Sebastián Caicedo y Juliana Diez ya son marido y mujer: “Estamos arrancando bajo el ejemplo de Dios”

Cuando Sebastián Caicedo entregó el anillo de compromiso a su novia Juliana Diez hace dos meses, la pareja no perdió tiempo para iniciar los preparativos para realizar su boda cristiana. “Esto fue después de dos años de caminar en una relación con propósito, y decidimos dar este paso porque sentimos que ese propósito necesitaba ser afianzado con la bendición de Dios”, dice Caicedo. “Tenemos muchos planes, proyectos, y creemos que es el momento de restaurar nuestras vidas, de estar bajo la bendición de Dios y ser felices”.

Una felicidad que ambos han construido paso a paso. “Lo teníamos muy claro, pero teníamos que sanar juntos, apoyándonos. Estoy feliz”, dice, por su parte, Diez. “¿Por qué nos casamos en esta temporada? ¿Por qué tan cerquita del compromiso? Porque Sebas y yo no vivimos juntos, nunca hemos vivido juntos, decidimos guardarnos”.

La historia de amor de los colombianos inició hace exactamente dos años cuando el actor de telenovelas como El señor de los cielos y El Chema decidió empezar un nuevo capítulo en su vida en Medellín. “July [tuvo una relación de] 16 años, siete años de casada, y yo [tuve] una relación de 14 años. Entonces, pues, traíamos una experiencia  y una historia en donde lo que hicimos fue [decir]: ‘Yo quiero un hogar, tú también quieres un hogar. Tenemos este propósito, los dos queremos tener una relación bajo propósito de Dios’”, recuerda Caicedo, quien conoció a su hoy esposa en la iglesia a la que acudía. “Sin religiosidad, ni fanatismo quisimos hacerle caso a Dios. La ceremonia fue algo muy íntimo”.

La hacienda Santa Mónica en Llanogrande fue el escenario elegido por la pareja para unir sus vidas frente amigos y familia. “Había velos y velas, mucha luz, flores, fue un ambiente muy romántico”, dice Diez, quien junto con su wedding planner Laura Bejarano organizó la ceremonia en tan solo semanas.  “Lo más lindo de la ceremonia es que Dios nos permitió salir victoriosos después de haber pasado muchas cosas difíciles. Esta ceremonia fue para dar esperanza a muchas personas”.

Una de ellas: Tomás, de 7 años,  el hijo de Diez. “Tommy vivió todo el proceso de cómo su mamá y el novio de su mamá —que ahora es su mejor amigo y lo ama profundamente— [unieron sus vidas]”, dice orgullosa la diseñadora de modas. “Esta ceremonia fue para testificar todo lo que hace Dios cuando hay un corazón que lo crea él. Fue una ceremonia para que Sebas también pudiera testificar como un hombre que en el peor momento de su vida buscó misericordia”.

Es así, con benevolencia que la pareja por fin vivirá bajo el mismo techo. “Voy a entregar mi apartamento”, dice contento Caicedo, quien participó recientemente en el reality show de Telemundo La isla: desafío extremo. “Me mudo con July en su casa”. Y agrega Diez: “Finalmente cuando nos casamos somos uno. Estamos uniendo todo lo que tenemos para poder seguir caminando. Seguimos teniendo sueños. ¿Dónde vamos a vivir? En nuestra casa”.

¿Con más hijos?  “Totalmente, lo que Dios quiera”, recalca la colombiana, quien al igual que su marido desea tener una niña. “Que salga con esos ojitos de Sebastián”.

¡Vivan los novios!

¿Cómo fue que decidieron casarse después de Navidad?

Sebastián Caicedo: Esto fue después de dos años de caminar en una relación con propósito, una relación que estamos guiados por Dios y decidimos dar este paso porque sentimos que ese propósito necesita ser afianzado con la bendición de Dios. Tenemos muchos planes, proyectos y creemos que es el momento de restaurar nuestras vidas, de estar bajo la bendición de Dios y ser felices. July yo como personas familiares, hogareñas, hemos soñado con tener una familia. Ha sido por eso. Dios puso en nuestro corazón que ya era tiempo.

