'Rain Man' esconde una historia real asombrosa tras el personaje de Dustin Hoffman

Cartel promocional de Rain Man (United Artists)
Cartel promocional de Rain Man (United Artists)

Cuando Rain Man (también conocida como Cuando los hermanos se encuentran en México) se convirtió en un fenómeno cinematográfico hace 35 años, ganando el Óscar a Mejor Película y arrasando en taquilla, pocos sabían que el entrañable personaje de Dustin Hoffman, Raymond Babbitt, estaba inspirado en alguien de la vida real. Es más, me atrevería a suponer que más de uno probablemente desconozca este dato debido a que la película en ningún momento hace referencia a una historia real sobre un autista capaz de recordar todo tipo de información y números telefónicos de memoria. Pero la hubo. Se llamaba Kim Peek y su capacidad para almacenar fechas, códigos postales, mapas e información fue tan increíble que llegó a ser conocido como “el Google viviente”.

Si pensamos en la cantidad de libros y artículos que leímos a lo largo de nuestras vidas, resulta imposible recordarlos absolutamente todos. Sin embargo Kim Peek era capaz de recordar el 98% de los 12.000 libros que había leído. Desde números a fechas, datos históricos, códigos postales de EE. UU. y todo tipo de información mientras leía usando un ojo para cada página al mismo tiempo (con el izquierdo leía la página izquierda del libro y con el derecho el otro lado). Pero no era capaz de vestirse, ducharse o arreglárselas solo.

Kim Peek nació el 11 de noviembre de 1951 con macrocefalia, daño permanente en el cerebelo y agenesia de cuerpo calloso, pero fue el “savant” más conocido de la historia. Se trata de un término que se utiliza para definir a quienes tienen el “síndrome del sabio” (personas con habilidades mentales extraordinarias). Su padre cuidó de él durante toda su vida, permitiendo que se realizaran diferentes estudios con la intención de encontrar respuestas a su increíble condición, a pesar de que el primer médico que lo vio siendo un niño le recomendó que directamente lo internaran en una institución. Tenía 9 meses cuando un neurólogo -que apenas le dedicó 5 minutos- le dijo al padre que Kim era “retardado”, que nunca podría caminar o aprender, y que lo mejor sería internarlo.

Pero los padres decidieron que no, que ellos harían lo que estuviera a su alcance dándole todo el amor posible. Sin embargo, la madre murió en 1975 y Frank Peek se quedó al cuidado de Kim convirtiéndose prácticamente en su sombra. A los 2 años había aprendido a leer sin que los padres se dieran cuenta y a los 4 leía enciclopedias completas, demostrando una memoria impresionante para su corta edad.

Kim era capaz de leer a una velocidad increíble, podía dar direcciones sobre cómo llegar entre diferentes ciudades del mundo con la rapidez de un GPS, revelaba todo tipo de datos que coincidían con cualquier fecha de nacimiento, y hasta se sabía los diálogos de las obras de Shakespeare de memoria. Sin embargo, fue recién cuando llegó a los 37 que el mundo notó su presencia. Fue gracias a Barry Morrow, un guionista de Hollywood que quedó tan sorprendido con las habilidades y la personalidad carismática de Kim tras conocerlo en un encuentro para personas con discapacidades mentales en Texas que no podía quitárselo de la cabeza. Y así hizo lo que mejor sabía hacer: escribir una película pensando en él.

La idea se transformó en Rain Man, un drama sobre un genio autista con habilidades similares a las de Kim. El proyecto tuvo luz verde prácticamente enseguida con Dustin Hoffman en el papel principal y Tom Cruise como un hermano egocéntrico que descubría su existencia a través del testamento de su padre (que dejaba toda su fortuna al hermano autista). Hoffman consiguió embriagar a la figura de Raymond de carisma y simpatía, logrando que la película cautivara al público de todo el mundo a través de un personaje entrañable que quedó grabado a fuego como uno de los grandes clásicos de su filmografía.

