Propiedades de la flor de azahar
El naranjo es un árbol de cuatro a ocho metros de altura con la copa redonda, hojas duras y agudas de forma elíptica, y flores blancas; sus frutos, las naranjas, cuelgan del árbol durante todo el invierno, hasta que se produce la siguiente floración.
Su nombre proviene de la palabra árabe al-azahar, cuyo significado es “flor blanca”. Ésta destaca por su belleza, por desprender uno de los aromas mediterráneos por excelencia y por las propiedades terapéuticas que posee, ya que proporciona grandes beneficios para nuestra salud.
Suele utilizarse como ingrediente básico en numerosas infusiones, extrayendo de la flor de azahar el tan famoso aceite esencial de nerolí. Entre el mes de abril y principios de mayo, en los campos en donde se cultiva, puede disfrutarse de su aroma en todo su esplendor.
Veamos un poco más sobre cómo nos podemos beneficiar de esta aromática flor:
Debido a que posee propiedades hipnóticas y ansiolíticas, la flor de azahar es ideal para tratar problemas de ansiedad y nervios.
Por sus propiedades antiespasmódicas es útil para tratar problemas de indigestiones leves; asimismo, calma las náuseas, vómitos y reduce el dolor estomacal.
También cuenta con propiedades carminativas, lo que la vuelve muy efectiva en el tratamiento del meteorismo y las flatulencias, ya que favorece la eliminación de gases acumulados en el tubo digestivo.
Gracias a sus propiedades sedantes y aromatizantes, la flor de azahar es útil para combatir problemas de insomnio, dolores menstruales y dolores de cabeza.
Debido a su alto contenido de pectina, esta flor cuenta con propiedades antidiarreicas; este mismo componente puede apoyar también el tratamiento para la disminución del colesterol.
La flor de azahar es un excelente hidratante natural para la piel; además, estimula la regeneración de las células y la formación de colágeno, lo que hace que los efectos del envejecimiento se mantengan a raya.
En cuanto a la preparación y dosificación, se recomienda que se tome en forma de infusión -proveniente de las flores solas o combinadas con melisa y verbena (dos tazas al día)-; el agua de azahar (de una a tres cucharaditas al día) y el aceite esencial de nerolí, únicamente en usos aromaterapéuticos (baños, friegas, masajes y vaporizaciones). No hay que tomar este aceite esencial por vía oral.
Si tomas la infusión es recomendable, para potenciar sus efectos, combinarla con otros ingredientes, como lo son la canela, la miel o el limón; además de que la mezcla de la flor de azahar con estos componentes es perfecta para tratar dolores de garganta, tos o para favorecer el buen funcionamiento de los riñones
Otros usos que podemos mencionar de esta flor se encuentran en la industria cosmética, específicamente para la elaboración de perfumes, tónicos faciales y desmaquillantes. La industria alimentaria también se beneficia con su utilización, en la elaboración de dulces y agua de azahar.
Aquí te dejo una receta para preparar un tónico facial casero, ideal para las pieles grasas:
Ingredientes:
100 ml de agua de azahar.
5 gotas de aceite esencial de enebro.
10 gotas de tintura de hamamelis.
Preparación:
Coloca el agua de azahar en un frasco de vidrio que pueda cerrarse herméticamente; añade gota a gota el aceite esencial de enebro.
Mezcla bien hasta que queden completamente integrados.
Posteriormente, añade poco a poco la tintura de hamamelis y vuelve a agitar. Ya quedó lista tu loción facial.
Lava tu cara como de costumbre, humedece un algodón con el tónico (agita bien antes de usar), aplica en todo tu rostro y no enjuagues -la idea es que el tónico penetre en tu piel-.
Debido a los efectos tonificantes del agua de azahar, la acción desintoxicante del enebro y la astringencia del hamamelis, esta es una receta perfecta para aplicarla después de la limpieza facial.
Recuerda… ¡tú generas el cambio!