Juliana Diez: Estoy feliz; desde el momento que nos conocimos fuimos muy claros de que no era un tiempo de 'a ver qué pasa'. Ahora las relaciones son desechables. Para nosotros era importante tener un norte para saber a dónde nos dirigimos. Lo teníamos muy claro, pero teníamos que sanar juntos, apoyándonos y obviamente orando para que fuera este tiempo. Estoy feliz. ¿Por qué nos casamos en esta temporada? ¿Por qué tan cerquita del compromiso? Porque Sebas y yo no vivimos juntos. Nunca hemos vivido juntos y esto es algo que en todas las relaciones es normal [decir:] 'Somos novios, vivamos juntos y luego nos casamos'. Nosotros no vivimos juntos porque decidimos guardarnos, tener una relación en donde nos enfocamos en seguir creciendo en lo profesional, en nuestra relación con Dios, en poder darle un testimonio a mi niño que tiene 7 años. Tommy vivió todo el proceso de cómo su mamá y el novio de su mamá —que ahora es su mejor amigo y lo ama profundamente— [unieron sus vidas]. También tiene un papá que lo ama profundamente y que está 100 por ciento presente; se muere de amor por Sebastián. El tiempo en que tomáramos la decisión de casarnos queríamos que fuera rápido, la decisión estaba clara.

"Tenemos muchos planes, proyectos y creemos que es el momento de restaurar nuestras vidas, de estar bajo la bendición de Dios y ser felices. Como personas familiares, hogareñas, hemos soñado con tener una familia. Dios puso en nuestro corazón que ya era tiempo". —Sebastián Caicedo"

S: Algo que me gustaría destacar es que yo conozco a July cuando llego a Medellín. Hace tres años cuando pasa lo que pasa [terminé mi relación anterior], duré seis meses metido en mi finca y por un trabajo yo llego a Medellín. Alguien me acercó a papá Jesús y fue en la iglesia como a los tres meses de estar asistiendo que conozco a July porque ella es empresaria —tiene su marca de ropa de mujer y tiene una comunidad de mujeres con propósito— y ella me llama a pedirme si les puedo hacer publicidad en mis redes para una conferencia que iba a dar en Bogotá; ahí se hace la conexión. Quedamos hablando y nos dimos cuenta que teníamos puntos de vista parecidos.

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J: Hubo mucha empatía y al no sentir a un hombre que estuviera encima de mí y él también al no sentir a una chica que quería algo, pues se generó un vínculo de amistad en donde abrimos nuestro corazón, en donde [podíamos decirnos]: ‘Yo sentí eso, yo pasé eso’. Entonces está muy chévere porque no es una relación que fuera apasionada de besos y el derroche y la pasión; fue una relación muy sana.

"Está muy chévere porque no es una relación que fuera apasionada de besos y el derroche y la pasión; fue una relación muy sana". —Juliana Diez"

S: Fue construir sobre lo construído, obviamente con nuestras experiencia. July [tuvo una relación de] 16 años, siete años de casada, y yo una relación de 14 años. Entonces, pues, traíamos una experiencia  y una historia en donde lo que hicimos fue [decir:] ‘Yo quiero un hogar, tú también quieres un hogar, tenemos este propósito, los dos queremos tener una relación bajo propósito de Dios’. Sin religiosidad, ni fanatismo quisimos hacerle caso a Dios, que fuera él que nos fuera mostrando paso a paso y en qué momento. Creemos que es un tiempo prudente, sobre todo porque tenemos unos proyectos muy bonitos de seguir construyendo ya no como novios. Como esposos somos más fuertes y podemos visualizarnos para toda la vida.

"Creemos que es un tiempo prudente, sobre todo porque tenemos unos proyectos muy bonitos de seguir construyendo ya no como novios. Como esposos somos más fuertes y podemos visualizarnos para toda la vida". —Sebastián Caicedo"

¿Dónde se llevó a cabo la ceremonia?

S: Fue una ceremonia cristiana.

J: El pastor tuvo la autoridad, la potestad de lo legal y pastoral para casarnos. Eso era muy importante: es un pastor que tiene toda la legalidad en este país. Él conoce todos nuestros procesos, él estuvo feliz que validó nuestra historia.

S: Nosotros hicimos dos meses de cursos prematrimoniales, en donde nos van guiando en todo. La ceremonia fue cristiana en Llanogrande, a 40 minutos de Medellín. Fue en una hacienda, fue algo muy íntimo, estuvo parte de la familia de July, parte de mi familia y amigos muy cercanos; del medio artístico no vino nadie realmente.  Fue algo muy bonito, no fue la mega fiesta, no tiramos la casa por la ventana. Quisimos que fuera muy bonito y ofrecerle a los invitados un lugar a gusto. No quisimos que el protagonista fuera el lujo, ni la ostentosidad —ni Juliana y yo— si no que fuera Dios. Dios fue el protagonista, Dios [fue testigo] del pacto para honrarlo a él.

J: Es un lugar mágico, hay mucha naturaleza, la hacienda tiene una arquitectura muy europea. Con todo el concepto que manejamos estaba alineado. Lo más lindo de la ceremonia es que Dios nos permitió salir victoriosos después de haber pasado muchas cosas difíciles; esta ceremonia fue para dar esperanza a muchas personas. Cuando la mujer no conoce el amor de Jesús lo que hace es desenfocarse. Sanar duele demasiado, y todo lo que hemos vivido [ha sido fuerte], es por eso que esta ceremonia fue para testificar todo lo que hace Dios cuando hay un corazón que se somete y lo crea él. Esta fue una ceremonia para que Sebas también pudiera testificar como un hombre que en el peor momento de su vida buscó misericordia, se asentó un corazón dispuesto a escucharlo [a Dios].

