Si te enamoras de forma obsesiva puedes sufrir este trastorno

pareja enamorada abrazándose bajo la lluvia
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¿Sientes que te enamoras de manera obsesiva? ¿No puedes parar de pensar en esa persona? ¿Dejas, incluso, de hacer cosas que antes te gustaban para complacer a alguien a quien amas? Puede ser que te hayas enamorado hasta la médula, pero también es posible que sufras un trastorno que, en psicología, se denomina limerencia.

La limerencia es un estado emocional intenso e involuntario que se caracteriza por una atracción obsesiva hacia otra persona. Se diferencia del amor porque es más errática, inestable y genera un fuerte descontrol emocional. Pero, ¿qué la provoca y cómo se puede gestionar? En este artículo, la psicóloga Sandra Sánchez, del gabinete de psicología Siquia, nos ayuda a comprender mejor este fenómeno.

Es importante entender que la limerencia no es amor, sino una forma extrema de apego emocional que puede derivar en conductas obsesivas

¿Qué es la limerencia?

Como nos cuenta la experta en psicología, la limerencia es un estado de atracción extrema, en el que la persona experimenta emociones intensas y erráticas hacia alguien. "Es un estado emocional involuntario de atracción con gran ambivalencia y labilidad emocional", señala Sandra Sánchez. Además, puede ir acompañada de emociones límite, como celos y posesividad, que afectan a la estabilidad emocional de quien la padece.

Este estado puede generar unaintensa dependencia emocional, en la que la persona no logra dejar de pensar en el objeto de su atracción, afectando su concentración y bienestar. En muchos casos, la limerencia surge como un mecanismo de escape de la realidad, proyectando deseos no resueltos sobre la persona idealizada.

"Es importante entender que la limerencia no es amor, sino una forma extrema de apego emocional que puede derivar en conductas obsesivas", advierte Sánchez.

pareja en crisis en la cocina de casa
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¿A quién afecta la limerencia?

Suele presentarse en personas con baja autoestima y miedo al rechazo, que idealizan a los demás y generan expectativas irreales sobre relaciones que ni siquiera están establecidas. "Afecta especialmente a quienes tienen miedo al abandono y buscan reconocimiento constante", señala la experta.

También puede afectar a personas con antecedentes de relaciones poco saludables o experiencias traumáticas en la infancia, como abandono o negligencia emocional. Estas personas pueden tener una tendencia a buscar validación externa de manera desproporcionada, lo que las hace más vulnerables a desarrollar limerencia.

Las personas con limerencia viven en una montaña rusa emocional, oscilando entre la euforia de un pequeño gesto del otro y la angustia de no recibir atención

Síntomas de la limerencia

Tal como nos indica la psicóloga de Siquia, los principales signos de la limerencia son:

  • Necesidad constante de saber de la otra persona.

  • Celos irracionales en situaciones que muchas veces son creadas en la mente.

  • Imaginación de escenas vivenciales con la persona objeto de atracción.

  • Miedo intenso al abandono.

  • Descontrol emocional, con cambios bruscos de estado de ánimo.

  • Dificultad para concentrarse en otras actividades debido a pensamientos intrusivos sobre la persona idealizada.

  • Idealización extrema, en la que la persona cree que el objeto de su atracción es "perfecto" y sin defectos.

"Las personas con limerencia viven en una montaña rusa emocional, oscilando entre la euforia de un pequeño gesto del otro y la angustia de no recibir atención", detalla Sandra Sánchez.

mujer triste sentada en un columpio
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Factores que pueden desencadenarla

Cualquier gesto mínimo puede ser interpretado como una señal de interés y desatar la limerencia. "Un comentario, una mirada, una coincidencia en gustos o valores... Todo esto puede activar la atracción de manera involuntaria", indica la especialista.

Además, las redes sociales y la tecnología han amplificado este fenómeno, permitiendo a las personas con tendencia a la limerencia seguir de manera obsesiva cada detalle de la vida del otro. Un simple 'me gusta' en una publicación o una respuesta breve a un mensaje pueden ser suficientes para que la persona con limerencia interprete que hay un interés recíproco. Esta sobreinterpretación puede llevar a un estado de ansiedad constante, en el que la persona espera señales que refuercen su atracción.

Incluso la comunicación ambigua puede potenciar la limerencia. Si la persona objeto de atracción muestra comportamientos confusos, como ser cariñosa un día y distante al siguiente, esto puede alimentar la obsesión, ya que la persona con limerencia intentará encontrar un significado a cada una de estas acciones.

Las redes sociales y la tecnología han amplificado este fenómeno, permitiendo a las personas con tendencia a la limerencia seguir de manera obsesiva cada detalle de la vida del otro.

