Yahoo Estilo "Un castigo cruel": la historia del desalojo de Harry y Meghan por parte del rey Carlos contada desde dentro
La pareja tiene solo unas semanas para sacar sus pertenencias de la casa de Windsor y Carlos ya le ha ofrecido las llaves a Andrés.
POR Omid Scobie para Yahoo News-. Dado que los Sussex no pueden recibir la protección de la policía real cuando están en el Reino Unido, solo les queda un espacio que satisface las necesidades de seguridad de los cuatro miembros de la familia cuando visitan el país: Frogmore Cottage.
A apenas cinco minutos a pie del Castillo de Windsor y ubicado dentro del anillo de acero vigilado por la Policía Metropolitana que rodea la finca de Windsor, la casa británica de la pareja se convirtió en el único refugio lo suficientemente seguro para el príncipe Harry, Meghan, Archie y Lilibet en el país desde que se les retiró la protección policial armada en 2020.
Su residencia oficial en el Reino Unido, que está custodiada por el Grupo de Protección de la Realeza de la Policía Metropolitana, permitió que la familia pasara tiempo con la Reina durante su viaje en junio de 2022, y es donde Harry y Meghan se han quedado durante sus múltiples estancias desde que se mudaron a California.
Aunque los Sussex viajan con su equipo de seguridad privada, los agentes de protección real proporcionan un nivel de seguridad adicional, incluido el acceso a información de inteligencia esencial, que se considera necesario para otros miembros de la familia real.
El santuario del siglo XIX catalogado de Grado II no ha estado exento de controversia, sobre todo después de gastar 2,4 millones de libras esterlinas de los contribuyentes en 2019 para realizar transformaciones exteriores y estructurales antes de que la pareja se mudara. Sin embargo, tras alejarse de sus roles reales en enero de 2020, el furor público se calmó rápidamente ya que el duque y la duquesa pagaron todo.
Junto al reembolso sin precedentes de la subvención soberana, la pareja también pagó una gran suma a Crown Estate para el alquiler de la propiedad en el futuro.
Pero ahora, menos de tres años después de firmar dicho contrato de arrendamiento a largo plazo, el príncipe Harry ha recibido un golpe aplastante ya que su padre, el rey Carlos, anunció que desalojará a la familia de su propiedad de Windsor, una decisión que tomó poco después de la publicación en enero de las reveladoras memorias: “En la sombra”.
En un momento en el que la comunicación entre Harry y su familia ha alcanzado un mínimo histórico, la institución no le ha dado muchos detalles a la pareja. Les dijeron que necesitan la propiedad para otra persona. Mis fuentes han confirmado que la noticia ha dejado a Harry y Meghan aturdidos y al menos dos miembros de la familia real se han sentido “horrorizados”.
Ahora se ha hecho público quién era ese “alguien más”: el príncipe Andrés. La semana pasada el rey Carlos le dio las llaves de Frogmore al hijo caído en desgracia de la difunta Reina, quien fue despojado de sus títulos reales y patrocinios en medio de las acusaciones de abuso sexual por parte de Virginia Giuffre, víctima de Jeffrey Epstein (algo que el príncipe ha negado), además de advertirle de que debía mudarse en agosto a una propiedad más pequeña que su mansión Royal Lodge.
“Harry y Meghan tienen hasta inicios del verano para desalojar la propiedad”, indicó una fuente. “Al inicio solo les dieron unas semanas, pero ahora tienen al menos hasta después de la coronación”. No obstante, todavía no se sabe si la pareja asistirá a dicha coronación puesto que las 2,000 invitaciones no se enviarán hasta la semana próxima.
La decisión sobre la casa de los Sussex es una señal clara de cuánto se han agriado las relaciones entre el rey y su hijo. Dado el momento en que se dio la noticia, es difícil no verlo como una reacción ante las revelaciones literarias de su hijo, que se dice que “volvieron loco” al monarca.
“Al final, todo parece un castigo cruel”, dijo un amigo de la pareja. “Es como si la familia quisiera eliminarlos de la foto para siempre”.
Las acciones legales de Harry contra el Ministerio del Interior por la decisión de no permitirle pagar por protección policial en el Reino Unido aún se encuentran en el Tribunal Superior, por lo que la pérdida de Frogmore Cottage significa que los Sussex pronto se quedarán sin una base en el país que les brinde el nivel de seguridad al que tienen acceso los principales miembros de la familia real. De hecho, ni siquiera se les ha ofrecido un alojamiento alternativo.
