El juicio de la armera Hannah Gutierrez-Reed, que cargó el arma con la que Alec Baldwin estaba ensayando en un set en 2021 y que disparó una bala real que ocasionó la muerte de la directora de fotografía de la película, comenzó esta semana en Nuevo México. Está acusada de homicidio involuntario.

Es la primera vez que un jurado emitirá un veredicto sobre el incidente ocurrido el 21 de octubre de 2021 en el set de la película Rust, que cobró la vida de su directora de fotografía, Halyna Hutchins. El mes pasado, un gran jurado acusó a Baldwin de homicidio involuntario en relación con el incidente; el actor se declaró inocente y será juzgado por separado más adelante.

Se prevé que el juicio, que comenzó el jueves con los argumentos de apertura en el Tribunal del Primer Distrito Judicial en Santa Fe, Nuevo México, dure unas dos semanas.

Gutierrez-Reed, de 26 años, ha sido acusada de negligencia criminal en su manejo de armas en el rodaje del western. Los fiscales afirman que no revisó de manera adecuada que las balas cargadas al revólver calibre 45 fueran todas de salva, que son cartuchos inertes sin proyectil utilizados para dar la apariencia de balas reales frente a la cámara, pero que no se pueden disparar.

“La evidencia mostrará que la acusada trató los protocolos de seguridad como si fueran opcionales, en vez de tratarlos como si la vida de las personas dependiera de que ella hiciera su trabajo correctamente”, dijo Jason J. Lewis, uno de los fiscales, al jurado durante la audiencia del jueves.

Gutierrez-Reed se declaró inocente y sus abogados han argumentado que la han usado como el “chivo expiatorio” de un accidente trágico. Culparon a alguien más por la introducción de las municiones reales al plató y plantearon que la producción minimizó la seguridad para reducir costos, lo que incluyó una sobrecarga de trabajo para la armera con dos trabajos que le impedían concentrarse de lleno en sus deberes relacionados con las armas y las municiones.

¿De qué se le acusa a Gutierrez-Reed?

Los fiscales, Lewis y Kari T. Morrisey, han afirmado en documentos judiciales que, de todas las personas involucradas en el incidente letal ocurrido en el plató de Rust, Gutierrez-Reed es la “acusada más culpable”, pues no solo la señalan de conducta negligente en el día de la tragedia, sino también en los días previos al incidente.

“Gutierrez a menudo dejaba las armas y las municiones desatendidas en su carrito de utilería o en otros lugares”, escribió Morrissey en una declaración judicial este mes, “o dejaba a los actores sin supervisión y en posesión de armas de fuego reales y pistolas falsas, lo que generaba inquietudes de seguridad para los miembros del equipo técnico”.

Los fiscales acusaron a Gutierrez-Reed de violar los protocolos básicos de seguridad de la industria cinematográfica por no demostrarles al elenco y al equipo técnico que las balas que cargó al revólver eran de salva, lo cual suele hacerse sacudiendo cada cartucho para escuchar la munición inerte al interior, lo que indica que es una bala de fogueo.

¿Cómo se ha defendido Gutierrez-Reed?

Desde 2021, su abogado principal, Jason Bowles, ha argumentado que Gutierrez-Reed ha sido difamada de manera injusta, al subrayar que, debido a las restricciones por Covid-19, a veces no podía acceder a los sets cerrados, incluyendo una oportunidad en la que se disparó la pistola en una iglesia pequeña. Bowles mencionó que Gutierrez-Reed pidió que la llamaran al set cuando se usaran las armas, pero que nadie lo hizo.

“El estado dice que Gutierrez-Reed mostró negligencia, pero lo que realmente ocurrió fue que la producción fue negligente”, afirmó Bowles en sus argumentos iniciales. “La producción la puso en esa posición. La pusieron en la posición de tener dos trabajos —asistente de utilería y armera—, y esperaban que una joven de 24 años en condiciones realmente difíciles pudiera mantener el ritmo de todo lo que estaba sucediendo”.

Culpó a Dave Halls, el primer asistente de dirección de la película, por no respetar adecuadamente los protocolos de seguridad. (Halls evitó la pena de prisión al aceptar un acuerdo de culpabilidad en el caso).

Gutiérrez-Reed le dijo a los investigadores que revisó cada una de las seis balas del arma, pero que “desearía haberla revisado más”.

