Uñas largas, ¿un riesgo de gérmenes?

Hace unos días, una enfermera de Australia pidió a la gente cortarse las uñas para prevenir el contagio del COVID-19. Te contamos por qué sería una buena idea, y qué medidas tomar si prefieres no llevarlas súper cortas.

Las uñas y los gérmenes

Los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), advierten que las uñas largas podrían contribuir a esparcir enfermedades e infecciones, pues albergarían más tierra, bacteria y virus, sobre todo en la parte inferior. Por ello, recomiendan mantenerlas cortas.

Así, y considerando que muchas bacterias y virus se transfieren por contacto, al estar presentes bajo las uñas y después tocarnos el rostro o restregarnos los ojos, aumentaríamos las probabilidades de que entrasen en nuestro sistema, y contagiarnos.

La doctora Niket Sonpal, internista y gastroenteróloga de Nueva York, está de acuerdo, y advierte que las uñas largas no serían lo ideal durante una situación de emergencia como el COVID-19, pero tampoco durante otras temporadas de contagio de virus, como influenza. Pero, como aclara, tendría más que ver con el hecho de que no son cómodas y rápidas de limpiar, y la recomendación de lavado de manos de 20 segundos no sería suficiente.

Sin embargo, y a pesar de que también los CDC recomiendan que todos los empleados del sector salud, incluyendo médicos, enfermeras y terapeutas, deberían tener las uñas cortas, estas serían solo una posible forma de contagio, pero no la única ni necesariamente la principal.

Como recoge la doctora Neha Pathak, directora editorial del portal WebMD, todavía no sabemos realmente cuánto tiempo vive en la piel el COVID-19.

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Cómo cortarse las uñas y cuidarlas

Pathak recomienda que las uñas deben cortarse para que no sobrepasen la punta del dedo. Sin embargo, la dermatóloga Jessica Krant recomienda no cortar todo el borde blanco de las uñas, dejando uno o dos milímetros. Deshacerse de todo podría romper la protección del dedo, lo que aumentaría el riesgo de sufrir infecciones bajo las uñas.

Además, limarse los bordes sería ideal para no dejar puntas afiladas, que no solo fortalecerían las uñas, sino que las volvería más seguras al usar guantes.

Por otro lado, si te pintas las uñas, es importante deshacerte del barniz cuarteado, puesto que en sus grietas, también podrían quedar atrapados virus, bacterias y moho.

En cuanto a los padrastros que puedan salir, no te los arranques ni muerdas, y mejor córtalos con unas tijeras, y tampoco te cortes las cutículas, pues estas actúan como barreras para prevenir infecciones en los dedos.

Para finalizar, y no por ello menos importante, recuerda siempre limpiar las herramientas que utilices para cortarte las uñas antes y después de cada uso. Si eres un profesional de la salud, estas deberían estar esterilizadas.

Y por supuesto, las tengas largas o cortas, es importante no morderlas ni chuparlas nunca, para que todo lo que podrían albergar tus uñas no entre en tu sistema.

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Cómo lavarse las manos si tienes uñas largas

El mayor problema de las uñas largas sería que no somos siempre conscientes de sus riesgos, y las recomendaciones de lavarse las manos durante al menos 20 segundos no serían suficientes. Por eso, si decides no cortarlas o utilizar postizas, el doctor Sonpal recomienda pasar 20 segundos extra lavándolas con un cepillo que puedes llevar contigo.

Pero esto implicaría mantener bien limpio el cepillo que usarás para lavarte las uñas, pues habría que desinfectarlo también, para no seguir esparciendo todo lo que limpian.