Rosie Rivera: vetada y odiada, pero gracias a Jenni, millonaria

Rosie Rivera. Foto: Mezcalent
Rosie Rivera. Foto: Mezcalent

La boda de Chiquis, la hija de Jenni Rivera, puso nuevamente a toda la familia en el ojo del huracán por el zafarrancho que ocurrió entre el equipo de seguridad y la prensa. No obstante, quien resultó ser la mayor víctima de la situación fue Rosie, la hermana menor de la fallecida 'Diva de la Banda'.

Y es que un camarógrafo del programa 'El Gordo y La Flaca' terminó en el piso amedrentado por al menos un par de guardaespaldas, quienes le escupieron. Los periodistas llamaron a la policía y tres empleados de seguridad de Chiquis terminaron arrestados.

El programa de la cadena Univisión ya traía en la mira a la familia, luego de que Juan Rivera, hermano de Jenni, publicara en Instagram el teléfono personal del titular de la emisión, Raúl de Molina, en represalia por haber publicado la invitación de la boda de Chiquis.

Así que Rosie se puso del lado de Juan y dijo que no le importaban las críticas de la gente y, además, pidió: "Si nunca más salgo en 'El Gordo y La Flaca' seré feliz, por favor, el día que me muera no digan mi nombre y muchas gracias".

Y sus deseos fueron órdenes. El programa editó un video donde el rostro de Rosie fue tapado y declararon "duelo nacional" el 2 de julio, como la fecha a partir de la cual no volverán a hablar de la tía de Chiquis.

Un día después, Rosie Rivera transmitió en vivo a través de Instagram para pedir que los medios de comunicación aceptaran que también ellos tuvieron parte de responsabilidad al no seguir las reglas de respetar la privacidad de Chiquis, quien no quería cámaras en su boda con Lorenzo Méndez.

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Dijo que ambas partes, tanto el equipo de seguridad, como el camarógrafo agredido, tuvieron culpa, "y si hay un boicot con los Rivera, háganlo. Según Univisión me vetó todo un año, pero yo estoy bien. Yo puedo no necesito a los medios".

De la tristeza a la alegría

Sin embargo, aunque muestra fortaleza, en Instagram lloró un poco al decir que el 2 de julio estuvo triste todo el día. Pero su estado de ánimo cambió radicalmente frente a la cámara al presumir el éxito de la nueva canción inédita de Jenni Rivera, llamada 'Aparentemente bien'.

Rosie dijo que sus batallas comenzaron hace siete años, cuando quedó al frente de Jenni Rivera Enterprises, por lo que celebró "un día de victoria" porque la canción de su hermana llegó al número uno en iTunes México y Estados Unidos, "ganándole a Miley Cyrus".

En su transmisión en Instagram TV, también recalcó que últimamente ha recibido amenazas, pero eso le recuerda a su pasado, cuando a los 8 años fue amenazada por un hombre que abusaba de ella sexualmente. "Cuando crecí y reconocí que él no me podía matar y que Dios había sanado mi corazón, juré nunca ser amenazada otra vez. Por eso si me amenazan de algo, siempre la respuesta es igual: ‘hazlo'”.

Sobre el video de 'El Gordo y La Flaca' donde declararon el 2 de julio "duelo nacional", dijo que le dio risa, pues tomaron mucho tiempo en edición y producción para poner en sus pantallas a alguien que está vetada.

Más dinero...

Rosie también le agradeció a los 'haters' y recalcó que su meta no es que la quieran a ella, pues está acostumbra desde niña a que la odien por "gordita, mexicana y pobre". Aseguró que su objetivo es que la gente siga apoyando la música de Jenni Rivera, y con justa razón, pues significan más ganancias para la familia... y para ella.

Hay que recordar que después de la muerte de Jenni, Rosie quedó como la administradora de la fortuna de su hermana, valuada en 25 millones de dólares, concentrados en la empresa Jenni Rivera Enterprises (JRE). Se calcula que tras el deceso de la cantante la cifra aumentó a 300 millones.

Rosie ha administrado el dinero en beneficio de los hijos de Jenni, quienes eran menores de edad cuando perdieron a su madre. Pero ha confesado que representa una carga que "odia" en ocasiones, pues intenta cuidar todo lo que ella le confió. "No sé si ella sabía la gran carga que me estaba dejando, no creo que lo sabía”.