¿Por qué no podemos decir lo que no nos gusta en el sexo?
“Yo no le puedo decir a mi esposo que quiero que me haga ‘eso’ porque me va a preguntar que dónde lo aprendí o cómo lo sé… va a pensar que soy una cualquiera”, dice Claudia, que tiene 10 años de casada.
“Quisiera que no me estruje como si yo fuese un sartén que está difícil de limpiar, pero no me atrevo a decirle porque no quiero hacerlo sentir mal, prefiero callarme y tratar de enseñarlo”, dice Daniela de 32 años de edad.
Como estos testimonios hay muchos. Van de lo más simple a lo más profundo, lo hablas entre amigas, o los escribes en un plataforma como Reddit, donde cientos de mujeres se animaron a decir lo que los hombres tienen que dejar de hacer en el sexo.
Esto es lo que deben dejar de hacer
Una nota en BuzzFeed recoge más de 15 comentarios sobre lo que los hombres tienen que dejar de hacer en la cama. Algunos son hilarantes, otros impresionantes y otro son situaciones muy básicas que deberíamos ser capaces de decir mientras ocurre la acción.
“La cantidad de hombres que piensan que el buen sexo es que ellos se pongan a bombearnos sin ningún juego previo y luego se sorprenden cuando les decimos que no tuvimos ningún orgasmo es preocupante…”, dice DeadSharkEyes.
“Aprendan a usar los dedos. Córtense las uñas. No me froten el clítoris como si trataran de hacerle un agujero. ¡Duele!”, clama Dolliiy, mientras que Becauseimcountolaf comenta que está mal ponerse demasiado serios y no estar dispuestos a reírse de cosas que salen mal.
No estar limpios o evitar el incómodo empujón en la cabeza para guiarte a hacer sexo oral antes de que estés lista o quieras hacerlo, son otros de los reclamos y es que todos los comentarios deberían ser leídos, revisados y aprendidos no solo por hombres, sino por toda persona que quiera tener sexo sano y placentero.
El sexo no siempre es perfecto, y está bien podemos expresar lo que queremos sin juicios. Y esa es la gran pregunta, lo decimos en una plataforma en línea, pero ¿nos atrevemos a decirlo personalmente?.
Por qué no podemos decir lo que queremos
La orientadora en sexología, coach y activista Nermary Yibirín explica que hay dos factores muy relevantes que nos impiden expresarnos más libremente en cuanto a nuestras demandas sexuales.
El primero, está relacionado con la autoestima. “Algunos estudios revelan que cerca del 15% de las mujeres latinoamericanas tiene baja autoestima y una de las consecuencias de la baja autoestima es no saber expresar lo que se quiere, poca inteligencia emocional o poca asertividad para expresar los sentimientos. No solo en materia de sexo sino en todos los aspectos de la vida, porque te sientes una persona insuficiente, porque te da pena, porque te da miedo ser rechazada. Porque estás buscando siempre aprobación. Te intimida la reacción del otro al decir lo que quieres”.
Esta cifra es determinada por varios factores, especialmente la autonomía corporal y sexual, con lo cual influye la autopercepción de las mujeres físicamente. “Muchas mujeres sienten que no son lo suficientemente bellas, y sienten que no cumplen con todo lo que se supone que tienen que tener para sentirse llenas y plenas, y esto suele ser un motivo para no comunicar lo que se quiere y lo que no te gusta en la cama. No hay la fuerza interior para decirlo”.
Yibirín atribuye a un segundo aspecto el no atrevernos a expresar lo que queremos en una relación sexual: la crianza, cómo se ha hecho sentir a la mujer históricamente y el patriarcado. “Siempre se han establecido los parámetros de la santidad como valor, y por otro lado si no eres santa, eres una sinvergüenza. La santa es la abnegada, la que sacrifica todo por la familia, la que complace al marido en todo lo posible y la sinvergüenza es la que dice ‘no me toques allí, tócame más arriba’, la que pide un orgasmo, la que disfruta del placer carnal. Pero en la sociedad esta búsqueda de placer por parte de la mujer está asociada con una falta de valores”.
“Esto está signado por los parámetros machistas que han dirigido la sociedad en general y aquí hay que destacar la relación que esto tiene con el tema religioso. Por ejemplo, en la religión, la sexualidad plena y libre es pecado. De manera que perder la virginidad es sinónimo de perder su valor, la dignidad, y esto es así en muchas culturas”.
A pesar de que las cosas están cambiando y hoy muchas mujeres son capaces de pedir lo que quieren en la cama, de expresar sus sentimientos, sigue existiendo el estigma del juicio. “Cada vez que una mujer habla de sus instintos, o de la búsqueda del placer, es juzgada o se siente juzgada por la sociedad en mayor o menor medida. No se nos niega sentir placer, como en otras culturas, pero sí hay una represión tácita en torno al placer sexual de la mujer”.
Yibirín, quien es autora del libro “Poderosas” dedicado a motivar a las mujeres a redefinir sus creencias sobre ellas mismas, concluye que es casi imposible que las mujeres ejerzan libertad sexual sin ser juzgadas, sea por su pareja, por sus amigas, o si es una figura pública será juzgada en general.
“Los juicios para la mujer abundan: porque salió del clóset y es gay, porque tiene una pareja mucho más joven… tenemos muchos prejuicios de lo que significa el placer femenino como tal. Se perpetúan los conceptos donde la mujer disfruta porque el hombre disfruta. Vemos en el cine y en todas las referencias culturales relacionadas con el sexo, que este se termina cuando el hombre termina y que es el hombre quien lleva el control, y resulta que esa no es la realidad. A las mujeres nos cuesta más alcanzar un orgasmo, tenemos maneras diferentes de activarnos… eso jamás se refleja en los referentes culturales y hace que las mujeres comunes se sientan como las únicas que tienen esas necesidades y prefieren quedarse calladas. Todas tenemos cosas que decir pero el sistema hace que el sexo sea limitado, secundario o sin demasiada importancia para la mujer”.
Cómo expresar eso que quieres
Naturalmente la tecnología nos da muchas herramientas para hacerlo, pero comunicarte con franqueza y asertividad es primordial para la salud de cualquier relación. La vida no es estática, a veces nos gustan unas cosas, podemos aprender nuevas, podemos descubrir nuevos placeres y todo esto podemos compartirlo.
La psicólogo y sexólogo Lydia Parrilla, en una entrevista publicada en Código Nuevo, sugiere que para comunicarnos mejor sexualmente consideremos hacerlo en forma directa, pero siempre cuidando de no incomodar o atacar a la otra persona. En este sentido, recomienda hablar desde uno mismo. En lugar de decir “tú no haces esto bien”, abordar el tema diciendo “a mí me gustaría hacer tal cosa”, “me siento más cómoda/o haciendo esto o si no hacemos aquello”.
La experta recomienda además, que para superar la pena de hablar, recordemos que estamos en la misma situación, en igualdad de condiciones: expuestos. Y también invita a recurrir a estrategias no verbales guiando a la pareja más hacia las acciones que nos gustan y mostrando cómo puede desarrollarse mejor la experiencia.
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