‘Shakespeare enamorado’ escondía el obstáculo que frenaría el ascenso de Joseph Fiennes en Hollywood

Joseph Fiennes (Photo by Stewart Cook/Variety/Penske Media via Getty Images)
Joseph Fiennes (Photo by Stewart Cook/Variety/Penske Media via Getty Images)

Una sola película puede ser suficiente para lanzar la carrera de un actor al estrellato internacional. Porque mientras algunos artistas se quedan estancados en el rol de eterno secundario, o se labran el reconocimiento a base de talento y perseverancia, otros alcanzan la cima gracias a un éxito puntual. Y eso es justamente lo que vivió Joseph Fiennes en 1998 cuando Shakespeare enamorado y Elizabeth lo colocaron en el horizonte de la mirada internacional a través de personajes seductores y románticos en películas que compitieron por el Oscar al mismo tiempo. Sin embargo, esas puertas hacia la cima de Hollywood no estuvieron abiertas por mucho tiempo. Y por culpa de Harvey Weinstein.

Siempre me llamó la atención que la industria de los blockbusteres no exprimiera el éxito del hermano de Ralph Fiennes (La lista de Schindler y El paciente) aquel año. Su papel como amante seductor de la reina Isabel I junto a Cate Blanchett, y el de un William Shakespeare apasionado con Gwyneth Paltrow fácilmente parecían marcar un destino sellado a fuego como nuevo rompecorazones romántico en la meca del cine. Pero no fue el caso. Porque en lugar de protagonizar grandes producciones que reflejaran el éxito, se exprimió su vena seductora con películas mediocres, como Forever mine o Mátame suavemente, que dinamitaron lo conseguido en muy poco tiempo.

Y ahora, casi 25 años más tarde, descubrimos que no fue porque la industria no quisiera aprovechar el descubrimiento. Sino porque fue víctima del ‘bullying’ de Harvey Weinstein.

Lo explicó en una reciente entrevista concedida a The Observer, detallando que rechazó firmar un acuerdo lucrativo con Miramax, la poderosa compañía del ex productor que había colocado a Shakespeare enamorado, y en consecuencia su figura como héroe romántico, en el horizonte de la Academia.

Weinstein, que actualmente se encuentra cumpliendo una condena de 23 años por delitos sexuales, le habría ofrecido un contrato que le aseguraba cinco películas con la empresa. Una táctica similar a la seguida con Matt Damon después del éxito de Mente indomable en 1997, a través de un acuerdo que lo llevó a protagonizar Apuesta final, Dogma y El talentoso Sr. Ripley.

En otras palabras, que le ofreciera el mismo contrato a Joseph Fiennes a raíz del impacto cultural y económico de Shakespeare enamorado habría sido un movimiento comercial acertado. Sin embargo, según relató al citado medio, Harvey Weinstein lo habría llamado a su habitación de hotel mostrándose “agresivo, haciendo bullying y dejando claro que estaba al mando de su carrera”. El actor no quiso entrar en detalles ni repasar el altercado de manera explícita, pero le habría dejado claro que no aceptar el acuerdo sería muy malo para su carrera.

Actress Gwyneth Paltrow and actor Joseph Fiennes arrive at the Globe Theatre, south London. Stars of film and stage are putting on a Shakespearean spectacle tonight for the Prince of Wales. Oscar winner Gwyneth Paltrow will join a host of acclaimed actors at London's Globe Theatre as they take turns to perform scenes from the bard's famous plays. Royal theatregoer Charles will see Paltrow reunited with her Shakespeare In Love co-star Joseph Fiennes as they perform the balcony scene from Romeo and Juliet.   (Photo by John Stillwell - PA Images/PA Images via Getty Images)

“Fue una táctica de intimidación que no me sentó bien”, dijo Fiennes. “La forma en que lo explicó fue un shock para mí. Pero de repente me senté en la habitación muy presente, feliz y fuerte conmigo mismo para decir ‘sabes qué, no estoy en deuda [con el contrato]. Me alejo’”.

La explicación nos remonta instantáneamente a declaraciones similares que hicieron actrices como Ashley Judd o Rosanna Arquette en torno a las tácticas del productor cuando le hundían el ego a través del rechazo. En el caso de la primera, haciéndole perder oportunidades tras haber rechazado sus intentos sexuales. Como, por ejemplo, diciéndole a Peter Jackson que era “una pesadilla” trabajar con ella cuando el director estaba considerándola para un papel en la trilogía de El señor de los anillos. (Fuente: BBC) Mientras la segunda explicó a The New Yorker que “le puso las cosas muy difíciles durante años” después de rechazarlo sexualmente.

Y es que no olvidemos que, por aquel entonces, todavía faltaban varias décadas para que el movimiento #MeToo destapara los escándalos más terribles asociados con la industria y Harvey Weinstein, y que el productor era una de las figuras más poderosas e influyentes del cine. Su compañía, Miramax (fundada con su hermano Bob en 1979), se había ganado la reputación de estar asociada con el avance del cine independiente en el terreno comercial y los premios Oscar.

Por ejemplo, Shakespeare enamorado fue una de las producciones que la empresa distribuyó en Estados Unidos, haciendo una campaña de gigante para llamar la atención de la Academia. Una campaña tan intensa que muchos acreditan como la verdadera responsable del éxito del filme en los premios, habiendo alzado la estatuilla de Mejor Película y Mejor Actriz para Gwyneth Paltrow por encima de los favoritos de aquel año, Salvando al soldado Ryan y Cate Blanchet (por Elizabeth).

Y si bien Joseph Fiennes disfrutó de una carrera prolífica en el teatro británico y formó parte de producciones audiovisuales aclamadas como American Horror Story o El cuento de la criada, su trayectoria juvenil no bebió de las mieles del éxito de Shakespeare enamorado. No de la manera que cualquiera hubiera imaginado cuando observamos el éxito de ambas producciones a finales de los años 90s.

El actor ya había comentado este episodio en una entrevista de 2016 concedida a The Guardian, pero como no entraba en detalles, se entendía que había abandonado Hollywood por preferir centrarse en el teatro. Sin embargo, su nueva revelación destapa una realidad diferente en donde también habría sido víctima del poder vengativo de Harvey Weinstein en ese momento de alza profesional.

Porque al preguntarle si Weinstein cumplió con su promesa de entorpecer su ascenso en la industria, dijo: “No creo que me ayudara”, mientras añade que el productor “dejó claro que no me apoyaría”.

“Hacía un fuerte movimiento para no apoyarme”, dijo. “Estaba fuera de la familia. Pero estaba muy feliz de no estar en la familia”.

Joseph Fiennes continuó con su carrera a su manera, sin la presión de atarse a un contrato manchado por el bullying y la amenaza. Por lo tanto, la opción de haberse encaminado por el terreno de los blockbusteres o las producciones más comerciales habría existido. Pero dijo que no. Y en su caso, bien que hizo.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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