Sofía Pachano: de su historia de amor con Santiago Ramundo y las ganas de tener un hijo al ejemplo de sus padres
Sofía Pachano es una de las protagonistas de Somos nosotros, la comedia que puede verse de miércoles a domingos en el Multitabaris y que habla sobre relaciones de parejas. Pero además prepara dos viajes en grupo, uno a Turquía y otro a Italia, y claro, sigue cocinando en redes sociales y en la casa que comparte con su pareja, el también actor Santiago Ramundo. “Soy multitasking”, dice divertida. En una charla con LA NACIÓN cuenta su historia de amor, desgrana su relación y también habla del ejemplo de familia de sus padres, Aníbal Pachano y Ana Sans.
-En Somos nosotros tu personaje tiene una familia monógama hasta que se enamora de otra persona y decide contarlo, ¿qué te interpela de ese trabajo?
-Yo creo que nos interpela a todos y no porque vayas a querer contarle a tu pareja que te pasa algo con otra persona (risas). Simplemente, son cosas que nos suceden y ahora existe el permiso de poder hablarlo. No creo que todos tengan la valentía de poder hacerlo, pero el tema está sobre la mesa y todos nos preguntamos si el amor es para toda la vida o no . Mi personaje elige ser sincera ante lo que le sucede con otra persona que no es su marido. Y elige hacerlo no por estar entre la espada y la pared, sino porque ama a su marido y se enamoró de otra persona, y no sabe qué hacer con eso; lo cuenta para intentar resolverlo juntos. Es nuestra cuarta temporada y cada vez que puedo hago esta obra porque me genera un desafío muy grande, me obliga a usar todos los matices y recursos que tengo. Es un personaje complejo que tiene comedia, sensibilidad y dramatismo, y estoy todo el tiempo sobre el escenario.
-¿Qué harías si te pasara lo mismo que a tu personaje? ¿Lo contarías?
-No sé, me lo pregunto y cada semana voy cambiando de opinión (risas). No tengo una postura tomada y por suerte, no lo viví.
-¿Alguna vez hablaron de poliamor con Santiago?
-No, nada de eso. Tenemos una relación monogámica, por ahora. Nunca se sabe porque todos vamos cambiando a lo largo de la vida y lo que está bien es tener una buena comunicación con tu pareja, un buen diálogo y hablar de todo sin hacer ‘sincericidios’ (risas).
-¿Cómo nació esta historia de amor?
-Nos conocemos desde 2013 cuando grabamos la serie Señales del fin del mundo. Nos hicimos muy amigos y él después se fue a vivir a México, durante seis años. Todo ese tiempo charlamos, pero sin segundas intenciones. Siempre nos quisimos mucho, aunque no pasaba nada. En diciembre de 2019 vino a Buenos Aires a pasar las fiestas con su familia y quedamos en vernos. Y por primera vez nos miramos con otros ojos (risas). Fue mutuo. Él volvió a México y al tiempo yo fui a visitarlo, y después fue la pandemia. No éramos novios todavía en 2020, pero construimos nuestras bases, por decirlo de alguna manera, a la distancia, sin poder viajar. Nos acompañamos mucho. Volví a viajar cuando terminé Masterchef celebrities y ahí, sí nos pusimos de novios. Ahora cumplimos 4 años. Ese año él decidió volver a nuestro país y no por mí, sino porque hacía tiempo que tenía ganas. Y estamos construyendo nuestra relación desde ese momento.
-¿Conviven?
-Siempre vivimos juntos, desde que volvió. Todavía estábamos en pandemia cuando volvió así que se vino a mi casa. Pasito a pasito, fuimos agrandando el nido y ahora tenemos una casa de los dos y estamos recontentos.
-Nada fácil arrancar una historia de amor y una convivencia al mismo tiempo...
