Yahoo Estilo Químicos en tu barniz de uñas podrían ser una causa de obesidad
Texto: Maribel Barros
Un reciente estudio publicado en la revista Toxicology in Vitro asegura que podría haber una relación directa entre la obesidad y la exposición a los ftalatos, químicos presentes en productos de uso diario, como el barniz de uñas.
Los ftalatos son químicos comúnmente presentes en plásticos porque, entre otras cosas, ayudan a mejorar su flexibilidad y apariencia. Estudios previos han demostrado la presencia de estos químicos en el cuerpo humano, lo que llevó a los investigadores a a conocer sus posibles efectos en el desarrollo de enfermedades. Para este estudio en particular se enfocaron en conocer los efectos del ftalato de bencilo y de butil (BBP por sus siglas en inglés).
Estudios previos habían ya demostrado los efectos de otro químico, el bisfenol A (BPA, por sus siglas en inglés), en la acumulación de grasa en las células. Tomando esto en cuenta, los investigadores crearon dos modelos para ratones de laboratorio, exponiendo a unos al ya conocido BPA y a otros al BBP. Tras comparar los resultados descubrieron que ambos químicos producían resultados similares, causando un aumento de la acumulación de lípidos en las células. Pero en el caso del BBP, éstas fueron mayores, lo que podría convertirlo en una causa de obesidad.
Si bien la obesidad tiene un componente genético y de estilo de vida, la exposición ambiental podría contribuir a su desarrollo, según los investigadores. Cabe recordar que no podemos asumir que las células humanas reaccionarían igual a las de los ratones. La buena noticia es que los científicos ya están trabajando en esto.
Dos estudios de 2013 encontraron que los niños expuestos a estos dos compuestos químicos serían más propensos a ser obesos o a presentar una mayor resistencia a la insulina. Pero hasta ahora no se sabía cómo es que estos actuaban directamente en las células.
Qué tiene BPA y BBP
Ambos químicos están muy presentes en productos hechos con plásticos. El BBP ayuda a que estos sean flexibles, por lo que solemos encontrarlo en envases de alimentos, pegamentos y pisos de vinilo, así como en la industria cosmética en champús, lacas para el pelo y barnices de uñas.
Siendo que hasta ahora no se conocía la posible relación del BBP con problemas de salud, no existen recomendaciones específicas para evitarlo.
Por su parte el BPA es lo que hace que los plásticos sean transparentes y resistentes, entre otras características. Suele estar presente en envases de alimentos como las latas y botellas de agua, y en biberones para bebés. Sin embargo, de acuerdo con la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de EEUU, los juguetes y los artículos de cuidados infantiles, como las mordederas y los chupetes, ya no pueden contener BPA. Otros países también han regulado el uso de este químico en particular.
Para disminuir la exposición al BPA, la Clínica Mayo recomienda:
Revisar que los envases de plásticos que compras sean libres de BPA.
Evitar la comida enlatada.
No calentar la comida dentro de envases de plástico en el microondas.
No lavar los envases de plástico en el lavaplatos.
Utilizar alternativas de vidrio, acero inoxidable o cerámica para almacenar los alimentos.
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