Pudieras tener más arrugas de acuerdo al sitio donde recibas el nuevo año

No importa que uses cremas, hagas ejercicios, te hidrates correctamente o tengas una dieta frugal. Al parecer otro de los factores que tendrás que tomar en cuenta para combatir la aparición de las arrugas será el lugar donde vivas, y sobre todo donde pases la Navidad y el Año Nuevo.

Las arrugas dependen de muchos factores
Las arrugas dependen de muchos factores

Las condiciones medioambientales inciden directamente en la aparición de arrugas en la piel femenina, no hablamos aquí de los hombres porque para ellos no parece ser un problema mostrarlas (aunque últimamente han aumentado los tratamientos dirigidos a ellos). Una compañía estadounidense de productos antienvejecimiento ha compartido públicamente datos de un estudio sobre las condiciones del medio ambiente que ayudan a producir arrugas.
Lo importante es que ha revelado los pensamientos positivos o negativos durante los días festivos también ayudan a la aparición de las arrugas. Según el estudio, durante el invierno -temporada en la que los días son más cortos- los sentimientos de tristeza, desilusión y el frío excesivo inciden directamente en la aparición de arrugas. Y aunque la menor exposición a los rayos solares sea una buena noticia para quienes viven en el hemisferio norte, la mala es que la nieve y el frío pueden hacer más daño a la piel.

Las arrugas aparecerán, pero hay que retrasar ese día
Las arrugas aparecerán, pero hay que retrasar ese día

La dermatóloga Debra Jaliman, famosa autora de Nueva York sobre el cuidado de la piel, afirma que “los residentes de cada estado reciben distintos factores que afectan positiva o negativamente su piel, por esto la causa de las arrugas varía. En todo caso, los factores que pueden incrementar la velocidad a la que envejece la piel son la polución, los altos niveles de estrés”.
Agrega Jaliman que otro factor a tomar en cuenta es el tiempo de desplazamiento entre la casa y el sitio de trabajo, así como la exposición al aire acondicionado, la calefacción o el calor de la chimenea.