Bowles calificó el set de “caótico” y afirmó que su cliente había presionado para que los actores recibieran más capacitación con armas de fuego.

¿El jurado escuchará los alegatos sobre el consumo de drogas?

Un foco de tensión durante los meses anteriores al juicio ha sido la afirmación por parte de la fiscalía de que Gutierrez-Reed consumió cocaína mientras estaba en Nuevo México en el rodaje de Rust y que llevaba la droga consigo el día del incidente, la cual le pasó a una persona de la producción después de su entrevista con la policía ese día.

El año pasado, los fiscales agregaron el cargo de manipulación de pruebas en relación con el testimonio de esa persona de la producción, lo cual, según la defensa, estuvo diseñado para “manchar” la imagen de Gutierrez-Reed.

La defensa solicitó excluir el cargo de manipulación de pruebas del juicio y arguyó que debía prohibirse cualquier mención de presunto consumo o posesión de drogas, incluida la marihuana. La jueza Mary Marlowe Sommer denegó la moción de la defensa, pero limitó la cantidad de evidencia que podrán presentar los fiscales en relación con los alegatos de consumo de drogas.

¿Cómo llegaron las municiones reales al set?

Casi nunca se permite que haya municiones reales en un set de filmación, así que el hallazgo de cinco balas reales en el lugar en donde estaban rodando Rust, además de la que mató a Hutchins, ha sido un punto de énfasis para los investigadores.

El juicio podría clarificar cómo llegaron las balas ahí. Los fiscales dijeron al comienzo del juicio que planeaban presentar pruebas de que Gutiérrez-Reed era la persona responsable de llevar munición real al set, mostrando a los jurados las fotografías de lo que habían concluido que eran balas reales en la producción, en los días previos al incidente fatal.

La defensa ha cuestionado la capacidad de la fiscalía para identificar balas reales a partir de fotografías y ha afirmado que las pruebas en el juicio demostrarían que las balas reales terminaron en el set no a través de su cliente sino a través del proveedor de armas de la película, Seth Kenney, quien ha negado tener responsabilidad.

¿Quiénes ofrecerán su testimonio?

Los fiscales incluyeron a varios miembros del equipo técnico de Rust en su lista de posibles testigos, entre ellos Joel Souza, el director de la película , quien también recibió un disparo y resultó herido en el incidente; Halls, el primer asistente de dirección, que estaba a cargo de la seguridad en el set; Mamie Mitchell y Serge Svetnoy, miembros del equipo técnico que estaban en el lugar cuando ocurrió el disparo, y Sarah Zachry, la utilera principal de la película, quien llegó a un acuerdo de colaboración con la fiscalía. También es probable que convoquen a los investigadores originales del caso de la oficina del sheriff y a Kenney, el proveedor de armas.

La defensa también ha mencionado, entre otros, a Gabrielle Pickle, la productora de línea de la película, quien se comunicó con Gutierrez-Reed sobre el entrenamiento de uso de armas; Nicole Montoya, quien trabajó con ella en el departamento de utilería, y Thell Reed, un armero muy conocido en Hollywood a quien Gutierrez-Reed se ha referido como su padre y mentor.

No se sabe con certeza si Gutierrez-Reed subirá al estrado.

¿Por qué el juicio tardó más de dos años en realizarse?

Ha habido múltiples giros inesperados en el procesamiento de Gutierrez-Reed y Baldwin. En un inicio, cuando fueron acusados por un fiscal especial en 2023, sus abogados defensores señalaron que estaban siendo acusados indebidamente conforme a una ley que entró en vigor después del incidente. Los fiscales originales reconocieron el error y redujeron la posible sentencia en prisión que enfrentaban los acusados de 6 años y medio a 18 meses.

Entonces, el equipo jurídico de Baldwin disputó la facultad del fiscal especial para fungir tanto de fiscal como de legislador estatal al mismo tiempo, lo cual hizo que se delegara el caso a un nuevo equipo de fiscales. Los nuevos fiscales especiales, Morrissey y Lewis, descartaron el caso contra Baldwin hasta que se revisara más a fondo la evidencia y luego lo retomaron el mes pasado. Pero el caso contra Gutierrez-Reed tan solo se ha fortalecido desde que ellos entraron en funciones. Además del cargo de manipulación de pruebas, los fiscales acusaron a Gutierrez-Reed de porte ilegal de un arma de fuego en una licorería en un caso aparte.