Streaming: Conversaciones entre amigos no logra eludir las comparaciones con Normal People ni sostenerse por sí sola
Conversaciones entre amigos (Conversations with Friends, 2022). Creada por: Lenny Abrahamson. Guion: Alice Birch, Mark O’Halloran, Meadhbh McHugh, Susan Soon He Stanton, basado en la novela homónima de Sally Rooney. Elenco: Alison Oliver, Joe Alwyn, Jemima Kirke, Sasha Lane. Disponible en: Star+ (completa). Nuestra opinión: buena.
Cuando se comunicó que parte del equipo detrás de la extraordinaria miniserie Normal People (disponible en STARZPLAY) iba a estar al frente de otra adaptación de una novela de la escritora irlandesa Sally Rooney (Conversaciones entre amigos, editada en 2017), surgieron las expectativas. A fin de cuentas, aquella ficción protagonizada por Paul Mescal y Daisy Edgar-Jones fue verdaderamente sublime, con Rooney colaborando como coguionista junto a los dramaturgos Alice Birch y Mark O’Rowe, y con dirección de Lenny Abrahamson (Frank, La habitación), por lo que no había razones para dudar de que el impacto podía repetirse con una traspolación igual de sólida.
Sin embargo, más allá de sus aciertos (que los tiene), Conversaciones entre amigos, que ya se encuentra disponible en Star+ , empalidece en relación a su predecesora y las comparaciones, aunque injustas, son inevitables cuando se está trabajando con el material de la misma autora y con Abrahamson tomando nuevamente las riendas. En principio, lo que sí se nota es la ausencia de la propia Rooney apuntalando en el guion y de la británica Hettie Macdonald en la realización de los episodios. Si bien el talento de Abrahamson no está puesto en duda -sobre todo cuando debe retratar la agonía con la que se mueven los protagonistas en pleno desencanto-, Normal People funcionaba mejor gracias a la gran dupla que el director forjó con Macdonald.
En cuanto al relato, y al tener una obra de Rooney como base, el público se reencuentra con personajes que hablan a destiempo, que no logran comunicarse cuando sienten que deben hacerlo, pero quienes tienen más de una razón para ese comportamiento . Así como en Normal People Marianne y Connell se enamoraban pero no encontraban el instante correcto (si es que existe tal cosa) para disfrutar de su vínculo inoxidable, en Conversaciones entre amigos sucede algo similar entre dos de los cuatro protagonistas: Frances (la debutante Alison Oliver) y Nick (Joe Alwyn). La joven de 21 años es subyugada por ese actor retraído que está casado con la escritora Melissa (la exGirls Jemima Kirke), y ambos entablan una relación sinuosa que no pueden quebrar aunque quieran.
Más allá de la atracción física, y como sucedía con Marianne y Connell, Frances y Nick sienten una conexión profunda e instantánea al estar unidos por un mismo y poderoso sentimiento: el creerse parias en sus respectivos círculos. Mientras ella lidia con un padre alcohólico y ausente y una indecisión respecto a su futuro (tópico que atraviesa las tres novelas de Rooney, incluida la última, ¿Dónde estás, mundo bello?), él batalla contra una depresión de la que Frances, sin saberlo, lo ayuda a salir paulatinamente. Los intercambios entre Oliver y Alwyn son sutiles, y es en los silencios en donde hay que detenerse
De todos modos, a diferencia de Normal People, Conversaciones entre amigos abre su narrativa a cuatro protagonistas, entre quienes se encuentra Bobbi (Sasha Lane, siempre magnética), exnovia de Frances, una presencia avasallante y necesaria que pone al resto de los personajes de cara a tópicos como el poliamor, la monogamia, y el amor romántico. En contraposición al libro, el lugar que se le da en la serie a una figura tan interesante es limitado y la ficción lo termina sufriendo cerca del final, cuando la exploración del vínculo entre Bobbi y Fraces resulta atropellado y hasta injusto para un rol tan crucial en ese cuarteto que se opone a los rótulos. Esa decisión, sumada a la de estirar innecesariamente la historia, le quitan contundencia a una miniserie que brilla en otros pasajes gracias a la guionista Alice Birch y su sensibilidad respecto al material de base. Como ejemplo tenemos aquellos momentos en los que se muestra el sufrimiento de Frances, quien padece endometriosis y no lo comparte con nadie.
“Advertí que mi vida iba a estar llena de sufrimiento mundano, y que eso no tenía nada de especial. Sufrir no me iba a hacer especial y fingir no sufrir no me iba a hacer especial. Hablar sobre eso, o incluso escribir al respecto, no iría a transformar el sufrimiento en algo útil”, expresa la joven en la novela de Rooney y en Conversaciones entre amigos se aborda su tormento interior con viñetas visualmente bellas pero muy dolorosas, nada menos que la esencia de la prosa de Rooney .