Sin embargo, hay que destacar que Kim no era autista como lo es Raymond en la película. Si bien era introvertido, no tenía dificultades para comunicarse de forma social. En su caso, el motivo principal de sus habilidades era la falta de conexiones entre los dos hemisferios cerebrales.

Dustin y Kim se habrían conocido el día que Barry Morrow lo llevó junto a su padre para que conociera a todo el equipo. El actor estudió la forma de hablar y caminar de Kim para basar su personaje mientras también consultó con médicos y especialistas en autismo para que lo guiaran en el desarrollo, además de inspirarse también en Peter Guthrie, un hombre autista que escribía, hablaba y leía en cuatro idiomas.

Si bien Rain Man no especifica en ningún momento del metraje que la idea parte de una historia real, el nombre de Kim Peek aparece en los agradecimientos de los créditos finales pero sin dar explicaciones. Fue Dustin quien explicó su implicación al agradecerle en su discurso cuando ganó el Óscar a Mejor Actor por su trabajo.

Según Daily Mail, Dustin Hoffman habría cobrado un salario de $5.8 millones más un porcentaje de la taquilla por su trabajo, mientras Frank recibió $10.000 depositados en un fondo para Kim. Sin embargo, este “regalo” hizo que el gobierno le quitara los beneficios médicos por discapacidad dado que no podían obtener ganancias mayores a $2.400.

Pero eso no los detuvo. Tras el éxito de la película, las vidas de Kim y Frank dieron un vuelco radical. Siguiendo el consejo de Hoffman de “compartir a su hijo con el mundo” y motivado por el deseo de romper con los estigmas que rodean a las personas con discapacidades mentales, Frank Peek comenzó a aceptar invitaciones a convenciones y charlas en donde Kim demostraba sus dotes mientras el público le hacía todo tipo de preguntas. Y casi siempre con el Óscar de Barry Morrow bajo el brazo dado que el guionista se lo prestaba para que lo llevara a las charlas. Es más, la estatuilla se conoce como la “más amada del mundo” por la cantidad de personas que la tuvieron en sus manos.

El padre incluso escribió un libro titulado The Real Rain Man: Kim Peek publicado en 1997. La verdad es que resulta increíble ver vídeos de aquellos encuentros en donde Kim respondía con una rapidez asombrosa, atando fechas de nacimientos con datos históricos, nombres o recitando de memoria códigos postales de pueblos rurales desconocidos por la gran mayoría.

Si a un lector promedio le suele llevar 3 minutos leer los dos lados de una página de un libro, él lo hacía en 8 segundos, reteniendo el 98% de la información. En resumen, Kim era una enciclopedia andante. El Google viviente como lo llamaban, sin embargo no era capaz de razonar problemas matemáticos, comprender metáforas o mantener conversaciones en donde había una interacción social. Él quería conectar con la gente y lo hacía repitiendo frases repletas de halagos, abrazando o acercándose mucho al rostro de su interlocutor, pero según una especialista que lo analizó en el documental Kim Peek - The real rain man, no era capaz de socializar como una persona normal.

El Dr. Darold Treffert, que también aparece en el mismo documental, aseguró que su memoria no solo era profunda sino también amplia y que si la mayoría que padece el síndrome del sabio no comprende lo que registra, él había empezado a unir la información convirtiéndose en ese Google viviente.

El padre de Kim vivía con el temor que suelen sufrir los padres de niños con discapacidades. Con Kim siendo tan dependiente de él, pasó toda su vida con el miedo de morir y que su hijo no lo tuviera a su lado para seguir adelante. Al final, el destino marcó el camino de ambos y Kim murió a los 58 años en diciembre de 2009 de un ataque cardíaco. Frank murió cinco años más tarde, en abril de 2014, a los 88 años.

Rain Man, que cumplirá su 35 aniversario en diciembre de 2023, está disponible en el catálogo de Amazon Prime Video en México y Argentina, o HBO Max en EE. UU., además de otras plataformas según cada país.

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