Salma Hayek, una madrastra que desearían tener en cualquier cuento

LE BOURGET, FRANCE - MARCH 06: (L-R) Mathilde Pinault, Valentina Paloma Pinault, Salma Hayek, and François-Henri Pinault attend the Balenciaga FW 22 show at Le Bourget Halle d ‘Expositions on March 06, 2022 in Le Bourget, France. (Photo by Anthony Ghnassia/Getty Images For Balenciaga)
La actriz Salma Hayek y su esposo, el empresario François-Henri Pinault, posan al lado de su hija Valentina Paloma Pinault (segunda de izquierda a derecha) y Mathilde Pinault (primera a la izquierda), hija del magnate, en la pasarela de Balenciaga en marzo pasado (Foto: Anthony Ghnassia/Getty Images para Balenciaga).

Muchos de los cuentos infantiles que narran historias de hijas o hijos huérfanos de madre tienen un padre, desolado y casi falto de responsabilidad afectiva, que se ve en la penosa necesidad de volver a casarse para que esas pobres criaturas no crezcan sin la indispensable figura materna. Pero la mujer que se integra a la ya formada familia tiene muy poco o nulo interés en sus hijastros y, además, los maltrata. Vaya, es una madrastra malvada.

Pero eso es ficción y afortunadamente para nosotros, Salma Hayek es el claro ejemplo de que ese estereotipo perpetuado por siglos no aplica en ella ni con los otros hijos de su esposo, François-Henri Pinault. La prueba es su relación con Augustin Evangelista Pinault, hijo de Pinault y la modelo Linda Evangelista, quien acaba de cumplir 16 años.

Vayamos por partes:

Antes de que la actriz mexicana brillara en la vida de François-Henri, el empresario francés estuvo casado con Dorothée Lepère por casi ocho años y tuvo dos hijos, François y Mathilde, nacidos en 1998 y 2002 respectivamente.

En abril de 2006, la protagonista de Frida fue invitada para inaugurar el Palacio Grassi en Venecia, Italia, y fue de las primeras veces que se le vio públicamente con el presidente de Pinault-Printemps-Redoute (PPR), aunque los rumores señalaban que ya tenían algunos meses de relación y que incluso ya habían superado sus primeros problemas derivados por la distancia y los compromisos laborales (él en Francia, ella en Estados Unidos).

Para marzo de 2007, Hayek, de entonces 40 años, anunció su embarazo y que el padre era Pinault, además de estar comprometidos. Valentina Paloma Pinault nació el 21 de septiembre de 2007. Dos años después, la pareja se casó y desde entonces son inseparables.

Y, entonces, ¿cuándo nació Augustin?

Si recuerdan, en la historia de amor de Salma y François hubo una separación (o se dieron un tiempo, al estilo Rachel y Ross en Friends) y él mantuvo un fugaz romance con la modelo Linda Evangelista. De esta relación nació un niño, Augustin —Augie, como le llaman cariñosamente—, el 11 de octubre de 2006. Sí, contaron bien, once meses antes que Valentina.

"Ni siquiera la conocía mucho", declaró Pinault años después, que rompió la relación y todos los lazos que le unían a Linda poco después de enterarse de la noticia.

La modelo siguió adelante con su embarazo y dio a luz a su hijo Augie, pero mantuvo en secreto la identidad del padre hasta que en 2011 reveló, con papeles judiciales en mano, que se trataba del empresario del conglomerado de firmas de lujo PPR. Fue entonces cuando Pinault y Evangelista emprendieron una batalla legal que terminó por ganar la modelo por la manutención del niño, según el diario El País, de 46,000 dólares mensuales.

"Mi hijo se llama Augustin Evangelista Pinault. Siempre que es posible, hago que participe en mi vida de familia en Estados Unidos o en Francia, especialmente con su hermana Valentina, está totalmente integrado en mi familia", dijo el francés en una publicación para la revista Elle.

De hecho, un par de publicaciones en la cuenta e Instagram de la actriz veracruzana dan prueba de la cercanía entre los hermanos y la familia: una de agosto de 2021, durante unas vacaciones, donde se ve a Salma sentada y frente a ella Augie, acompañados del director mexicano Alfonso Cuarón y Pinault. En otra imagen de julio pasado, en el marco del Día del Padre, están François, Mathilde, Valentina y Augie, quien rodea con un brazo a su madrastra.

En las ocasiones en que ha hablado de su papel de madrastra, la mexicana ha asegurado que su trabajo consiste en crear un ambiente en el que todos se sientan "seguros y mimados" al mismo tiempo que respeta las reglas impuestas por sus respectivas madres.

Mathilde Pinault, Valentina Paloma Pinault, y Salma Hayeken un show de Balenciaga en Francia. (Photo by Anthony Ghnassia/Getty Images For Balenciaga)
Mathilde Pinault, Valentina Paloma Pinault, y Salma Hayeken un show de Balenciaga en Francia. (Photo by Anthony Ghnassia/Getty Images For Balenciaga)

Mathilde, por su parte, también se ha referido a su madrastra para aclarar que están tan unidas como parece y que ella le ha dado además una lección de vida muy importante. "Es una diva, tiene una vida complicada, pero me enseñó lo importante que es saber simplificar las dudas y los miedos, redimensionándolo todo a la sencillez de la vida cotidiana. La llamo a menudo, y cuando algo no funciona, tiene el poder de quitarles hierro a las dificultades para convertirlas en obstáculos que hay que afrontar poco a poco", dijo para Vanity Fair.

Y como vemos, este cuento parece que sí se encamina para que todos tengan un final feliz como familia.

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