Yahoo Estilo Entiendo a Tom Hanks y sus caras desencajadas en el Festival de Cannes
En la mañana del miércoles 24 de mayo nos despertamos con una noticia extraña. Al parecer, Tom Hanks había reaccionado con un empleado del Festival de Cannes, haciendo gestos y muecas que destilaban cierta tensión, enfado o frustración en la alfombra roja de su nueva película, Asteroid City. Todo muy extraño. Al menos así lo contaban algunos medios que se hicieron eco de la noticia, como Daily Mail, con titulares que decían que el actor y su esposa habían “protestado con un miembro del personal”. Sin embargo, tuve mis sospechas.
No solo porque sería algo inusual en un intérprete que suele desplegar su buen sentido del humor en cada compromiso promocional, o porque el resto de imágenes tomadas esa noche mostraban a todo el equipo de la película subido en una nube de alegría y aplausos en general. Sino porque soy consciente de lo que se cuece en ese ambiente de focos y lujuria informativa como son las alfombras rojas de Cannes. He tenido el privilegio de cubrir el certamen, sus películas, eventos y entrevistas a lo largo de los años. Conozco de primera mano la intensidad periodística, de glamour y luces que se vive en cada una de sus jornadas. Es, literalmente, un mundo aparte al resto de los mortales, con gente vestida de gala en busca de entradas para acceder a la alfombra desde primera hora de la mañana, a curiosos intentando captar a algún famoso paseando por la playa y periodistas con ojeras hasta el suelo.
Pero no voy a negar que las fotos despiertan interés. Que ver a Tom Hanks demostrando tanta tensión facial genera curiosidad por saber qué estaría pasando en mitad de la alfombra, y ante tantos fotógrafos apuntándolos con los lentes de sus cámaras.
Porque no solo la estrella de Forrest Gump reaccionó con el acomodador de invitados. También su esposa, Rita Wilson, lo acompañó con los gestos y expresiones. Y mientras el tabloide británico lo definió como un “intercambio de palabras acaloradas”, en mi experiencia, llegué a la conclusión de que seguramente se trataba de un problema de entendimiento perdido entre el ruido y la traducción.
Porque todo parece divino y brillante cuando lo vemos desde casa, pero las alfombras rojas del Festival de Cannes pueden convertirse en una guerra campal de gritos ensordecedores y luces que ciegan entre flashes constantes. Sobre todo cuando se trata de estrenos esperados que reciben un desfile constante de estrellas destacadas.
En este certamen, los fotógrafos se ubican a los dos lados de la alfombra y los acomodadores se encargan de guiar a los invitados hacia dónde posar, tomando turnos para que cada lado tenga su oportunidad. Pero en el afán de cumplir su labor, los fotógrafos gritan los nombres de cada personaje y desde ambos bandos, haciendo que la alfombra se convierta en un embudo de ruidos y gritos. Si a eso le sumamos las luces de los flashes disparando sin cesar, la confusión puede ser enorme.
Puede convertirse en un desfile abrumador, incluso para las grandes estrellas, al verse obligadas a mantener la compostura ante la inmortalidad de las fotos acechando cada paso que dan. Y Tom Hanks, en ese momento, no entendía ni escuchaba nada. Literalmente.
Lo explicó Rita Wilson en una storie de Instagram, aportando contexto en torno a las fotografías que estaban circulando y confirmando mi teoría. Que prácticamente no entendían ni escuchaban nada entre el caos mediático del momento.
“Esto se llama no puedo escucharte. La gente está gritando. ¿Qué dijiste? ¿A dónde se supone que tenemos que ir? ¡Pero eso no vende historias! Buen intento. ¡Lo pasamos genial! ¡Vayan a ver Asteroid City!”, explicó para zanjar cualquier rumor.
Personalmente cubrí las alfombras rojas del Festival de Cannes y tuve que cruzarla para acceder a alguna proyección en el pasado. Por lo tanto, soy consciente de la atención abrumadora que se respira en ese ambiente. De la experiencia necesaria que hace falta para que una estrella la cruce destilando la confianza y seguridad que riegan figuras habituales como Uma Thurman o Sharon Stone. Y también de la confusión que generan los gritos entre los fans y los fotógrafos que rodean todo el evento con las escalinatas hacia el Palais como única escapatoria.
Y eso fue lo que vivió Tom Hanks. Sin poder escuchar al acomodador, preguntando hacia dónde debían dirigirse para continuar el desfile de Asteroid city, la nueva película de Wes Anderson que fue recibida con críticas excepcionales que la definen como "un placer" (The Guardian), "fresca y original" (Deadline) y "una fascinante comedia cósmica" (The Independent). Y con una ovación de más de seis minutos tras el estreno oficial.
Al final, la reacción de Tom Hanks y Rita Wilson es más que comprensible. Sobre todo porque hablamos de uno de los estrenos más esperados del certamen, creando una anticipación enorme.
La alfombra roja se llenó con sus estrellas, enloqueciendo el interés mediático más de lo habitual con Scarlett Johansson y su marido, Matt Dillon, Tom Hanks, Wes Anderson y Brian Cox, mientras que algunos invitados elevaban la urgencia de captar la fotografía perfecta como Julia Garner, Brie Larson, Jim Jarmusch, Rosie Huntington-Whiteley o Maya Hawke.
El reclamo de los curiosos y fans, sumado a los gritos desde cada costado, las luces y la alegría de la noche que demostraron a lo largo de todo el desfile, habrán creado una burbuja de confusión que ni Tom Hanks pudo pinchar.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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