Yahoo Estilo El reboot de ‘Dawson’s Creek’ no debería pasar nunca y Katie Holmes sabe por qué
Hace 20 años que Dawson’s Creek puso punto final a su historia. Una realidad que inevitablemente nos trae a la memoria la canción de Pablo Milanés, esa que dice ‘el tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos’. Porque hablamos de una serie que encapsuló una época para los jóvenes de entonces, donde los adolescentes protagonistas eran figuras conscientes de los clichés que representaban sus hormonas desbocadas a través de diálogos elocuentes. Y si bien las nuevas generaciones pueden descubrir la emblemática serie adolescente a través de Prime Video, sospecho que no la viven con la misma intensidad emocional que sentimos aquellos que éramos tan jóvenes como sus protagonistas entre 1998 y 2003. La historia es la misma, pero las circunstancias son otras.
Al tratarse de un clásico de la televisión tan emblemático que nos permitió descubrir a Katie Holmes, Joshua Jackson, Michelle Williams y James Van Der Beek, a nadie debería extrañarle que la idea de una reunión, reboot o remake lleve años sobrevolando Hollywood. Sin embargo, no debería pasar nunca. Y no solo lo digo yo. Katie Holmes opina lo mismo y tiene muy claro el motivo.
La actriz que interpretó a la compleja Joey Potter habló del asunto durante un panel celebrado en el Festival de Cannes, explicando que “ha habido muchas discusiones a lo largo de los años” en torno a un posible reboot de Dawson’s Creek. Reconoció que todos los implicados “amaron la experiencia”, como dejando claro que mantiene un recuerdo especial en torno a esta serie que grababan alejados de los focos del negocio, en Carolina del Norte. No obstante, da en el clavo al explicar por qué la historia debería quedarse así. Con la propuesta original como ejemplo único de su existencia.
“Hay una protección que va de la mano con la discusión”, dijo en Kering Women in Motion (vía Variety). “La serie fue una cápsula del tiempo. Ponerla en el mundo de hoy podría empañarla un poco”. Y a continuación, resalta el elemento esencial que explica la inocencia de Dawson’s Creek como parte de su legado como una serie sostenida en el tiempo.
“Fue justo antes de que todos tuvieran teléfono celular, redes sociales y todo eso, así que había una inocencia entre los personajes que era una de las cosas que creo que a la gente le gustaba del programa. Poner [la serie] en el contexto del mundo de hoy, no estoy segura”, explicó.
Katie Holmes da a entender que habrían dejado la puerta abierta a la hora de negociar un posible regreso de la historia, pero que nunca llegaron a definir una manera de hacerlo que sea efectiva. Por eso la conclusión a la que llega la actriz, apelando a una característica tan esencial de la serie, refleja que la opción de hacer un remake es prácticamente nula. Por suerte. “A menudo hemos hablado del tema”, agregó Holmes, señalando que “por ahora” siguen diciendo que no hay necesidad de hacerlo si no hay una razón o versión relevante que justifique el retorno.
Digo por suerte porque Katie Holmes tiene toda la razón del mundo. A lo largo de seis temporadas, Dawson’s Creek creó una cápsula del tiempo sobre la inocencia e inquietudes de una generación, enmarcada para siempre en forma de fotogramas. La serie creada por Kevin Williamson (el guionista de Scream) abrió las puertas a un mundo de adolescentes expresivos, inquietos y emotivamente elocuentes en televisión. Fue precursora de un modelo dramáticamente representativo que restaba la superficialidad habitual que dormía en los clichés del género ‘teen’ para despejar el camino a otros éxitos como Felicity, Popular, Roswell, Gilmore Girls, Everwood, The O.C. o Riverdale.
Y gran parte de la magia de Dawson’s Creek se centraba en esa inocencia de otra época, en donde los personajes no tenían las distracciones de las redes sociales, la lucha por la popularidad viral ni el afán obsesivo de los teléfonos celulares. Era una época sin ‘selfies’, ni seguidores o comunicaciones basadas en mensajes breves en la palma de la mano. Sino que los adolescentes hablaban en persona y expresaban todas sus inquietudes a través de diálogos elocuentes, mirándose a la cara y pasando horas sentados al borde de un lago.
Fue una serie que redefinió el concepto de trío amoroso, que no tuvo tapujos a la hora de hablar de homosexualidad en prime time en una era donde los personajes LGBT eran minúsculos en televisión. Una serie que se atrevió a plasmar lo moralmente incorrecto a través de Pacey (Joshua Jackson) y el affaire con una profesora; que expuso las dificultades de los estereotipos sobre las mujeres precoces e independientes a través del personaje de Jen (Michelle Williams) mientras recurría a palabras en código para incluir temas tabú en horario familiar por aquel entonces, como la masturbación.
Con todo esto englobó una época de inocencia y diálogo sin las distracciones sociales que tenemos ahora. Y lo hizo sin celulares ni redes sociales de por medio, creando el reflejo idealizado de una era diferente. Que, aunque no tuviéramos un lago o las mansiones ideales de sus protagonistas, terminó representando las emociones e inquietudes de una generación, plasmando a los adolescentes como seres independientes, con diálogo e intereses propios. Conseguir plasmar todo esto en la actualidad se antoja una misión imposible. Porque el mundo ha cambiado e intentar trasladar este mismo universo de inocencia pasada podría resultar anticuado o no conectar con los espectadores modernos, derivando en una reacción opuesta que ni Dawson’s Creek ni su legado merecen.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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