Tina Turner nos dejó un documental inspirador para entenderla mejor
“Casi nunca recibí amor en mi vida”. Es la frase más honesta y punzante que dice Tina Turner en un documental capaz de remover corazones por todo el mundo. Porque la dice después de recordar el abandono de sus padres, el abuso físico de su primer marido y la perseverancia constante de su existencia que la convirtió en estrella del rock a los 45 años. En Tina (2021), ella misma releva y comparte la historia de su vida, convirtiéndonos en testigos invisibles de su lucha, los traumas y sufrimientos padecidos, mientras simboliza la esperanza y supervivencia bajo la estela de una pasión inigualable. Y si bien se estrenó en 2021 con aplausos de la crítica, creo que no hay mejor momento para recordarlo que ahora. Porque tras la muerte de la cantante se erige como la pieza audiovisual más relevante sobre su historia. Porque ella misma la cuenta. Y con toda la sinceridad del mundo.
La estrella pionera del rock’n’roll falleció el pasado 24 de mayo tras batallar una larga enfermedad. Tenía 83 años y había sobrevivido dos décadas trabajando bajo los abusos de Ike Turner y la muerte de dos hijos. Así como un derrame cerebral en 2013 que la obligó a aprender a caminar otra vez, le diagnosticaron cáncer intestinal en 2016 y se sometió a un trasplante de riñón en 2017. Lo de superviviente se queda corto cuando hablamos de ella. Y si bien su vida quedó plasmada en tres biografías, un biopic protagonizado por Angela Bassett y un musical de Broadway, el documental de HBO consigue derribar todas las barreras de la fama mostrándonos a una artista que se desnudaba emocionalmente ante el mundo. Y en el proceso nos ayudaba a conocerla y entenderla. A empatizar con ella más que nunca.
A través de material de archivo y entrevistas realizadas durante el desarrollo del documental, Tina Turner revelaba que había decidido hablar de los abusos perpetrados por su exmarido en 1981 con la única intención de dejar el tema en el pasado. Lo hizo con una entrevista para la revista People, pensando que así la prensa dejaría de preguntarle sobre el tema. Quería liberarse del pasado. Porque cada vez que le preguntaban por Ike y el control al que fue sometida durante sus inicios artísticos, sentía el terremoto emocional del trauma. Pero su plan no surtió efecto. En realidad, provocó más interés.
Lo intentó de nuevo con un libro. Luego con la película Tina, la verdadera historia de Tina Turner (1993), aunque se negó a verla porque precisamente no quería revivir en pantalla los golpes que había recibido desde los 21 años. Y entonces se prestó a hacer el documental. Dirigido por T.J. Martin y Dan Lindsay, Tina Turner -cuyo nombre real era Anna Maw Bullock- cuenta eso y mucho más, despojándose de los vestidos brillosos y el cabello ochentero, para sentarse ante la cámara y contarlo todo. Desde el pasado con Ike Turner al revivir constante de los traumas que sufrió durante su carrera cuando el tema salía relucir en entrevistas como si hablar de ello fuera lo más normal del mundo. Y no lo era. “El trauma es tan profundo que volver a eso te hace volver atrás”, dice en el documental. “Pero si no enfrentas las heridas de tu pasado, sigues sangrando”, añadía.
Es en este documental que nos muestra cómo le afectaba cada vez que un periodista le preguntaba por su pasado. Cada vez que el nombre de Ike aparecía en una pregunta. Eran vivencias que le acechaban y que vivió en soledad sin el cariño de sus padres, y sin una relación que le brindara un refugio cariñoso. Al menos hasta que conoció a Erwin Bach, un ejecutivo musical alemán del que se quedó hipnotizada desde el momento que lo vio por primera vez cuando la llevaba a un aeropuerto.
Y es que los traumas de la cantante se remontaban a sus primeros años de vida, cuando su madre huyó del hogar familiar cuando Tina tenía 11 años y su padre se casó con otra mujer, rehaciendo su vida lejos de ella y sus hermanos. Y es en Tina donde se sincera sobre las carencias afectivas que tuvo durante su existencia, sintiendo el rechazo de su madre incluso después de llegar a la cima musical. Y por su cuenta.
Intentó contentar a su madre. Le compró una casa e hizo “todo lo posible por ella”. “Pero todavía yo no le gustaba. Incluso cuando me convertí en Tina”, dice en el documental emocionada mientras explica que su madre menospreciaba sus esfuerzos lanzándole comentarios despectivos o negativos. "No me quería, no quería estar cerca de mí, pero quería mi éxito", sentencia entre lágrimas.
Lo más llamativo de este documental es que da voz a una mujer superviviente que busca compartir e inspirar sin victimizarse. Incluso cuando revela que apenas llevaba 36 centavos en el bolsillo cuando abandonó a su exmarido tras recibir el último golpe. O cuando explica que lo perdió todo en el divorcio pero a cambio de llevarse su nombre artístico para planificar su renacer profesional. O cuando detalla de su intento de suicidio y el pánico que sintió al despertar en el hospital con la voz de Ike a su lado.
Tina Turner fue una leyenda de la música tan grande que merece tener un documental. Pero cuando te dispones a verlo, no te esperas que tras semejante éxito, hubiera una mujer que padeció la soledad con el corazón en la palma de la mano. Habiendo sufrido el rechazo de sus padres, alejada de sus hijos durante ocho meses al año a raíz de la manipulación forzada de su exmarido y bajo la contradicción emocional de ser víctima de abusos viviendo entre el miedo y la vergüenza.
Y es que Tina Turner desnudaba su alma completamente en este documental, revelando al mundo las carencias afectivas que tanto dolor le causaron mientras el mundo la veneraba. “No tuve ni un romance que fuera genuino”, contaba durante una entrevista grabada hace varios años. “He vivido demasiadas rupturas del corazón. Lo he analizado y pienso ‘¿qué hay de malo conmigo?’ Me miraba al espejo sin maquillaje y sin cabello, ¿porque no puede ver alguien la belleza en la mujer que soy? Ni una maldita persona lo descubrió”. Y el dolor, la frustración y la soledad se perciben en su voz como una daga emocional que llega a cualquiera.
Afortunadamente alguien sí lo descubrió. Erwin Bach, con quien se casó 27 años después de empezar la relación. Y lo demás es historia. Sin embargo, aunque ahora nos toque despedirla, su leyenda musical quedó plasmada en cada una de sus canciones y ese tsunami de energía que eran sus piernas. Pero, también, en este documental que nos permite conocerla en profundidad y entender a la mujer detrás el ícono con confesiones que se traducen como el testamento eterno de su inspiradora perseverancia.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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