"Fue algo muy bonito, no fue la mega fiesta. No quisimos que el protagonista fuera el lujo ni la ostentosidad —ni Juliana y yo— si no que fuera Dios". —Sebastián Caicedo"

En la ceremonia estuvieron amigas que tuvieron historias de corazones rotos que no pueden más con la amargura y se medican, y simplemente a veces uno busca medicación. Pero la amargura es  por el perdón que no has hecho. Esta celebración fue para decir: ‘Este fue nuestro proceso, la diferencia de Sebas y [mía] es que preferimos mirar a Dios, mirar a Jesús, obedecerlo, mirar y caminar conforme a su voluntad’. Dios de verdad que ha restaurado nuestras vidas.

S: Juliana es diseñadora de modas y ella quería un lugar que se sintiera la presencia de Dios en la pureza. Ella puso telas por todos lados.

"Esta celebración fue para decir: ‘Este fue nuestro proceso, la diferencia de Sebas y [mía] es que preferimos mirar a Dios, mirar a Jesús, obedecerlo, mirar y caminar conforme a su voluntad’. Dios de verdad que ha restaurado nuestras vidas". —Juliana Diez"

J: Había velos y velas, mucha luz, flores, fue un ambiente muy romántico.

S: Y acogedor, no quisimos nada ostentoso pero que fuera acogedor. Tuvimos comida típica de Colombia, amigos de la iglesia cantaron. Fue dar gracias a Dios, no importa los errores, pecados y equivocaciones, Dios nos va a dar siempre una segunda oportunidad si nos acercamos a él. Y le agradezco a Dios que me haya dado esta segunda oportunidad no solo por mi anterior experiencia, sino por tal vez equivocaciones [que pasaron] en mi trabajo, en el medio que yo me envuelvo, tal vez no tenía que enfocarme en la fama ni en el dinero. Dios no quiere que uno sea pobre, él quiere  que lo miremos a él y todo eso va a llegar, todo eso va a llegar. Él quiere un modelo de familia y yo soñaba con tener un hogar, una esposa, tener hijos. Eso fue lo que demostramos en la ceremonia: que estamos arrancando con pie derecho bajo el ejemplo de Dios y fue algo muy íntimo y muy bonito.

""Le agradezco a Dios que me haya dado esta segunda oportunidad no solo por mi anterior experiencia, sino por tal vez equivocaciones [que pasaron] en mi trabajo". —Sebastian Caicedo"

La canción que bailamos, es de la autoría de July y mía y fue un regalo para Dios. Los estrenamos ahí.

¿Cómo está su familia con su decisión?

J: Yo tengo una hermanita que es el amor de mi vida, mi niño está feliz, el que mi hijo ame a Sebastián es un milagro. Mi mamá está feliz. Mi abuelita, que es un tesoro que se murió hace cuatro meses, para ella Sebastian era su galán de novela, tenía las revistas, se sabía toda su historia y cuando llegó Sebastián era su galán de telenovela. Mi tío que es como mi papá está feliz.

S: Por la mía vino mi mamá, que está feliz de verme feliz; mi hermana de Houston y mi hermano de España, que es mi núcleo más cercano. Mi padre falleció hace un año. Fue algo muy íntimo. Vinieron mis sobrinos y ellos están felices de ver lo que estoy logrando con July. Yo puse una empresa de productos capilares, ella me está ayudando en la visión y en el desarrollo de poner las cosas a andar; ella es una empresaria de 15 años de experiencia. Vamos a lanzar nuestra marca juntos, eso lo queremos hacer como esposo.

¿Dónde vivirán?

S: Yo vivo en El Retiro, cerca del aeropuerto de Medellín, voy a entregar mi apartamento y me mudo con July en su casa.

J: Finalmente cuando nos casamos somos uno. Entonces es importante resaltar no que lo mío es mío. Cuando tomas la decisión de casarte es de los dos; no es de competir ni dividir. Sebas tiene sus cosas y yo tengo las mías, pero vamos a unir todo lo que tenemos y vamos a multiplicar eso. Yo no conozco a un Dios que divide. Estamos uniendo todo lo que tenemos para poder seguir caminando. Seguimos teniendo sueños. ¿Dónde vamos a vivir? En nuestra casa.

¿Más hijos?

S: Sí.

J: Totalmente, lo que Dios quiera.

S: Yo quiero una princesa.

J: Que salga con esos ojitos de Sebastián.

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