolescente o un adulto que no está seguro de si te han vacunado adecuadamente contra el sarampión, habla con tu médico.

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