Sánchez-Gijón, Goya de Honor, llama contra los nuevos imperialismos y limpiezas étnicas

Granada, 8 feb (EFE).- Aitana Sánchez-Gijón ha recogido esta noche el Goya de Honor a su trayectoria con una llamada contra "los nuevos imperialismos y las limpiezas étnicas".

Ha sido Maribel Verdú, amiga desde hace décadas de Sánchez Gijón, la encargada de entregar este "Goya de amor", como lo ha definido, a la actriz, con quien se ha fundido en un abrazo.

Haciendo suyas las palabras de Marisa Paredes, recientemente fallecida, la galardonada ha asegurado que "no hay que tener miedo a la cultura, sino a la indiferencia, la mentira, el fanatismo y la violencia".

Y ha añadido algo con lo que Paredes, ha dicho, estaría de acuerdo, que hay que tener miedo "a los nuevos imperialismos y las limpiezas étnicas".

Muy emocionada, Aitana Sánchez-Gijón ha dedicado el premio, además de a sus dos hijos y a su madre, presentes en la sala, a los compañeros que "contra viento y marea" siguen con su vocación para mantener este trabajo.

Y de los más de 40 directores con los que ha rodado, ha querido mencionar a las cuatro mujeres con las que lo ha hecho para afirmar que "por suerte las cosas están cambiando" y hoy son muchas más, en todos los ámbitos del sector, las que forman parte de este "empeño colectivo" que es el cine.

Tampoco se ha olvidado de Richard Gere, Goya Internacional de este año al que, "con el permiso" de su mujer, se ha referido como el "amor de su vida". Y ha agradecido al presidente de la Academia de cine, Fernando Méndez-Leite, habérselo entregado el mismo año que al actor estadounidense.

Desde sus inicios en las clases de teatro de María Galleta, Sánchez-Gijón ha hecho un balance de su carrera, y ha recordado que sus inicios estaban ligados "poéticamente" al citar sus actuaciones en La Barraca de Alicia Hermida, en Fuente Vaqueros (Granada), pueblo natal de Federico García Lorca.

El estupor inicial que le causó conocer la concesión del premio -llegó a echarle la "bronca" al presidente de la Academia de cine, Fernando Méndez-Leite, por considerar que es aún demasiado joven para este galardón, según reconoció- ha dado paso esta noche, ya con la estatuilla en la mano, al mismo sentimiento de "temblor, vértigo y ganas" con el que se inició en este oficio.

De ella ha resaltado Maribel Verdú que es "la compañera perfecta, cómplice y leal", así como una actriz "llena de luz y talento", que ha hecho que este país y esta cultura sean "mejores".

Pero este Goya "te lo dan por lo que te quiere y te admira la gente" del cine, para quienes Aitana Sánchez-Gijón es "un espejo en el que mirarse", le ha dicho Verdú a su amiga.

Aitana Sánchez-Gijón no ha recibido ningún Goya por alguna de sus interpretaciones, así que el de honor es el primero en sus 38 años de carrera, que coinciden justo con el tiempo de existencia de los galardones.

A sus 56 años, es la mujer más joven en recibir el Goya honorífico. El profesional más joven en recibirlo fue Antonio Banderas en 2015, cuando tenía 55 años.

Nacida en Roma en 1968, hija de padre y madre dedicados a la enseñanza, ahijada del poeta Rafael Alberti, Sánchez-Gijón empezó a formarse con 9 años en el taller de María Galleta. A los 17 ya había pisado las tablas de un teatro, los platós de televisión y los rodajes de cine.

Actriz versátil, ha trabajado con grandes nombres en cada una de las tres disciplinas: en teatro con Miguel Narros, Adolfo Marsillach o Mario Gas; en cine con Imanol Uribe, Bigas Luna o Pedro Almodóvar, y en televisión con Manuel Gutiérrez Aragón o Fernando Méndez-Leite, actual presidente de la Academia de cine, cargo que ella ejerció entre los años 1998 y 2000.

No ha llegado a desarrollar carrera como actriz en Hollywood, pero sí ha realizado algunas incursiones como la que protagonizó junto a Keanu Reeves en 'Un paseo por las nubes', o con Christian Bale en 'El maquinista'.

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