Roly Serrano: su recuperación luego de nueve meses internado, los 50 kilos que bajó y las tres veces que estuvo a punto de morir
A principios de marzo Roly Serrano tuvo un grave accidente mientras volvía de Córdoba, donde había hecho temporada con su unipersonal, Rolando. Estuvo nueve meses internado, tres de ellos en coma. En estos días el actor volvió a su casa y está en pleno proceso de recuperación, y con cincuenta kilos menos. LA NACIÓN conversó con él sobre el accidente, esos difíciles meses en los que le peleó codo a codo a la muerte , y la alegría de volver a casa con sus hermanas.
-¿Cómo te sentís hoy?
-Me siento muy bien por una razón tan simple como que estoy con vida. Después del accidente estuve un mes y medio inconsciente, seis meses en terapia intensiva, y dos meses en recuperación física. Ahora estoy en mi casa con mis hermanas aunque con muchas dificultades todavía porque viene una enfermera todos los días y me cura las escarás, el kinesiólogo, hago terapia, ejercicios para moverme. No es simple, no es que estoy de fiesta. Camino ya con andador.
-Un milagro...
-Absolutamente. Es un milagro . Y todo lo que pasó, el afecto de mis amigos, de mi familia, mis dos hermanas que iban todos los días a verme durante nueve meses, la prensa que al principio quería saber todo y tuvieron piedad cuando ellas dijeron que los partes los daban los médicos. Todos preguntaban por mi salud y era algo maravilloso. Yo no tenía tanta dimensión del afecto. Sé que la gente me quiere mucho, me saludan en la calle y no por cholulos. Sé que me quieren y me respetan, pero hay algo especial, además. Y había una cadena de amigos y grupos que preguntaban cómo estaba, quién iba a ir a verme. Nunca me dejaron solo.
-En esos nueve meses, ¿pensaste alguna vez que no ibas a vivir para contarla?
-No tenía conciencia de eso. Los primeros meses estaba inconsciente, en coma. Y cuando me desperté hubo un período de uno o dos meses en los que me costó conectarme y tenía una traqueotomía. Poco a poco me fui dando cuenta de lo que había pasado. Inclusive ahora mismo todos los días me sorprendo por algunas cosas, me entero de otras. Estoy en ese proceso de darme cuenta de que ya estoy afuera y es algo que siempre soñé desde que estuve consciente. Parecía un deseo inalcanzable y muchas veces pensaba que quería dormirme y despertarme ya en mi casa. Ahora sé que eso no es así y que tengo que trabajar todos los días para mejorar.
-Estuviste realmente muy grave...
-Muy... Tuve el accidente a la altura de Baradero y sé que me llevaron al hospital de esa ciudad. No me hice nada grave en el accidente, pero sufrí una descompensación y casi me muero . Me salvaron la vida ahí y después estuve en el IMAC (Instituto Médico de Alta Complejidad) y dos veces me sacaron de la muerte . Sé del esfuerzo de los médicos, de las enfermeras que tendrían que ganar más que un jugador de fútbol. Y el esfuerzo de la OSA (Obra Social de Actores) que está mal porque no tenemos trabajo y no aportamos y no hay plata. Pero hicieron un esfuerzo junto con SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes) y tengo que agradecerle mucho a Pablo Echarri porque ayudaron mucho también. Fue una gran red de contención.
-¿Pero sentiste que te morías?
-No vi la luz ni nada de lo que dicen (risas). Se ve que no era mi momento.
-Tenés otra oportunidad, ¿vas a aprovecharla?
-Siempre. Tuve mucha suerte en la vida, tengo amigos maravillosos, elegí una profesión que amo y me fue bien. ¡Cómo no voy a amar la vida! Pero haciendo una autocrítica, a veces suceden cosas que hacen que el comportamiento de uno no sea correcto. El dolor por la pérdida de mi mujer fue muy grande y ahí cambió mi vida , y empecé a engordar, a fumar muchísimo, a descuidarme. Ya está. Gracias a Dios en el accidente no lastimé a nadie y las consecuencias las sufro yo.
-¿Qué te acordás del momento del accidente?
- Me quedé dormido en la ruta. Venía de Córdoba, donde había hecho temporada con mi unipersonal, y estaba muy cansado porque estuve todo el verano de gira. Choqué a un auto de atrás, pero no lastimé a nadie.
-Cuando suceden hechos tan graves se habla siempre de aprendizaje, ¿cuál es el tuyo?
-Esto me dejó un gran aprendizaje. ¿Por qué pasó esto? Porque no me cuidaba, no era consciente de que me estaba autodestruyendo. El otro día cené con mis amigos Osvaldo Laport y el Puma Goity, y hablamos sobre lo cansado que salí a la ruta ese día. Me acuerdo de que el Puma me llamó un día antes del viaje y me dijo que no volviera solo, que fue un verano largo, trabajé mucho haciendo gira. Le dije que se quedara tranquilo, que alguien me iba a acompañar. Mentira, me vine solo y lo que sucedió es la consecuencia.
-En ese momento ya estabas empezando a cuidarte y en un proceso de cambio de hábitos, ¿no?
-Estaba en un tratamiento en la Clínica de Cormillot, que empecé y luego dejé. Tenía la idea de hacerme una operación porque necesitaba sacarme una hernia y también tengo mal la rodilla izquierda. Pensé en descansar un tiempo y hasta le dije que no a una propuesta de una película para dedicarme a mí y curarme.
-¿Y vas a seguir con el tratamiento?
-Bajé 50 kilos en estos nueve meses . Ahora tengo que cuidarme las escarás, ganar musculatura y volver a caminar bien.