'Rocky V' esconde el triste pesar del hijo de Sylvester Stallone con su padre
La vida familiar de Sylvester Stallone ha sido difícil. En 2012, Sage Stallone, su hijo mayor fruto de su matrimonio con Sasha Czack, falleció con tan solo 36 años a causa de un ataque cardiaco surgido de una arterosclerosis. Al igual que su padre, con quien le vimos trabajar en Rocky V (1990) interpretando al hijo de Rocky Balboa, se lanzó a una carrera en el mundo del cine protagonizando y dirigiendo películas. Sin embargo, aunque siguió su mismo camino, lo cierto es que la relación entre ambos estuvo lejos de ser perfecta, lo que hace aún más doloroso el triste devenir de los acontecimientos.
Cuando Sage Stallone interpretó a Rocky Jr. en la quinta entrega de la franquicia siendo adolescente, le siguió algún que otro trabajo con su progenitor en cintas como Luz de día. No obstante, no tardaría en distanciarse del cine de acción y apostar por un camino más personal centrado en el cine de género. Entre finales de los 90 y la década de 2010 protagonizó películas de terror como Chaos, Moscow Zero o Promises Written in Water, se adentró en la dirección con el cortometraje Vic en 2006 y hasta fundó una propia empresa de distribución y conservación de películas de culto llamada Grindhouse Releasing. Es decir, nada que ver con la trayectoria en las altas esferas del cine de acción de Hollywood que siguió su padre.
Pero esta ruptura con el legado familiar en lo profesional también se tradujo en roces a nivel personal, lo que hizo que la relación entre Sage y Sylvester Stallone llegara a vivir momentos de fuerte tensión. No hay más que remontarnos a algunas de las declaraciones que ambos dieron a lo largo de los años, como las que Sage Stallone dio a People sobre una de las escenas más importantes de Rocky V, cuando el personaje de Rocky Jr. le recriminaba a gritos a su padre el no haber estado presente.
Según el hijo de Stallone, en esta recriminación no se limitó a interpretar las líneas del guion, sino que trató de hacer ver a su progenitor que la situación plasmada en pantalla se dio también en el seno de su familia, cuando Sylvester Stallone y Sasha Czack se separaron en medio de los rumores sobre las aventuras románticas del actor de Rocky o Rambo. “Cuando estaba gritando: '¡Nunca pasaste tiempo conmigo! ¡Nunca pasaste tiempo con mi madre!’ eso era cierto. Estaba mirando a mi padre a la cara y realmente le decía eso”, afirmaba Sage a People.
Acorde a sus palabras, esta escena sirvió para que ambos se sentaran hablar de sus diferencias y problemas. Y la situación cambió drásticamente tras la película. “Saqué muchas cosas de aquí. Nos echamos a llorar un par de veces. Después de la película, todo cambió. Haríamos cualquier cosa el uno por el otro”, matizaba el actor. Sin embargo, si nos atenemos al devenir de su carrera o a que ni siquiera replicó el papel de Rocky Jr. en Rocky Balboa en 2006, donde el personaje pasó a ser interpretado por Milo Ventimiglia, podríamos pensar que la tensión podría haberse mantenido con el paso del tiempo.
La razón podemos encontrarla en lo mucho que pesa el legado de una estrella de la talla de Sylvester Stallone, en el miedo de no estar a la altura o de sentir que debes honrar su camino. Siendo este su padre y habiéndose enfocado también en la industria del cine, cabría esperar que siguiera un camino idéntico. Pero no fue el caso. Como decía, rechazaba todo lo que tenía que ver con las películas de su padre, quiso labrar su nombre desde un cine completamente diferente y evitar a toda costa comparaciones con su progenitor. Y así lo reconoció el propio Sylvester Stallone en otra entrevista con People en 1996. “Evita el gimnasio como la peste y está interesado en películas abstractas y de autor. Se ha puesto en una posición en la que nunca tendrá que ser comparado conmigo” dijo Sly.
De hecho, si nos remitimos a declaraciones de compañeros de reparto de Sage Stallone publicadas por el mismo medio en el marco de su muerte, encontramos palabras que aluden a los conflictos entre ambas figuras por sus choques de ideas. El actor Stephen Wozniak, que trabajó con él en la película Chaos, señalaba que “el amor y el odio venían todo el tiempo”, que Sage admiraba fervientemente el trabajo de su padre pero que no tenía reparos en criticar algunos de sus comportamientos. “Sage decía: 'Me encantó ese final raro en Nighthawks que mi padre realmente defendía'. Y luego, unos minutos más tarde, miraba una revista y decía: 'Mira estos tatuajes tribales que mi papá se está haciendo a los 66 años. ¿Qué está haciendo?'”.
David DeFalco, director de Chaos, también apuntaba a que el propio Sylvester Stallone pudo exacerbar más de lo debido la situación. Acorde a sus palabras, Sage quería volver a trabajar con su padre en Rocky Balboa, pero fue este el que le habría cerrado las puertas contratando a Milo Ventimiglia en su lugar. La razón, y según las declaraciones del medio citado, sería que el protagonista de Rocky supuestamente desaprobaba el aspecto físico de su hijo, que nada tenía que ver con el cuerpo tonificado y musculado que él se trabajó a lo largo de su carrera. No obstante, al no ser palabras directas de ninguno de los implicados, tal vez habría que tomarlas con pinzas.
De todos modos, resulta curioso que una de las películas del preciado personaje de Sylvester Stallone, haya captado para la posteridad una parte tan importante de su vida privada, como fue la relación con su primógenito. Sage habría utilizado su escena más intensa en Rocky V para soltar todo lo que llevaba dentro, desahogarse y sincerarse con tan solo 13 años. Y si bien las declaraciones de ambos nos hacen preguntarnos si la tensión habría continuado o no, el abogado de Sage aseguró tras su muerte a Associated Press (via Today) que "estaba muy orgulloso de su padre y ser el hijo de su padre". Una triste historia teniendo en cuenta el fatídico desenlace.
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