Una tragedia explicaría por qué Walt Disney no incluía madres en películas animadas
Walt Disney fue un pionero del cine animado y la industria de los parques temáticos. El creador de un imperio que continúa expandiéndose a 57 años de su muerte desde diferentes marcas, servicios y personajes. Sin embargo, existe un denominador común que lo conecta de manera trágica con una de las carencias más constantes de sus historias. Una carencia que este año, al parecer (según EW), se repetirá de nuevo en el remake en acción real de La Sirenita: la ausencia de madres con Javier Bardem interpretando a la única figura paterna de Ariel, el rey Tritón. A lo largo de sus clásicos animados, existen varios protagonistas que crecen huérfanos de madre y, a veces, de padres en general. Y no sería una casualidad narrativa.
Blancanieves, Bambi, Cenicienta, Pinocho, Peter Pan, El libro de la selva o La espada en la piedra son algunos de los ejemplos de la época de Walt Disney al mando del estudio. Sin embargo, tras su muerte, la tradición continuó con La sirenita, La Bella y la Bestia, Pocahontas, Aladdín, El jorobado de Notre Dame, Bernardo y Bianca, Policías y ratones, Tarzán, Lilo y Stich o Buscando a Nemo, entre otros. Y para tratarse de producciones dedicadas al público infantil, eran carencias que definitivamente tuvieron una influencia dramática importante. ¿O cómo olvidar la muerte de la madre de Bambi que afectó a tantas generaciones desde 1942? ¿O la soledad de Cenicienta sin figuras paternas que la protegieran?
Una de las explicaciones que dio el productor ejecutivo de Maléfica a la revista Glamour hace unos años fue que, en parte, se debía a la necesidad narrativa de forzar a los personajes hacia la madurez y el crecimiento. “Las películas duran 80 o 90 minutos y las cintas de Disney tratan del crecimiento. Hablan de ese día en la vida cuando tienes que aceptar responsabilidad” dijo Don Hahn en 2014 mientras ponía como ejemplo a Bambi, a Simba de El rey león o Bella viéndose en la necesidad de rescatar a su padre. Sin embargo, esta razón no explica la ausencia total de madres sin un contexto explicativo, como Blancanieves, Cenicienta (se destaca sobre todo la muerte del padre), Peter Pan o La sirenita (donde su madre ni aparece, sino que su historia la exploran en La sirenita: Los comienzos de Ariel). Y el motivo estaría relacionado con una tragedia personal que sacudió la vida de Walt Disney y su familia.
Walter Elias Disney era el hijo de Elias y Flora Disney, el cuarto de cinco hermanos que llevó el apellido familiar hacia el estrellato. Después de dibujar desde la infancia y trabajar un par de décadas en el negocio, Walter decidió que sería más rentable centrarse en producir un largometraje que hacer breves dibujos animados. Estuvo trabajando cuatro años en Blancanieves y el éxito fue arrollador. Fue la película mas exitosa de 1938 y al año siguiente se consagraba como la cinta más taquillera del cine sonoro hasta la fecha.
Y en esa época de mucho trabajo e ideas, Walt y su hermano Roy -cofundador del estudio- compraron una casa para sus padres en 1937. Pero un día, según explica el libro biográfico How to be like Walt: Capturing the Disney Magic Every Day of Your Life (vía Business Insider), Flora Disney llamó a su hijo para pedirles si podían arreglar una fuga en el horno de gas de la vivienda.
Según contó Don Hahn a Glamour, Walt Disney envío a empleados del estudio para que lo arreglaran, pero el aparato siguió filtrando y Flora no sobrevivió. El libro citado explica que Elias se levantó de la cama y encontró a Flora inconsciente en el suelo. Que intentó llevarla fuera de la vivienda pero no pudo atravesar el humo. Mientras que el productor ejecutivo de Maléfica añadía que “el ama de llaves llegó a la mañana siguiente y sacó a su madre y padre al jardín delantero. Su padre estaba mal y fue al hospital, pero su madre murió”.
Don Hahn revela que Walt Disney no hablaba del tema “porque personalmente se sentía responsable”. Había alcanzado el éxito y decidido cumplir el sueño de cualquier hijo de comprar el mejor techo posible para sus padres, pero un accidente inesperado en el mismo lugar le hizo perder a su madre. “No fue su culpa, los trabajadores del estudio no sabían lo que estaban haciendo” añadió.
El productor explicaba que existe una teoría que asegura que aquel traumático incidente le perseguía psicológicamente. “Esa idea de que contribuyó a la muerte de su madre fue realmente trágica. Si buscas, puedes leer al respecto. No es un secreto dentro de su familia, pero es solo una tragedia de la que es tan difícil hablar. Ayuda a entender al hombre un poco más” sentenciaba explicando, así, porqué tantos personajes de la filmografía animada de Walt Disney no incluyen madres en sus historias.
“Acababa de hacer Fantasía, Dumbo, Pinocho, Bambi y Blancanieves en un lapso de cinco años. [Walt Disney] Compra una casa para su mamá y su papá, se mudan de Oregón y su mamá muere. Una vez más, no soy psicólogo para saberlo todo, pero es una historia muy interesante. Para mí, humaniza a Walt. Estaba devastado por eso, como cualquiera lo estaría” sentenciaba.
Flora murió el 26 de noviembre de 1938 después del éxito de Blancanieves y mientras sus hijos trabajaban a destajo en Pinocho y Fantasía, dos películas que estrenaron en 1940 con tal nivel de fracaso que los colocó en aprietos económicos, abriéndose a la bolsa por primera vez y recortes salariales que derivaron en una huelga de animadores.
Entre Dumbo (1941) y Bambi (1942), las vías para salir a flote y el inicio de la Segunda Guerra Mundial, Walt Disney no produjo otro largometraje animado hasta Cenicienta en 1950, pero habiendo ya iniciado esta tendencia sin madres que se repetiría en películas siguientes.
Elias Disney se recuperó tras la pérdida de gas y vivió hasta septiembre de 1941, muriendo a los 82 años. Sin embargo, si bien Walt Disney supuestamente no hablaba de la tragedia como explicó Don Hahn, no resulta descabellado imaginar lo mucho que le habría afectado el accidente cuando la compra y arreglo de la vivienda corrió por su cuenta. Tal vez, esto explique la teoría que hace tiempo señala la motivación de Walt Disney para no incluir a madres en sus historias. Ya sea por culpa, por evitar la construcción de personajes que le recordaran su pasado o la tragedia, la teoría queda en el aire para que cada uno saque sus conclusiones.
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