Ricardo Gómez, el actor que vimos crecer (literalmente) frente a las cámaras, ha llegado a una espléndida madurez
Desde su estreno en septiembre de 2001, la serie de RTVE 'Cuéntame cómo pasó' (una especie de sucedáneo de 'Los años maravillosos', la serie estadounidense que contaba la vida cotidiana de una familia suburbana de 1968) se convirtió en un éxito de pantalla, no solo a nivel peninsular sino internacional.
Protagonizada por Imanol Arias, Ana Duato y la extraordinaria María Galiana —quien no había sido realmente una actriz profesional hasta encarnar el adorable rol de la abuela Herminia—, la historia de la familia Alcántara y sus cuatro hijos se convirtió en un reflejo de la vida de la clase media de un clan madrileño en las postrimerías del franquismo y los años que siguieron a la dictadura.
El personaje clave de la trama y con el que se identificaba más el público a lo largo de las temporadas era Carlos Alcántara (o bien, 'Carlitos', ya que lo conocimos de siete años de edad), quien pasó de ser un pequeño travieso, a un adolescente enamoradizo, a artífice de la 'Movida Madrileña', a un escritor, un preso, un drogodependiente y un hombre maduro de verdad.
Fue por esto que Ricardo Gómez (Madrid, 1994) decidió dejar la serie y al personaje con el cual literalmente creció ante las cámaras, para buscar nuevos horizontes. No es que no amara el proyecto que por muchos años fue su casa y la compañía que prácticamente fue su familia —dos de sus mejores amigos en la vida son Santiago Crespo, que hacía de 'Josete', su compi de correrías y el enormísimo Juan Echánove, que hiciera de su tío, Miguel Alcántara, por varias temporadas de la serie y con quien le une un vínculo entrañable (juntos encarnaron al célebre pintor Mark Rothko y su asistente Ken en una larga temporada itinerante por toda España de la obra de John Logan 'Rojo').
Tras algunas apariciones de soporte en cine y en la primera temporada de la serie 'Vivir sin permiso', en Netflix (donde su personaje causó conmoción, porque era completamente diferente a lo que el público estaba acostumbrado a ver de él), Ricardo causa sensación actualmente con el estreno de 'El sustituto', un film de Oscar Aibar que le da la oportunidad de adoptar su primer papel protagónico como adulto en una inquietante cinta de suspenso inspirada en hechos reales, en la que interpreta a Andrés Exposito, un agente de la policía que descubre, casi por accidente, una red secreta de exnazis ocultos en una comunidad bucólica en España.
Ricardo es un joven inquieto, intelectualmente curioso, que gracias a crecer frente a las cámaras y en los foros se ha interesado en todos los aspectos relacionados con las artes interpretativas y la dirección. "Era algo natural, supongo que no podía ser de otra manera; fui aprendiendo de todo", dijo a El País. "Y no hay una sola cosa por la cual decantarme: me gusta actuar, me gusta dirigir, tal vez un día me decida y escriba, qué sé yo. La cosa es que definitivamente no me puedo imaginar a mí mismo haciendo otras cosas para ganarme la vida".
Las críticas en España han sido muy favorables con 'El sustituto' desde su estreno en el Festival Internacional de Cine de Donosti (San Sebastián), donde fue aclamado junto con Vicky Luengo, Nuria Herrero y Pere Ponce (quien, por cierto, por varios años encarnó a Eugenio, su cuñado, en 'Cuéntame') y su inminente estreno en Lationamérica hará que 'Carlitos', que ya de por sí era una cara conocida gracias al serial creado por Miguel Ángel Bernardeu, pase a ser consolidado como una imagen adulta y madura, como uno de los mejores actores jóvenes de su generación, aunque él es mucho más modesto al respecto:
"La gente cree que soy de una cierta forma por cómo me han visto en televisión, y sí, también soy de esa forma. Y de muchas más. No soy de una sola pieza. Solo soy un actor y hago lo mejor que puedo con este oficio, porque creo que no haría nada que no estuviera relacionado con ello".
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