El regreso triunfal de Johnny Depp en Cannes oculta una realidad que sus fans no quieren ver
Johnny Depp vivió en el Festival de Cannes algo que no experimentaba desde el estreno de su último blockbuster hace cinco años. Fue el centro de atención de todas las miradas durante la ceremonia de apertura, mientras cientos de fans gritaban su nombre y lo arropaban entre pancartas, peticiones de ‘selfies’ y autógrafos. Los fotógrafos lo reclamaban desde cada esquina y los asistentes a la proyección de su película lo esperaban entre aplausos y ovación.
Y mientras tanto, las redes sociales ensalzaban el momento siguiendo la transmisión en directo por YouTube o convertían al actor en una de las tendencias del día en Twitter. Sin embargo, este regreso triunfal que tanto emociona a los fans y cautiva la atención de la opinión pública, oculta una realidad que muchos no quieren ver.
Lo que pasó el martes 16 de mayo fue el reflejo literal del pasado de Johnny Depp como estrella de cine. La expectación, el entusiasmo, los gritos, los flashes… fueron la repetición de un estilo de vida que era habitual en su carrera cada vez que estrenaba una secuela de Piratas del Caribe, pero que se terminó cuando Hollywood le cerró las puertas a raíz de la polémica, las acusaciones de violencia y batallas legales contra Amber Heard.
Que participe en la película inaugural de Cannes después de ganar el segundo juicio contra su exesposa (cuando la demandó por difamación), y desfile por la alfombra roja del festival de cine más prestigioso del mundo, representa una especie de escalón invisible hacia la restitución de su carrera.
En Jeanne du Barry, Depp interpreta al rey Louis XV, pero desde un plano completamente secundario -hay quienes dicen que solo aparece 10 o 15 minutos a lo largo del metraje-. Mientras la directora Maïwenn protagoniza la historia de la hija ilegítima de un monje y una cocinera, que sube peldaños en la corte francesa hasta ganar un lugar como “la favorita” del rey en sus últimos años de vida.
No obstante, por más que sea el actor secundario, el interés en torno a la figura de Johnny Depp resulta innegable. No importa a cuantos kilómetros de distancia estuviéramos de la Riviera Francesa, el entusiasmo de sus fans y la expectación mediática se palpaba a la legua. Johnny Depp saludó a los fans con sonrisas, se prestó a tomarse fotos y firmar autógrafos durante un buen rato, para luego desfilar junto a sus compañeros de Jeanne du Barry y entrar al Palais como una verdadera estrella para presentar el largometraje fuera de competición. El recibimiento fue abrumador con aplausos y vítores al entrar en el recinto.
Johnny Depp is met with a rapturous standing ovation as he enters the Palais for the premiere of ‘Jeanne du Barry.’ #Cannes2023 pic.twitter.com/C9LVJ6UGvb
— Ramin Setoodeh (@RaminSetoodeh) May 16, 2023
El buen recibimiento continuó al terminar la película con una ovación de siete minutos mientras Johnny Depp se sumaba a los aplausos, no dejaba de sonreír y abrazaba a la directora y protagonista. Pero no todo lo que brilla es oro.
Johnny Depp got a 7 minute standing ovation after the screening of Jeanne du Barry!!!!! pic.twitter.com/bFSevzPo14
— M (@mimasdiaries) May 16, 2023
Las proyecciones de gala en los festivales de cine suelen representar la opinión o recepción divisoria dentro de la misma industria. Porque los periodistas y críticos de cine ven las películas en pases paralelos, sin necesidad de vestirse de etiqueta ni desfilar por la alfombra roja. Y tras la proyección de prensa, supimos que la percepción de los especialistas era muy diferente a la ovación vivida por Johnny Depp.
Variety la tachó de ser una película “torpe” pero “emocional”, señalando que Johnny Depp “parece incómodo en el personaje” del rey Louis XV, “adecuado, pero no especialmente comprometido”.