Otros factores incluyen:

Carencias emocionales no resueltas, como la necesidad de sentirse querido o validado. Las personas que no han desarrollado una autoestima sólida pueden buscar en los demás la confirmación de su valía, depositando en ellos una expectativa poco realista de amor y reconocimiento.

Experiencias pasadas de rechazo o abandono, que pueden hacer que la persona se aferre más a quien le muestra interés. El miedo a perder la atención de alguien especial puede ser tan fuerte que lleva a la persona a volverse dependiente emocionalmente, incapaz de establecer límites saludables.

Aislamiento social, que potencia la tendencia a idealizar a los demás. Cuando una persona no tiene una red social sólida, es más probable que construya fantasías en torno a alguien con quien ha tenido un contacto superficial, creyendo que esa relación potencial podría llenar el vacío emocional que siente.

Baja tolerancia a la incertidumbre. Algunas personas tienen una necesidad extrema de sentir seguridad en sus relaciones, por lo que cualquier señal de ambigüedad puede generarles angustia. La limerencia se alimenta de esa necesidad de certezas, convirtiendo cualquier interacción en un rompecabezas emocional que debe resolverse para aliviar la ansiedad.

Tendencia a la dependencia emocional. Quienes han aprendido a vincularse desde la dependencia pueden ver en la limerencia una forma de escape ante sus propios vacíos afectivos, creyendo que la otra persona es la clave para su felicidad.

Todos estos factores combinados pueden hacer que la limerencia se convierta en un ciclo difícil de romper sin ayuda profesional.

Mujer triste en la cama
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¿Cómo afecta la limerencia a la vida cotidiana?

En casos graves, la limerencia puede interferir en la rutina diaria,generando ansiedad y obsesiones que dificultan el funcionamiento normal. "Puede llegar a desplazar la vida cotidiana y sumergir a la persona en un estado emocional de descontrol", advierte Sánchez. Además, puede generar situaciones límite con la persona objeto de atracción, sobrepasando los límites del respeto y la realidad.

En casos graves, la limerencia puede interferir en la rutina diaria, generando ansiedad y obsesiones que dificultan el funcionamiento normal

Las personas con limerencia pueden experimentar insomnio, cambios en el apetito y una profunda sensación de vacío cuando no reciben la atención que desean. "Este estado puede derivar en síntomas de ansiedad o depresión si no se maneja adecuadamente", alerta la experta.

Tratamientos eficaces para la limerencia

El tratamiento de la limerencia suele centrarse en la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), que ha mostrado buenos resultados en la gestión del control de impulsos. "Es importante entender la ansiedad provocada por los síntomas y trabajar en la reestructuración cognitiva", destaca la psicóloga.

Además de la TCC, otras estrategias terapéuticas incluyen:

  • Mindfulness y meditación, para ayudar a la persona a estar presente en el momento y evitar pensamientos intrusivos.

  • Terapia de aceptación y compromiso (ACT), que ayuda a las personas a aceptar sus emociones sin dejar que dominen su vida.

  • Grupos de apoyo, donde se puede compartir experiencias y aprender estrategias para manejar la limerencia.

pareja de enamorados en casa, abrazados
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¿Qué puede hacer una persona para mejorar su situación?

Si alguien siente que la limerencia está afectando su vida, puede tomar ciertas medidas para mejorar su situación:

  • Hacer comparaciones con situaciones pasadas para ver patrones de comportamiento.

  • Identificar y desmentir situaciones inventadas, evitando la idealización excesiva.

  • Controlar la conducta para reducir la frustración y la incomodidad.

  • Aceptar la realidad y dejar de fantasear con escenarios irreales.

  • Centrarse en el autocuidado, incluyendo ejercicio, alimentación saludable y descanso adecuado.

  • Practicar la gratitud y el desapego, para reducir la necesidad de validación externa.

Uno de los procesos más desafiantes es hacer consciente la realidad y dejar de construir situaciones idílicas en la mente. Sin embargo, es un paso fundamental para recuperar el equilibrio emocional.

¿Cómo ayudar a alguien con limerencia?

Si convives con alguien que sufre de limerencia, es importante mantener la calma y ayudarle a gestionar su situación. "Si la situación se vuelve insostenible, lo mejor es buscar ayuda profesional. En Siquia ofrecemos una primera consulta gratuita para resolver dudas y orientar el tratamiento", concluye Sánchez.

  • Fomentar el autoconocimiento y ayudarle a identificar patrones de conducta.

  • Animarle a ajustarse a la realidad y evitar que caiga en fantasías excesivas.

  • Enseñarle a cerrar etapas y ciclos emocionales de manera saludable.

  • Ayudarle a gestionar sus estados emocionales, sin invalidar sus sentimientos.

  • Permitirle espacio para procesar emociones adversas.