Sin embargo, a pesar de los riesgos y la posibilidad de que sus nietos Archie y Lilibet no puedan visitarlo en el futuro, el rey Carlos se mantiene firme en su aviso de desalojo. Me han dicho que el monarca tiene otras prioridades. “Creo que el rey está harto de toda la situación”, comentó una fuente real. Un portavoz del Palacio de Buckingham se negó a hacer comentarios.
Andrés todavía no ha respondido a la oferta, pero dado que el rey Carlos retira la subvención anual de 249,000 libras esterlinas en abril, ha quedado muy claro que ya no puede permitirse vivir en Royal Lodge sin la financiación adicional del Fondo del Ducado de Lancaster, cuyos activos ascienden a 652,8 millones de libras esterlinas, también conocido como Privy Purse.
Aunque el duque de York solo paga 250 libras esterlinas a la semana por el alquiler de la mansión de 30 millones, los costos de mantenimiento y funcionamiento de la propiedad de 30 habitaciones y 98 acres quedan a su cargo y se acercan a los 400 mil libras esterlinas al año. Desde que se mudó hace 19 años, ha tenido que gastar más de 7,5 millones únicamente en trabajos esenciales.
“Tiene hasta otoño para irse, pero se resiste”, agregó una fuente interna, que confirma que fue Carlos quien ofreció personalmente la propiedad de Frogmore a su hermano. Según se informa, el rey también está pagando el costo de la seguridad privada, no armada, de Andrés, estimado en aproximadamente 3 millones de libras esterlinas anuales.
No es la primera vez que se discute el futuro de Frogmore Cottage sin la presencia de Harry. El verano pasado, el príncipe William posó brevemente sus ojos en la casa de siete habitaciones de su hermano antes de elegir la cercana Adelaide Cottage para su familia. Una fuente dijo que William “preguntó” si la casa de Harry y Meghan podía ser una opción. “Sin embargo, la posibilidad habría sido terrible”, agregó. Se ha contactado a un portavoz del Palacio de Kensington para hacer comentarios.
En los últimos seis meses se han celebrado varias reuniones sobre el futuro de diferentes propiedades reales entre Carlos, William y el guardián del Privy Purse, Sir Michael Stevens, un asistente principal de larga data que probablemente desempeño un papel importante en la decisión sobre la residencia de Windsor de los Sussex.
Al comenzar la remodelación en 2018, tanto Harry como Meghan vieron a Frogmore como un “hogar para siempre”. Era una propiedad que un miembro de su equipo de palacio calificó en una ocasión como “una pequeña casa con potencial” debido al estado calamitoso en el que se encontraba cuando la vieron por primera vez.
Antes de recibir las llaves, la propiedad había pasado más de 90 años dividida en cinco unidades destinadas a los trabajadores de la finca. “Realmente estaba en muy mal estado, pero se esforzaron mucho para convertirla de nuevo en un hogar, añadieron muchos toques personales e hicieron todo eso con un presupuesto ajustado”, contó un amigo en aquel momento.
Una fuente agregó: “esto no es simplemente un alquiler cualquiera que mantienen por conveniencia. Cada cajón está lleno, cada armario está lleno... Es una verdadera casa familiar”.
Dentro de unas semanas, cuando empiecen a organizar el envío de sus pertenencias a Estados Unidos, el último espacio seguro que les quedaba a los Sussex en Gran Bretaña será entregado a otra persona. Los amigos de la pareja y un exagente de seguridad real que ha estado al tanto del volumen de amenazas que ha recibido la pareja a lo largo de los años, sobre todo dirigidas a Meghan, consideran que la noticia es preocupante.
En noviembre, el exjefe de la policía antiterrorista en Inglaterra, Neil Basu, confirmó que durante su mandato muchas de esas amenazas provinieron de extremistas de derecha con sede en Gran Bretaña. “Si hubieras leído las cosas que escribieron, las hubieras recibido, vieras el tipo de retórica en Internet o supieras lo que sé, te sentirías amenazado continuamente”, dijo. “Teníamos equipos que lo estaban investigando. Algunas personas han sido procesadas por esas amenazas”.
El año pasado, un representante legal del príncipe Harry explicó por qué era importante que la realeza contara con una seguridad adecuada. “Al nacer, el príncipe Harry heredó un riesgo de seguridad de por vida. Sigue siendo el sexto en la línea de sucesión al trono, cumplió dos períodos de servicio en combate en Afganistán y en los últimos años su familia ha sido objeto de amenazas neonazis y extremistas perfectamente documentadas”, dijo el comunicado. “Aunque su papel dentro de la institución ha cambiado, su perfil como miembro de la familia real sigue siendo el mismo. Por tanto, tampoco ha cambiado el riesgo para él y su familia”.
Todo parece indicar que esa preocupación no ha pasado por la mente del rey Carlos.