-No es fácil (risas). Ese que año hablamos tanto, pero estuvimos separados por la pandemia, nos permitió conocernos bien. Como todas las parejas tenemos nuestros temas de convivencia, nuestras peleas por quién hace qué cosa. Lo normal (risas). Antes veías parejas que parecían perfectas y no era cierto, y ahora es más común mostrar que nada es perfecto. Nosotros peleamos, como todos, pero nos une un gran amor y respeto, y queremos seguir una vida juntos.
-¿Tu familia es un ejemplo? Si bien tus padres se separaron hace muchos años, mantienen un buen diálogo y se acompañan.
-Es cierto, es el ejemplo que tengo en mi familia. Y en la de Santi también porque sus papás se divorciaron y después de siete años se volvieron a casar. Yo creo que cuando elegís formar una familia con alguien, lo hacés para toda la vida. Lo charlamos mucho y los dos creemos que lo elegís por la eternidad porque tu energía y su energía van a estar siempre en la vida del otro. No entiendo a las parejas que no vuelven a hablar después de separarse. Entiendo sí que hay un proceso, pero después ya pasó. Mis papás se eligen como familia, se ayudan y también se pelean. Y es un ejemplo porque con Santi queremos construir una familia y más allá de lo que nos pueda pasar como pareja, voy a seguir eligiéndolo como familia.
-¿Les gustaría tener un hijo?
-Sí, seguramente suceda en algún momento.
-¿Cómo está tu papá, Aníbal?
-Bien, está muy bien. Es Highlander (risas). Obviamente, tiene que hacerse controles. Le sirve mantenerse activo y trabajar, tener un objetivo. Y eso también es un ejemplo. Hace años le dieron un diagnóstico terminal y no lo fue. Ahora su diagnóstico es completamente diferente. Tiene la enfermedad, pero se cuida y en este momento no está en tratamiento. Tiene una gran fuerza vital.
-¿Tenés otros proyectos?
-Estoy a full con mi faceta de viajes gastronómicos que arranqué el año pasado . En abril viajo con un grupo a Turquía, y en mayo, a la Puglia, Italia. Y es algo que me fascina. Tenemos un itinerario pensado por mí, yo voy con ellos, hay mucho tiempo libre y también actividades en conjunto, y muchas sorpresas con mi curaduría. Estoy muy contenta porque es algo que me gusta mucho. Siempre compartí tips y cosas en mis redes y ahora lo hago en grupo. Y tengo solo eso por ahora. Hay poca producción audiovisual y es una pena. Los países que producen mucho, como España, Estados Unidos y Turquía, están apoyados por subsidios estatales. Es una pena lo que sucede en nuestro país desde hace ya varios años y cada vez más, pero es la realidad. No hay mucho espacio para todos los actores que somos, solamente para algunos tocados por la varita. Por eso hay tanto teatro. El año pasado fui muy privilegiada, estuve en Kinky boots, School of rock y Somos nosotros, pero son períodos cortos.
-¿Los viajes en grupo son también una salida laboral entonces?
-No, hago esto porque me gusta. Vivo más de mi trabajo en redes sociales, aunque claro que es un trabajo. Yo soy multitasking (risas). Tengo muchos intereses y no por falta de trabajo sino por curiosidad. Me gustan muchas cosas y voy a seguir haciéndolas. Cuando no tengo una cosa, hago la otra y se da naturalmente. También sigo con gastronomía en redes sociales.
-Hablando de viajes, hace unos meses fuiste a Japón y tuviste un problema de salud, ¿cómo estás?
-Fui de vacaciones con mi mamá y tuve un problema, pero todo se exageró un montón. Tuve un brote de alergia y todavía no sé a qué. En Japón usan muchos ingredientes para una misma preparación, condimentos, especias, algas. No tengo ni idea de qué comí, tuve una alergia, terminé en la guardia y me dieron corticoides porque se mi hinchó la cara como un pez globo. Pero a los dos días estaba bien y seguimos paseando. No pude comer mucho, pero disfruté. Japón es un país maravilloso, de otro planeta.