Indiewire destaca que la película es, en realidad, una plataforma para el espectáculo de Maïwenn y no de Johnny Depp, quien “deja una impresión extrañamente escasa”.
The Hollywood Reporter publica que a pesar de “ofrecer algunas emociones tempranas, en su mayoría [la película], ofrece bostezos”.
Evening Standard la calificó como “una decepción real” y Daily Telegraph sentenció que la “seriedad majestuosa” de Depp es “inexistente”, que “solo se siente como en casa en el papel durante los episodios ocasionales de payasadas”.
"Depp no es el primer paria de Hollywood que encuentra trabajo en Europa, pero sería exagerado decir que se siente como la primera chispa de un regreso glorioso", añade la crítica de la publicación.
En otras palabras, el regreso triunfal de Johnny Depp en Cannes expone un análisis interesante. Y es que la ovación, el entusiasmo e interés que genera su presencia es la manifestación de su éxito en el pasado, pero también del deseo de sus fans por volver a colocarlo en la posición de estrella. Sin embargo, la reacción de la crítica y el estado actual de su carrera revela que todavía le queda un largo camino por recorrer. Que su ‘comeback’ probablemente no será tan fácil.
Por un lado, si sus interpretaciones a partir de ahora no convencen como antes, como parece ser el caso de Jeanne du Barry, entonces sus películas podrían pasar desapercibidas. Sin ir más lejos, esta misma producción todavía no tiene distribución en EEUU. Al parecer están buscando vender los derechos en estos momentos en el mismo festival, pero, según medios como Indiewire, se duda que encuentren alguna compañía interesada en llevarla al territorio norteamericano. Por mucha ovación que haya tenido en el estreno o el fanatismo que apoya a Johnny Depp.
Además, Hollywood no parece estar interesado en prestarle atención todavía. Es probable que estén siguiendo sus pasos desde las sombras, con los estudios expectantes a ver cómo se desenvuelve a partir de ahora frente a la prensa, en rodajes y la recepción del público, antes de abrirle las puertas de nuevo. Después de todo tampoco podemos olvidar los trapos sucios que salieron a la luz durante el juicio contra Amber Heard, en donde su exagente, Tracey Jacobs, habló de su comportamiento ‘a la Marlon Brando’ en el set de Piratas del caribe: La venganza de Salazar (2017) donde Depp supuestamente llegaba tarde y tenían que recordarle sus diálogos.
Es cierto que la popularidad que alimentan sus fans le permite llamar la atención de directores y marcas (como Dior, que ha renovado su contrato por tres años por unos 20 millones de dólares) pero, de momento, la industria del cine parece ir con pies de plomo.
En la actualidad solo tiene un proyecto cinematográfico en marcha, el biopic de Modigliani titulado Modi que coprotagonizará Al Pacino y que Depp piensa dirigir, produciéndolo a través de su propia compañía fundada en Inglaterra, Infinitum Nihil. Según Indiewire, se encuentran buscando apoyo en el mercado de Cannes.
Con todo esto, resulta evidente que la ovación y el entusiasmo de su reaparición estelar en el Festival de Cannes simboliza el apoyo incondicional que tiene por parte de sus fans, pero también de un sector de la industria: la europea, donde ya lo habían celebrado en plena polémica cuando el Festival de San Sebastián 2021 le entregó el premio Donostia en honor a su carrera.
Sin embargo, creer que se trata del inicio de su regreso triunfal podría ser un pensamiento equivocado. Porque, al final, todo dependerá de las películas que haga a partir de ahora y la aceptación que tengan sus trabajos de manera continuada. Y no solo de la aprobación incondicional de sus fans que ya mantuvo durante toda la polémica, defendiéndolo en redes sociales, esperándolo en las puertas del juicio o celebrando su victoria judicial. Pero sobre todo dependerá del propio Johnny Depp, y los pasos que dé a continuación hasta que Hollywood decida arroparlo de nuevo.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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