El tráiler de ‘Napoleón’ refleja que la película de Joaquin Phoenix parte con ventaja

Hace tres años que Ridley Scott anunció que dirigiría Napoleón, una producción épica y biográfica del emperador francés que lo volvería a reunir con Joaquin Phoenix dos décadas después de Gladiador (2000). Desde entonces la expectación ha sido máxima al tratarse de la primera superproducción del actor desde el éxito de Joker (2019), y a raíz del legado que comparten a través de la saludable relación que el público mantiene con la película protagonizada por Russell Crowe.

El tiempo pasó y, finalmente, podemos hacernos una idea de la producción que veremos en cartelera gracias a un tráiler que despliega el amplio arsenal cinematográfico que se traen entre manos. Aunque si nos deja algo claro es que esta película parte con ventaja.

Porque con solo ver el tráiler nos inundan las sensaciones y recuerdos que conectan la nueva creación con el legado de ambos artistas hasta el punto de plantar la semilla de la curiosidad instantáneamente. Como si esos casi 3 minutos de duración fueran suficientes para germinar las ganas de verla en noviembre sin necesidad de mucho más. Y cuando el tráiler no desvela nada nuevo.

Es decir, es justamente lo que podríamos esperar de una epopeya de Ridley Scott y de una interpretación de Joaquin Phoenix. Hay drama, batallas, violencia, héroes, villanos y un diseño de producción de lujo, distribuido al unísono sobre el interesante lienzo que supone retratar el ascenso y caída de la figura de Bonaparte. Sin embargo, aunque no proponga nada diferente a lo que hubiéramos imaginado, consigue que la marquemos en nuestro calendario como visita obligada a los cines el próximo 22 de noviembre.

Solo hay que ver las reacciones en redes sociales. Al momento de escribir este artículo, hace apenas una hora que Sony y Apple TV+ lanzaron el tráiler, y las primeras respuestas son abrumadoramente positivas con una legión de espectadores aplaudiendo el avance. Algunos incluso se lanzan a la piscina y ya piden el Oscar para Joaquin Phoenix. Una reacción exagerada cuando ni siquiera vimos la película pero que refleja el poder de convocatoria que podría albergar esta producción cuando llegue el momento. Y por eso ya parte con ventaja.

“¿Con ventaja sobre quién?”, se estarán preguntando. Me explico. Si bien Ridley Scott dejó una huella imborrable en la historia del cine épico a través de Gladiador, eso no significa que sus siguientes apuestas en el género se hayan beneficiado de ello. Más bien todo lo contrario. Porque mientras la película donde Joaquin Phoenix interpretaba al ambicioso y psicópata Cómodo cosechaba $503 millones en todo el mundo y ganaba cinco premios Oscar -incluyendo Mejor Película- sus siguientes apuestas sufrieron.

Fue el caso de Cruzada (2005) con Orland Bloom, que aterrizó entre críticas tibias y una taquilla de $218 millones (sobre un presupuesto de $130 millones), o la apuesta bíblica Éxodo: Dioses y reyes (2014) que recibió criticas peores y una recaudación de $268 millones (sobre un presupuesto de entre $100 y 200 millones). A primera vista pueden pensar que se trata de cifras que hablan de éxito, pero deben tener en cuenta que los estudios se reparten el 50% de las ganancias con los cines que exhiben sus películas. Por lo tanto, las cuentas no serían tan positivas. Mientras El último duelo (2021) lo pasó peor perdiendo dinero a montones. Cosechó $30 millones cuando había costado $100 millones. Un fracaso estrepitoso que, en mi opinión, fue el más injusto de todos.

Porque la película era extraordinaria y escalofriantemente real en su relato sobre el último duelo legal de la historia, dividiendo el metraje en tres actos a través de la perspectiva de cada personaje: dos caballeros y la esposa de uno de ellos, que acusaba al otro de violación. Sinceramente, no merecía el frío recibimiento.

En otras palabras, que Ridley Scott prepare el estreno de otra película épica no tiene precisamente que significar el éxito asegurado. Sin embargo, en este caso, ya se percibe una aceptación abrumadora. Y creo que eso radica precisamente en el reencuentro del director con Joaquin Phoenix y el legado que comparten con Gladiador.

Por un lado, tenemos a un actor que afianzó su relación con el público a través de Joker. Porque si bien su nombre estaba grabado en la memoria colectiva a través de Gladiador, Señales (2002) o Johnny y June: pasión y locura (2005), gran parte del público le había perdido el rastro en los años previos a la película sobre el Guasón de Gotham. ¿O cuántas personas fueron al cine a ver Vicio propio (2014) o María Magdalena (2018)? La taquilla sola nos responde: muy pocas, como reflejan sus recaudaciones de $14 millones y $11 millones respectivamente.

Sin embargo, después de Joker se comenzó a vivir una Phoenix-manía incitada por el interés hacia el villano de DC, así como su inolvidable trabajo interpretativo y la gran película que dirigió Todd Phillips. Y ahora que la secuela está terminada -titulada Joker: Folie à Deux- y ya circulan algunas imágenes del rodaje junto a Lady Gaga como Harley Quinn, el interés ha vuelto a resucitar haciendo que todo lo que haga Joaquin Phoenix a gran escala genere curiosidad.

A esto se suma que Ridley Scott también prepara su propia secuela de Gladiador con Paul Mescal como nuevo protagonista, haciendo que todas las noticias en torno a su desarrollo acaparen el interés global cada vez que se dice, rumorea o comenta cualquier cosa. Si a esto le sumamos el cariño global que el mundo siente por aquella producción peplum, entonces el interés está asegurado.

Ahora bien, existe un tercer factor que juega a favor de Napoleón: que no solo se trata del reencuentro de director y actor, sino que lo hacen a través de otra película épica que también cuenta con batallas y con Phoenix interpretando a un personaje que, a juzgar por el tráiler, vuelve a sacar su vena de ambicioso conquistador y retorcido.

Las semejanzas son evidentes. Solo con ver la secuencia de Joaquin Phoenix colocándose una corona bajo otra corona de laureles en el tráiler de Napoleón, enseguida nos viene la imagen de Cómodo a la mente.

Con todo esto creo que Napoleón parte con una ventaja evidente sobre cualquier otra película épica previa de Ridley Scott que no disfruto del mismo éxito de Gladiador. O incluso de otras producciones que pretenden hacerle la competencia en los meses previos a la temporada de premios. Y es que la reunión entre ambos, la coincidencia de género y el tipo de personaje que interpreta Joaquin Phoenix, bañado bajo el interés por Gladiador 2 y Joker 2, hace que esta película arranque su periplo hasta las salas con el triunfo cómodamente sobrevolándole encima.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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