Quién fue el sicario que asesinó a Griselda Blanco, cuatro años después de que saliera en libertad
Griselda Blanco fue una de las líderes del narcotráfico más buscadas en el mundo, en las décadas de 1970 y 1980. La oriunda de Cartagena llegó a trasladar más de una tonelada de cocaína al mes entre Colombia y Estados Unidos y fue vinculada con al menos 250 homicidios. Pero, tras ser puesta en libertad y cuando se presumió que abandonó el negocio ilícito de la droga, fue asesinada por un sicario.
La serie de Griselda, dirigida por Andrés Baíz, se convirtió en todo un éxito a nivel mundial y en apenas cinco días de su estreno en Netflix está entre lo más visto del gigante de streaming. Sofía Vergara se puso en el papel de la conocida como La viuda negra, luego de que sus tres maridos terminaran muertos: Carlos Trujillo, Alberto Bravo y Darío Sepúlveda.
El 3 de septiembre de 2012, un lunes, Griselda paseaba por las calles de Medellín, tras cuatro años fuera de las rejas, luego de ser puesta en libertad en Estados Unidos por un problema de salud. Blanco terminó el recado de comprar un pedazo de carne en el mercado de la ciudad, pero no volvió a su casa. Un hombre, desde una moto, le propinó dos disparos en la cabeza, que terminaron con su vida a los 69 años.
Según trascendió, se trató de un hombre de alrededor de 30 años y se presumió que todo tuvo que ver con un ajuste de cuentas pendiente del pasado, cuando Griselda aún vivía en Colombia y no había transitado su negocio ilícito a Estados Unidos.
Tres de sus cuatro hijos también protagonizaron muertes violentas. Dixon, su primogénito, y el de Carlos Trujillo, quien ingresó a prisión al mismo tiempo que su madre y lo asesinaron tras su puesta en libertad, en 1992. Uber y Osvaldo “Ozzy” Trujillo también fueron víctimas de presuntos ajustes de cuentas en el negocio ilícito, pero sucedió mientras la líder del narcotráfico permanecía en prisión.
En tanto, Michael Corleone, el hijo de Griselda Blanco y Darío Sepúlveda, pretende lanzar un libro sobre la historia de su madre.
Cómo fue capturada Griselda Blanco
“Hola, Griselda. Por fin nos conocemos”. Con estas palabras, el agente de la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, Robert Palombo, quien se encontraba desde hacía más de una década en la búsqueda de la líder del narcotráfico colombiana, entró a la vivienda de Griselda Blanco el día de su detención.
Griselda Blanco fue capturada en su residencia de Irvine, en el sur de California, en 1985. Luego de mucho tiempo prófuga y sumergida en el negocio ilícito de la cocaína, y en medio de que se la vinculara con al menos 250 homicidios, “la madrina” cometió algunos errores de último momento que dejaron en evidencia su paradero.
Ante el saludo del agente de la DEA, Griselda Blanco decidió fingir que no se trataba de ella. “No. Mi nombre es Betty”, apuntó, mientras se encontraba tumbada en la cama y con una Biblia entre las manos. Pero las autoridades llevaban más de 10 años tras su rastro y no dejarían que se les escapara de ninguna manera. Así, la documentación, los pasaportes falsos y las armas confirmaron que se trataba de la delincuente.